Ana Vázquez: «En Mánchester vivía en la habitación del gas de la casa»

Alejandro García Chouciño
ALEJANDRO G. CHOUCIÑO LA VOZ / A CORUÑA

REINO UNIDO

Esta coruñesa trabaja como veterinaria de pequeños animales en Bristol tras irse de A Coruña en el 2015

11 feb 2020 . Actualizado a las 11:07 h.

Cuando terminó en el 2015 la licenciatura en Medicina Veterinaria, en la USC, Ana Vázquez (1991) tenía muy claro que su formación profesional sería fuera de España. «Las posibilidades de progresión son mucho mayores», señala. Su plan pasaba por irse a EEUU, con una parada inicial en Reino Unido «para dominar el idioma».

No obstante, sus planes se modificaron rápidamente al encontrar lo que quería en el país británico. «Aparte la idea de irme a Estados Unidos porque supondría renunciar a poder visitar a mi familia más a menudo», indica Vázquez.

Esta coruñesa ahora trabaja en Bristol como veterinaria de pequeños animales en una empresa que solo ofrece servicio de emergencias, pero para llegar a este empleo tuvo que pasar por otras dos ciudades inglesas. Su primer destino fue en Nottingham, donde realizó unas prácticas hasta que encontró un empleo como enfermera veterinaria en Mánchester. «Para llegar a donde estoy he tenido que pasar por fases no tan agradables», comenta Vázquez.

«Salía a las tres y media de la madrugada y tenía que ir a casa andando o en bici pasando por un polígono deshabitado y sin iluminación»

Sus inicios no fueron sencillos. Cuando residía en Mánchester realizaba jornadas maratonianas para poder mejorar su nivel de inglés: «Las prácticas eran de 22.00 a 8.00 y, al terminar, me iba directa al centro a clases intensivas de inglés desde las nueve a la una del mediodía». El horario que tenía cuando consiguió el puesto de enfermera tampoco era el mejor. «Salía a las tres y media de la madrugada y tenía que ir a casa andando o en bici pasando por un polígono deshabitado y sin iluminación. A veces había algún coche parado con las luces encendidas en medio del camino y me volvía al trabajo a esperar que amaneciera para volver a casa».

Los horarios no fueron el único obstáculo que tuvo que superar. «En Mánchester vivía en la habitación del gas de la casa, en un menos uno en donde la ventana era la alcantarilla», relata Vázquez.

«Tengo compañeros que han sido contratados por 2,5 euros la hora, explotados, sin ningún tipo de apreciación y bajo mucha presión»

Como se suele decir, todo esfuerzo tiene su recompensa. «Una vez que tienes algo de experiencia casi se pelean por ti, faltan titulados en UK». Un panorama que ve muy distinto en España: «Tengo compañeros que han sido contratados por 2,5 euros la hora, explotados, sin ningún tipo de apreciación y bajo mucha presión». Lamenta que las condiciones son muy precarias y que estas situaciones hacen que «sea una de las profesiones con mayor índice de suicidios en general».

Por el contrario, añade que en Reino Unido «los veterinarios están muy bien considerados. Tenemos un salario digno y unas condiciones excelentes en comparación con España».

«Si vuelvo no podría trabajar de lo mío. No mientras las condiciones no mejoren»

Confiesa que le gustaría regresar en un futuro a A Coruña, pero se le quitan las ganas cuando piensa en el trabajo. «Si vuelvo no podría trabajar de lo mío. No mientras las condiciones no mejoren».

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