Juan de Dios Martín: «Aún nos sorprende que triunfe lo latino porque no nos lo terminamos de creer»

Javier Becerra
Javier Becerra REDACCIÓN / LA VOZ

ESTADOS UNIDOS

JUAN DE DIOS MARTÍN, MÚSICO Y PRODUCTOR
JUAN DE DIOS MARTÍN, MÚSICO Y PRODUCTOR CHEMA RIOS

Instalado en Los Ángeles, el músico y productor coruñés graba con artistas consagrados y nuevos valores de la escena mexicana

20 feb 2020 . Actualizado a las 13:19 h.

El coruñés Juan de Dios Martin se fue hace unos años a buscar las Américas. Tras ser músico de bandas como Los Limones o Xoel López, a mediados de la década pasada viajó rumbo a Los Ángeles, desde donde trabaja en la actualidad. Entre otros, ha sido el productor de discos como Atlántico de Xoel López, Hacia lo salvaje de Amaral y TommyBarón de Barón Rojo. Su nombre también figura en la revisión de La leyenda del tiempo de Camarón. Y la actividad no para. De hecho, se encuentra estos días en A Coruña trabajando con la artista Carolina Rubirosa, con quien graba disco. «Es una artista muy versátil y estamos explorando por dónde ir. Tiene muy buen material y creo que va a salir algo muy bueno de ahí».

-¿Los Ángeles es otro nivel?

-Hay de todo, pero sí que es un poco jugar la Champions. Están los mejores de los mejores, pero también hay mucha gente en el medio que podría dedicarse a otra cosa.

-El mito en los ochenta y noventa decía que había que ir a grabar rock y pop fuera, porque en España no se lograba sonar bien. ¿Sigue siendo así?

-Es otra visión y cultura, donde todo es más común. Allí digamos que afrontas las cosas de otra manera. No es tanto que se sepan hacer o no hacer las cosas, sino cómo las haces. Por ejemplo, en España los músicos principalmente son de directo, gente que toca muy bien encima del escenario pero que no tiene tanta experiencia en el estudio, porque graban puntualmente. Sin embargo, en Estados Unidos hay gente que se dedica a estar todos los días en estudio de grabación. Luego está también el hecho de ir a grabar a Los Ángeles y decir: «¡Uau, estoy aquí!». Emocionalmente influye mucho.

-¿Usted tiene todavía esa sensación?

-Bueno, de repente vas a cenar y te encuentras a Steven Tyler, el de Aerosmith, en una pizzería. Dices: «¡Uau!» Y vuelves a los 14 años. Pero luego piensas: «Es que es normal, vive aquí». Y te acostumbras a ello.

-¿Se ve allí el bum latino?

-Sí, claro. Es algo que tenía que pasar porque se dan todos los condicionantes. El éxito del Despacito abrió la puerta a la sonoridad y luego vino todo lo demás. Pero tampoco es algo tan nuevo. Antes ya estaba Shakira, Ricky Martin y todo eso. Es decir, no es algo que haya pasado de repente. Aún nos sorprende que triunfe lo latino porque no nos lo terminamos de creer. ¿Por qué no se va a poder escuchar música latina?

-¿No tiene que ver que la industria se ponga del lado de los creadores latinos?

-La industria como negocio va a lo que vende, eso siempre ha sido así y seguirá siéndolo. Lo que ocurre con esa parte urbana reguetonera viene de muy atrás. Aquello era un estilo pequeño y de nicho que, con el tiempo, ha llegado al mainstream. Es igual que lo que ocurrió en su día con el grunge. Pero, además, yo creo que todo esto tiene que ver también con que la gente joven no tiene tantos prejuicios y mezcla todo, no como antes donde un heavy no podía escuchar a Mecano.

-¿Cuáles han sido sus últimos proyectos?

-Estoy entre Los Ángeles y México. El año pasado hice un disco en vivo con Alejandra Guzmán. Montamos una banda con músicos de Los Ángeles, entre los que estaban el teclista de Beck y el guitarrista de Alanis Morissette, es decir una banda de all stars. Dimos un concierto en el Roxy y lo registramos. Pero al mismo tiempo hay gente nueva. Acabo de grabar en México con un chaval nuevo que se llama Lua. Tienes 19 años hace un rollo acústico muy Beatles, que se ha hecho medio viral. Me gusta mucho desarrollar artistas. Me motiva mucho más crear que solo grabar el disco.

-Ha estado nominado a un Grammy Latino con Comisario Pantera, a los que produjo. ¿Es el «hit» de su etapa americana?

-Hombre, siempre es algo que te emociona. Toda esa mística de los Grammy, de cuando lo veías de pequeños en Canal+ y, de pronto, te ves allí, vestido de traje a ver si sale. Eso siempre mola. Para mí poder estar haciendo lo que me gusta y vivir de ello es el mayor hit.