La eliminación del voto rogado reactiva los viajes de políticos gallegos a América

Carlos Punzón
Carlos Punzón VIGO / LA VOZ

AMÉRICA

Recuento del voto exterior en las útimas elecciones autonómicas, en el año 2020
Recuento del voto exterior en las útimas elecciones autonómicas, en el año 2020 Ángel Manso

Comienza la depuración del censo exterior, que se repetirá cada cinco años

05 oct 2022 . Actualizado a las 10:07 h.

Los viajes a Argentina, Uruguay, México o Brasil constituían una cita ineludible para los políticos gallegos hasta que la implantación del voto rogado en el 2011 se convirtió en un obstáculo burocrático tan difícil de sortear que el voto emigrante paso de participar en un 30,3 % en las autonómicas del 2009 a solo un 1,2 % en las del 2020. La eliminación de la obligación de solicitar poder votar en cada cita electoral y cruzar con la Administración hasta tres envíos postales, ha devuelto protagonismo a los 470.000 electores gallegos que residen en el extranjero. Conforman un cuerpo electoral mayor que el de Vigo y A Coruña juntas y esa circunstancia se deja notar ya en la agenda de las principales formaciones políticas y cargos institucionales gallegos.

El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, partirá el miércoles de la semana que viene a una gira por Argentina y Uruguay. Su antecesor en el cargo y presidente nacional del PP, Alberto Núñez Feijoo, ultima también una gira por Sudamérica, territorio al que acudió en multitud de ocasiones cuando dirigía el Gobierno gallego y que conoce la trascendencia que puede llegar a tener en los próximas elecciones generales.

En este momento, 2,27 millones de españoles de nacimiento o con la nacionalidad adquirida de sus padres y abuelos podrán votar sin la necesidad de rogar ya en las elecciones autonómicas que varias comunidades celebrarán en mayo —no es el caso de Galicia— y en las generales que como muy tarde se convocarán en diciembre del año que viene. Como recogía ayer el BOE en el texto de la reforma de la Ley Electoral, solo las elecciones locales seguirán quedando al margen de la participación exterior. Los viajes de alcaldes gallegos, candidatos locales y cargos de las diputaciones a los principales focos de la emigración se contaban por decenas antes de la reforma del 2011.

A los viajes de Rueda y Feijoo, se suma el que ya está ultimando para fechas cercanas el secretario xeral de los socialistas gallegos, Valentín González Formoso, si bien fuentes de su partido advierten que resta por definir si su gira, en principio por Argentina y Uruguay, se realizará en calidad de líder del PSdeG o como presidente de la Diputación de A Coruña, entidad que financia en Sudamérica diversos proyectos de cooperación. Cuba y Brasil, focos notables de presencia migratoria gallega y de sus descendientes, que a su vez conforman grandes grupos de emigración hacia Galicia en la actualidad, también figuran entre los planes de atención de los socialistas gallegos, que cuentan con el asesoramiento de Pilar Cancela, que fuera presidenta de la gestora del PSdeG, es secretaria de Estado de Cooperación Internacional y responsable de políticas migratorias en la ejecutiva federal del PSOE.

La nacionalista Ana Pontón, que en agosto estuvo en Colombia en la investidura del nuevo presidente, y que tenía previsto acudir a la del chileno Gabriel Boric, pero se lo impidió el covid, no tiene de momento encuentros planeados con la emigración. En Chile la sustituyó la eurodiputada Ana Miranda. Esta se encuentra ahora en Brasil siguiendo las elecciones, como lo hizo en las de Bolivia, Colombia, Uruguay y Honduras.

Depuración del censo

Coincidiendo con la reactivación de la agenda exterior de los políticos gallegos, con la publicación de la reforma electoral en el BOE empieza a contar el plazo de seis meses que las Cortes le han otorgado al Gobierno central para que depure el censo exterior. En forma de disposición adicional, la nueva ley orgánica aprobada por las dos cámaras, a excepción del diputado del BNG que se abstuvo, determina que en el plazo máximo de medio año se llevará a cabo un «procedimiento extraordinario de verificación de datos» de los inscritos en el censo exterior. El objetivo es comprobar que están vivos y siguen residiendo fuera de España, así como conocer su dirección postal, a la que les llegará de oficio la documentación electoral en cada cita. La revisión se repetirá cada cinco años.

El número de electores vinculados a Galicia baja por primera vez

El censo electoral gallego en el exterior semejaba hasta ahora no tener techo. Estaba cerca de alcanzar el medio millón de integrantes, pero tres circunstancias se han combinado para empezar a dibujar un ligero declive en su evolución.

La emigración al extranjero se ha frenado; la diáspora que sobre todo vive en Sudamérica, ha alcanzado una alta edad y registra por ello una mayor mortalidad, y ya casi todos los consulados han acabado de tramitar las nacionalizaciones a las que dio derecho la Ley de Memoria Histórica impulsada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Mientras no se acaba de dar forma al nuevo texto, que abrirá la posibilidad de lograr el pasaporte español a nuevos contingentes de descendientes, en especial a los nietos de mujeres emigrantes que no podían transmitir la nacionalidad a sus familiares, el contingente emigrante gallego ha empezado a descender, en concreto, desde el pasado mes de abril. A finales de agosto había 823 electores más que al arrancar el año, pero ahora son 128 menos que cuando el Congreso dio en junio el primer paso para eliminar el voto rogado. En cambio, en el conjunto de España el número de posibles votantes desde el exterior creció en más de ocho mil desde entonces y más de 28.500 en lo que va de año.

Pese al ligero descenso en el número de electores en el exterior vinculados a alguna de las provincias gallegas, su peso nunca fue tan alto en el censo electoral total, pues ya suponen un 17,5 % al no dejar de caer los registros de residentes en Galicia.