El cubano Antonio Brañas Romay busca el rastro de su familia paterna en Sísamo, Carballo

Melissa Rodríguez
melissa rodríguez CARBALLO / LA VOZ

CUBA

.

Su padre, Antonio Brañas Barca, emigró a la isla caribeña desde la parroquia carballesa sobre el año 1907

24 may 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Antonio Brañas Barca tenía «unos 10-11 años» cuando emigró a Cuba desde Sísamo, Carballo, junto a su hermano Eliseo. Nació en el 1897. «Iban en busca de una mejor vida, allí no tenían a nadie». El que habla es el hijo de Antonio, Antonio Brañas Romay. «Pero Eliseo se quiso bajar en un puerto de otra provincia, mientras que mi padre continuó hasta la ciudad de La Habana. Desde aquel entonces, nunca más volvió a saber nada de él. No había móvil, las cartas tardaban, nada», reflexiona.

Así comienza la historia de Antonio Brañas Romay, cubano que busca el rastro de su familia paterna en la capital bergantiñana. Tiene 81 años, y como explica su hijo, también Antonio, Brañas Bravo, «le urge encontrarlos debido a su edad». Es una «ilusión» que tienen ambos.

Están afincados en Tenerife. Brañas Bravo lleva treinta años en las Islas Canarias. «Es lo que más se parece a Cuba de España», comenta. Ejerce de médico de familia. Él no quiso hacer su vida al otro lado del charco como sí fue el caso de su padre.

Antonio Brañas Romay se casó con América Pérez en La Habana, donde aún conserva su casa, pese a que desde hace «un año y pico» ya se asentaron en el archipiélago español. Y ya con anterioridad viajaban con asiduidad. Tuvieron un único hijo, Antonio Brañas Bravo, que tiene ahora 56 años, está casado y ya con dos descendientes que siguen la rama de la salud.

Antonio Brañas Barca, el que inició el viaje a Cuba junto a Eliseo, trabajó en una compañía americana de refinería. Allí formó una familia con tres hijos, de los que uno falleció y otro sigue en la isla caribeña. Todos, incluido Antonio Brañas Romay, siguieron el oficio de su ascendiente, quien tuvo «muchos hermanos, unos diez, hombres y mujeres, entre ellas, Victoria», explica su descendiente Romay. «Cuando mi padre vivía, tenía correspondencia con una familiar que residía en Montevideo, Uruguay, pero nosotros, fruto de la inexperiencia, perdimos el contacto», relata.

La familia de Antonio Brañas Romay nunca llegó a visitar el municipio carballés. Sí la ciudad de A Coruña. Trataron de localizar a sus parientes a través de allegados, pero sin éxito, aunque mantienen la esperanza de dar con su rastro. Antonio Brañas Romay busca a sus primos y demás descendientes en Sísamo. «Me dijeron que hay Brañas en Sísamo. Yo ahora no estoy en condiciones de viajar. Voy a Cuba porque me obligan para no perder la casa que tengo allí», expresa. «Yo, si me dicen que tengo familia en Sísamo, viajaría encantado para conocerlos», apunta su hijo Bravo.