Marcos Martinón: «En la exposición de los guerreros de terracota ofrecemos piezas únicas que nunca han salido de China»

Raúl Romar García
R. Romar REDACCIÓN / LA VOZ

REINO UNIDO

Marcos Martinón.
Marcos Martinón. MIGUEL VILLAR

El investigador gallego, catedrático de Arqueología en la Universidad de Cambridge y comisario de la mayor muestra organizada en Europa de los mausoleos de los emperadores Quin y Han, asegura: «Sería fantástico que se pudiera traer a Galicia»

10 abr 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Es la mayor exposición sobre los guerreros chinos de terracota que se ofrece en Europa desde el 2018, antes de la pandemia. Solo por este motivo vale la pena acercarse al Museo Arqueológico de Alicante para presenciar la muestra «El legado de las dinastías Quin y Han. Los guerreros de Xi'an», que tiene como comisario al investigador gallego Marcos Martinón-Torres (Ourense-1977) , catedrático de Arqueología en la universidad de Cambridge y uno de los mayores expertos mundiales en el mausoleo del primer emperador. Pero la exposición tiene otros alicientes que la convierten en única. Ofrece piezas del mausoleo que nunca habían salido de China y aporta también guerreros de un segundo ejército de terracota, el del primer emperador de la dinastía Han, que son de la mitad de tamaño y se muestran desnudos porque con el tiempo se han degradado los ropajes.«A los visitantes les garantizamos un día que no van a olvidar. Y creo que regalar un día inolvidable ya de por sí justifica una visita», destaca Martinón-Torres. La muestra permanecerá abierta en Alicante hasta el 28 de enero.

 -¿Cómo está funcionado la exposición en los primeros días de apertura?

-Por ahora de maravilla. A ver si se mantiene el tirón La verdad es que la acogida ha sido espectacular. El aforo de público está completo todos los días y las visitas teatralizadas están reservadas hasta septiembre. También fue muy importante para nosotros la acogida de los chinos. Ha sido positiva hasta el punto de que el ministro de Cultura, medio bromeando, les dijo a sus directores de museos cuando vinieron a verla que tenían que tomar nota de cómo se hacía una exposición como la de España.

 -Ha dicho que se trata de la exposición de mayor calado en Europa en los últimos años. ¿Por qué?

Por varios motivos. Primero, porque evidentemente los guerreros de terracota que están en el centro de la exposición están viniendo a Europa por primera vez desde el 2018. Es la primera vez que salen de China desde la pandemia. Eso ya de por sí convierte a la exposición en un acontecimiento cultural de calado europeo. Pero a mayores hay otros dos factores que la convierten en especial. 

-¿Cuáles son?

-Uno que la colección que aquí presentamos no son solo guerreros de terracota, sino que hay casi 150 objetos que nos cuentan mil años de la historia china, seleccionados de nueve museos diferentes, lo que ya de por sí es una gesta, y cada uno de ellos perfectamente justificado y seleccionado para descubrirnos la historia, el arte, la cultura, la ciencia, los sabores y los sonidos de 1.000 años de historia de China para entender mejor el antes, el cómo y el  por qué de los guerreros de terracota. Pero también lo que sucedió después, porque hablamos, además, de la dinastía Han, que sucedió a la Quin, lo que de por sí hace que la exposición sea más impresionante. Y luego el otro factor es la cantidad de recursos que se han desplegado, tanto materiales como humanos, lo que también le da una gran relevancia. Es algo que no he visto en ningún museo, hasta el punto en que se ha cuidado la arquitectura, el diseño, la música… La música que se escucha en cada sala ha sido compuesta específicamente para ello, al igual que todos los espacios arquitectónicos, los olores de cada sala, los recursos audiovisuales,, Cada vitrina se ha hecho para los objetos que venían. Todo esto se traduce en una experiencia más rica, más inmersiva y más completa.

 -Hay piezas que nunca han salido de China. ¿Cómo cuáles?

 -Hay piezas de todo tipo de materiales, de piedra, de jade, de oro, de bronce, de cerámica. Siempre es difícil destacar alguna, pero que a mi me gusten particularmente tenemos varias campanas de bronce de grandísimo tamaño. Son una extraordinaria obra de artesanía por la complejidad de su manufactura, pero también nos acercan al mundo de los sonidos de la China antigua, porque el sonido de las campanas era un argumento fundamental de la vida cortesana y de los rituales que hacían para celebrar a los ancestros.

