Después del AVE a La Meca, Copasa aspira al megaproyecto del Tren Maya, en México

d. casas REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONALIZACIÓN

VÍTOR MEJUTO

A la espera de adjudicarse un proyecto de 6.000 millones, la gallega reformará también el transístmico azteca

14 feb 2020 . Actualizado a las 12:08 h.

Copasa no se amilana ante grandes contratos internacionales. Tiene el aval del mayor proyecto acometido por un consorcio de empresas españolas en el exterior: la faraónica obra del AVE a La Meca. Un desafío tecnológico sin precedentes que la compañía gallega emprendió sin complejos y que ahora se ha convertido en una lustrosa carta de presentación a la hora de optar a nuevas obras. Sobre todo, si de planes ferroviarios se trata. La ourensana acaba de adjudicarse las obras de rehabilitación de uno de los cinco tramos del tren transístmico, en el sureste de México.

Podría ser la antesala de un proyecto mayor en el país azteca al que también opta Copasa: el bautizado como Tren Maya. Grandes corporaciones mexicanas e internacionales especializadas en obra pública ajustan sus ofertas a un contrato cuyo presupuesto global asciende a 6.000 millones de euros, unos setecientos menos que el adjudicado en Arabia Saudí para construir el tren del desierto.

En esta ocasión, será un tendido ferroviario que rodeará toda la península del Yucatán. Una superficie manejable para la constructora gallega teniendo en cuenta que en su momento resolvió los grandes retos de ingeniería que suponía instalar una línea pleno desierto entre Medina y La Meca.

La envergadura de la obra mexicana no es menor. Se trata de un trazado de nueva creación que discurrirá a lo largo de 1.500 kilómetros. Concebida como una infraestructura que ayudará a reactivar la economía en cinco estados de México: Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, en el sureste del país.

Se trata de una de las regiones menos desarrollados del estado azteca. Y eso, a pesar de estar bañada por las aguas del golfo de México. Cuenta con 12 millones de habitantes y un potencial de 17 millones de turistas al año, que viajan a la zona por el atractivo que representan zonas como Cancún o la Rivera Maya.

El Gobierno de López Obrador, impulsor del proyecto, lo quiere en pie lo antes posible. De ahí que la primera fase, de unos 1.000 kilómetros tenga que estar ejecutada en el 2023.

En Copasa ultiman la presentación de su oferta, que formalizará en consorcio con otras compañías, alguna de ellas locales. La gallega formará parte de la lista de contratistas aspirantes, entre los que se encuentran alguna de las grandes constructoras españolas.

Mientras, y para ir calentando motores, la empresa que preside José Luis Suárez, ya desplaza efectivos a México para acometer el proyecto de reforma de uno de los cinco tramos del llamado ferrocarril transístmico, para convertirlo en un tren de alta velocidad. De hecho, Copasa, que concurre con su filial azteca Caltia, rehabilitará 146 kilómetros de vía y hará mejoras en otros 56, precisamente para adecuarlos a las condiciones que exigen este tipo de traviesas.

Aumentar la velocidad y el desplazamiento de los trenes son los objetivos principales de este proyecto, presupuestado en 140 millones de euros.