Antonio Vilar, Tucho: «Quiero recordar lo que viví en La Habana, mi colegio y la carpintería que tenía mi padre»

Carla Elías Martínez
CARLA ELÍAS FERROL / LA VOZ

CUBA

Tucho posa con recuerdos de su familia en Cuba y con Cristina Cadena, organizadora del viaje
Tucho posa con recuerdos de su familia en Cuba y con Cristina Cadena, organizadora del viaje CESAR TOIMIL

Tras más de sesenta años sin volver a Cuba, este vecino de Ares viajará con la Agrupación Instructiva de Caamouco

06 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El aresano Antonio Vilar, Tucho (Seselle, 1951), cuenta los días que faltan para regresar a La Habana. «Quiero ir a recordar», señala. Lleva sesenta años sin pisar las calles de la capital de Cuba, en la que vivió de niño. Tucho es la tercera generación de una familia que comparte lazos entre Ares y Cuba. Sus abuelos Carmen y Francisco eran de Caamouco y emigraron a principios del siglo XX a la isla para trabajar como viveristas.

«En Cuba había unos barcos que se llevaban los viveros, que hacían la pesca entre el golfo de México y Cuba, se pescaba la famosa cherna. Mis abuelos eran patrones. Y en aquellos tiempos tenían que reclamarte para que pudieras ir, si no no te dejaba entrar el Gobierno cubano», explica. Y su padre Francisco y su tío, aunque nacieron en Caamouco, vivieron más de treinta años en Cuba. Emigraron en los años 20 y llevaron a sus hijos en los años sesenta. «Fueron a Cuba a buscar fortuna. Él, con unos veinte años, y mi tío fueron reclamados para ir a trabajar a los viveros», explica. Carpinteros de vocación, montaron un taller en el que trabajaron durante muchos años. Y fruto del negocio, Tucho y su hermano, aunque nacieron en Ares, pasaron parte de su infancia al otro lado del charco.

«Recuerdo el colegio, la zona donde vivía, Arroyo Naranjo, la carpintería de mi padre, que estaba en San Leonardo 173, los parques que había, el centro gallego...», destaca. Cuenta que cuando habían espectáculos iban al Centro Galego. Tiene buenos recuerdos de su vida en Cuba. «En aquellos tiempos la vida era muy buena, estaba prácticamente entrado Fidel en el Gobierno», señala. Así que el estallido de la revolución truncó lo logrado.

Así que su madre, María del Carmen, y Tucho emprendieron el arduo viaje de cruzar el Atlántico para regresar a Galicia. «Para allá fuimos en el Guadalupe y vinimos en el Covadonga. Era una media de veinte días de travesía», recuerda. En Ares les esperaban sus abuelos y tenían una casa. Mientras que su padre y su hermano tardaron cinco años en volver a España y encontrar aquí un trabajo, indica. Sobrevivieron con el dinero que les mandaba su padre, «mientras que pudo, luego se impidió». «Vivíamos con lo que teníamos. Fui a la escuela a Seselle y a la academia a Pontedeume y me metí en la Marina», señala. Con el paso de los años formó una familia en Ares, con su mujer, tres hijos y siete nietos, y nunca volvió a Cuba. Ni Tucho ni tampoco su familia.

Por eso es tan importante para él la iniciativa de la Agrupación Instructiva de Caamouco. «Voy a cogerme un par de días libres de las excursiones que tenemos programadas para ir a donde viví. No sé lo que hay ahora donde estaba el taller», señala.

Abierta la inscripción para el viaje previsto en octubre, con el que colabora el Concello de Ares

Acompañando a Tucho ya se han inscrito en el viaje más vecinos que nacieron en La Habana. La Agrupación Instructiva de Caamouco organizará por segundo año el viaje al país donde nació en 1911. La iniciativa, que estaba prevista para mayo de 2020, había sido cancelada en su momento por la pandemia. Ahora se reprogramará para el próximo mes de octubre, entre los días 19 y el 26. Será el segundo viaje, tres años después de emprender la primera visita en 2019.

Cuenta con 60 plazas disponibles y los interesados ya pueden apuntarse. El plazo de inscripción está abierto ya para todo el mundo, después de tener prioridad los socios en un inicio. Los interesados deben llamar al teléfono 606 146 787, en el que pueden pedir más información. El Concello de Ares colabora con la Sociedad en la promoción de esta segunda expedición a Cuba. Además del apoyo económico, el convenio permite a los vecinos de Ares tener prioridad a la hora de participar.