Tenemos también todos los guerreros y animales que se han descubierto en el mausoleo Han, donde hay también otro ejército de terracota. Por tanto, en esta exposición no presentamos uno, sino dos ejércitos de terracota. Uno, el que todo el mundo conoce, y otro que lo es menos, pero que es igualmente espectacular y que se hizo para un emperador Han, que se hizo enterrar a él y su emperatriz con miles de soldados de terracota. Solo que estos son un poco más pequeños, de medio metro de alto. Y tienen la singularidad de que en su día los enterraron con vestidos de verdad. Su ropa eran textiles auténticos, con lo cual no se han preservado a lo largo de los siglos, por lo que tenemos un ejército de guerreros desnudos. Es una imagen muy desconocida y sorprendente.

-Destacan también los carros de bronce.

-Tenemos dos réplicas de carros de bronce, porque los originales son muy delicados, pero que son extraordinarias y que son del primer emperador. Cada uno pesa 1.200 kilos y está hecho de 3.000 piezas diferentes, por lo que es una obra espectacular. Mostramos también los primeros objetos de oro que se encontraron en China, donde no había gran afición al oro. Y aportamos una pieza que a mi me parece muy importante, aunque sea modesta, que es una teja que al mismo tiempo es un epitafio. Es una teja en la que alguien rascó un nombre. Esa persona es una de las decenas, sino centenas de miles, de trabajadores del mausoleo, en su mayor parte esclavos, convictos de guerra, prisioneros o trabajadores forzados.

-Es la cara oculta de la historia

-Una cosa que hacemos en la exposición es visibilizar a estos invisibles de la historia, pero sin los cuales no podría escribirse. Entonces hacemos un pequeño homenaje a los trabajadores,  porque se han encontrado sus cementerios en fosas comunes,mal excavadas, muchos arrojados con señales de violencia. Le hacemos un homenaje allí mismo, en el mismo sitio donde están los propios guerreros que ellos construyeron y los visibilizamos como los verdaderos artífices de las piezas que apreciamos en esta y en otras exposiciones. A veces solo hablamos de guerreros y emperadores, pero también es importante hablar de artesanos, trabajadores, artistas, campesinos, que son los verdaderos artífices y protagonistas de la historia.

-Se dice que en el mausoleo del primer emperador trabajaron hasta 700.000 personas. ¿Es así?

-Hay un historiador Han, que es la referencia más cercana en el tiempo al primer emperador y que nos habla de él, que nos da un orden de magnitud, aunque hay que tener en cuenta que escribe unos 80 años después y pertenece a la dinastía Hun. Él escribe que trabajaron 700.000 personas en la construcción del mausoleo del primer emperador. Posiblemente sea una exageración, pero allí seguro que trabajaron decenas o cientos de miles de personas. Estos trabajadores vinieron de todos los confines del imperio y en los análisis genéticos que hemos hecho de sus restos humanos vemos que hay un gran número de fenotipos que hoy son comparables con las distintas poblaciones de toda la geografía de China, lo que parece confirmar esta idea de que todos los trabajadores fueron traídos de distintos confines del imperio y forzados a trabajar en esta obra.

 -Entiendo que traer esta muestra a España ha supuesto un enorme desafío logístico.

-Pues verdaderamente esto ha sido una gesta extraordinaria de la que no me puedo atribuir el mérito. Esto ha sido un gran trabajo del equipo de la fundación Marq y su museo aquí en Alicante, que desde el 2018 llevan negociando con los diferentes museos y autoridades de China y demostrándoles que aquí hay la capacidad material y profesional para montar una exposición de este calado. Las primeras conversaciones fueron del tipo: ¿Por qué en Alicante y no en Madrid?  Pero desde que en el 2018 o 2019 vinieron los primeros inspectores de China a ver el Museo de Alicante, comprobaron el trabajo que se hacía y el historial de otras exposiciones internacionales, pues fuimos progresivamente capaces de convencerles de que esto se podía hacer aquí,y además muy bien. Después hubo infinitas páginas con requisitos para garantizar la seguridad del transporte, la instalación en el museo, las piezas separadas para protegerlas de vibraciones. A mayores surgió por el medio el desastre de la pandemia, que obligó a aplazar la apertura dos años. Y luego fue muy difícil volver a reorganizar calendarios. Finalmente se pudo hacer, porque en cuanto empezó a abrirse China tras la pandemia, el primer museo con el que reconectaron fue el nuestro. Y por eso están aquí.

 -De los guerreros de terracota se han recuperado 2.000 figuras, pero se cree que puede haber 8.000. ¿Quedan muchos secretos por descubrir?

-Sin ninguna duda. Hasta ahora se han excavado y recuperado entre 1.500 y 2.000 guerreros, pero basándonos en la densidad con que aparecen y sabiendo el tamaño de la fosa pensamos que puede haber unos 8.000. Pero a medida que ahora se excava, y con técnicas más modernas, seguirá habiendo sorpresas con los guerreros. Pero las verdaderas sorpresas las esperamos en el propio mausoleo. 

-¿Por qué?

-No debemos olvidar que los guerreros no son más que un elemento relativamente pequeño y accesorio de una auténtica ciudad funeraria. El primer emperador se hizo enterrar en una ciudad completa desde la que él esperaba seguir gobernando eternamente. Entonces, en el centro sigue estando una pirámide en la que está enterrado, con su palacio subterráneo. Y alrededor de ello está todo lo que él necesitaba para disfrutar de la vida del más allá. Hasta ahora se han encontrado 120 establos, cada uno con su caballo y su ayudante de caballeriza, hay acequias con agua y aves de bronce, carruajes, fosas con concubinas, fosas con malabaristas y sirvientes de varios tipos… Y esto teniendo en cuenta que solo hemos excavado aproximadamente un 10 % de lo que tiene el yacimiento, por lo que queda mucho por descubrir. Hay 600 fosas y estructuras diferentes identificadas, de las que las que se corresponden con los guerreros de terracota solo son 3. Esto te da una idea de la escala y de lo que está por descubrir aún.

 -¿Entonces la idea de los emperadores chinos era gobernar también en el más allá?

-Eso está bien sabido. El primer emperador  se veía a sí mismo como un líder universal que estaba llamado a gobernar para siempre y en todo el mundo, esas eran sus aspiraciones. También hay que entender lo que hizo en su tumba dentro de un contexto más amplio, que es la concepción de la muerte en la China antigua. Decimos muchas veces, porque creo que es importante destacarlo, que en esta exposición nos metemos en un mundo de muertos porque la mayor parte de los objetos que allí vemos no fueron fabricados para ser compartidos con nosotros, los vivos, sino para irse al más allá, al mundo de los muertos. Los chinos creían, ya antes del primer emperador, que la vida seguía después de la muerte y que para disfrutarla tenían que llevar todo lo necesario. Entonces era común que la gente pudiente se enterrase con sus esclavos y sirvientes vivos, con sus concubinas, caballos, instrumentos para cocinar… Todo lo que necesitan. Antes del primer emperador se enterraban con cosas de verdad. Asesinaban a los caballos, a los esclavos, a las concubinas y los enterraban. Pero con la época del primer emperador la gente ya empezaba a enterrarse con representaciones en lugar de con originales. Es decir, no te entierras con siervos, sino con siervos de cerámica. Ni con campanas de bronce, sino que haces reproducciones de campanas en cerámica. En el mausoleo del emperador hay fosas que tienen caballos y concubinas de verdad, pero luego hay otras, como las de los guerreros, en las que tenemos representaciones idealizadas.

 -Las armas de los guerreros están intactas. ¿Tenían una tecnología muy avanzada para la época?

-Las armas son otro ejemplo de la combinación de cosas auténticas y representaciones. Los guerreros son representaciones, pero sus armas son auténticas y letales. Y sí, tenían unas tecnologías extraordinarias. Las armas aún siguen afiladas. Y hemos visto también mucha tecnología armamentística en la selección de los metales, en el afilado, en cómo se diseñan los gatillos de las ballestas… Pero también demostramos que el hecho de que las espadas de los generales aún sigan manteniéndose brillantes y afiladas no se debe a una tecnología misteriosa, sino a una casualidad geoquímica. Y es que el suelo de Xi'an tiene el tamaño de grano, el PH, la cantidad de materia orgánica, la humedad y el drenaje óptimos para la conservación del metal. O sea, fue una pura casualidad, lo que nos costó mucho demostrar.

 -Dígame en pocas palabras por qué valdría la pena acercarse a Alicante para ver la muestra.

-Porque en esta exposición les garantizamos un día que no van a olvidar. Creo que regalar un día inolvidable ya de por sí justifica una visita. Es un acontecimiento único en Europa en los últimos años que solo cuesta cinco euros y, además, hemos organizado la exposición de tal modo que es un regalo para todos los sentidos: para la vista, el oído, el olfato y también el tacto. 

 -¿Una exposición como esta podría traerse a Galicia?, ¿en un Año Xacobeo, por ejemplo?

-Desde luego que veo una exposición como esta en Galicia. Y sin que tenga que haber un año Xacobeo de por medio. Es algo que se deben plantear, porque Alicante no tiene nada que no tenga Galicia y existen los recursos y los equipos necesarios para organizar algo así en Galicia. Sería fantástico que se pudiera hacer.