De Cuba a Sarria para ver por primera vez la casa natal de sus abuelos

Uxía Carrera Fernández
UXÍA CARRERA LUGO / LA VOZ

CUBA

Lourdes López, a la izquierda, en el reencuentro con una de sus primas este jueves en Sarria
Lourdes López, a la izquierda, en el reencuentro con una de sus primas este jueves en Sarria

Lourdes López, una nieta de emigrados, a sus 62 años está visitando el concello lucense para conocer a sus familiares

12 dic 2021 . Actualizado a las 20:03 h.

La cubana Lourdes López tiene 62 años y confiesa que está deseando tener nietos para contarles todas las historias de su familia. Conocer al detalle las vidas de sus antecedentes es un propósito que se marca desde hace décadas y, tras mucha investigación, acaba de viajar desde Cuba a Sarria para visitar la casa natal de sus abuelos y poner cara a sus parientes. «Es la primera vez que vengo y es muy emocionante».

Los abuelos de Lourdes nacieron en la parroquia de Ferreiros y ambos pertenecían a la misma familia, aunque nacieron en aldeas diferentes. Su amor no surgió en Sarria sino que se enamoraron cuando los abuelos de ella se habían trasladado a Madrid durante unos años y el abuelo de Lourdes fue a verla. En 1913, se vieron obligados a emigrar a La Habana y allí tuvieron al padre de Lourdes. La abuela de la cubana, como todas las mujeres en aquella época, se dedicó al cuidado de sus hijos, pero su nieta destaca que era una «excelente bordadora», por lo que también hacía encargos para tiendas de ropa de novia. Su abuelo era maestro de obra, pero falleció en Cuba cuatro años después de tener a su hijo. Así que fue la abuela de Lourdes la que conservó los recuerdos de la familia en Sarria.

«Ella fue la que me contó las historias de Ferreiros y me explicó cómo se vivía aquí», cuenta Lourdes. La añoranza de su tierra natal era tanta que su abuela incluso llegó a viajar desde Cuba a Madrid en los años 20 para volver a ver a algunos de sus familiares que se habían quedado. Pero nunca pudo llegar hasta Sarria. «Ahora yo por fin conseguí cumplir lo que ella no pudo». La vida de Lourdes en Cuba estuvo siempre dedicada al cuidado de los mayores de su familia mientras el resto de sus hermanos o parientes se fueron mudando a Europa. Todo cambió el año pasado, cuando su madre falleció: «Vine ahora a Galicia porque es la primera vez que tuve la ocasión de hacerlo», cuenta. Como sus abuelos nacieron en España, la cubana cuenta con la nacionalidad española, amparada por la Ley de Memoria Histórica, así que decidió organizar un viaje por Europa para conocer la tierra de sus antepasados.

Facebook y un libro

Mientras Lourdes cuidaba de sus familiares y no tenía la oportunidad de salir de Cuba fue investigando sobre su árbol genealógico. Además de lo que le narraba su abuela, su búsqueda cambió desde que en su país hubo Internet y desde que «cayó en sus manos» el libro del sarriano Alberto Somoza: Son de Ferreiros. «En esta publicación, Alberto, que ahora es amigo íntimo, recogía la genealogía de Ferreiros por casas y ahí pude llegar hasta las viviendas natales de mi abuelo y mi abuela», explica.

Tras indagar en el libro de Somoza, descubrió que en Ferreiros vivieron antepasados suyos de hasta ocho generaciones anteriores. Por otra parte, desde que tuvo acceso, Lourdes se introdujo en grupos de Facebook y páginas comunitarias de Internet de personas que también estaban buscando a sus familiares. Gracias a esta herramienta, antes de ayer pudo contactar con una de sus primas que todavía vive en Sarria.

Reencuentro con sus primas

Lourdes emprendió el viaje hace unas semanas, partiendo desde Miami, donde también se vacunó de covid. Tras volar hasta Madrid primero, llegó a Sarria, donde se hospeda con unos amigos de su país. Lo primero que hizo fue visitar las dos casas natales de sus abuelos, una de ellas todavía está habitada y la otra actualmente está cerrada porque pertenece a unos primos que viven en Barcelona. «Lloré cuando pude ver con mis ojos su vivienda; ni me imaginaba cómo era Sarria», relata emocionada.

Además, conoció por primera vez a sus primas que se quedaron viviendo en Sarria. «Fue un encuentro precioso y muy esperado por mí», afirma. La siguiente parada para la cubana es visitar a su hijo, que estudia un doctorado cerca de Roma, y volver a Cuba, aunque ya piensa en la manera de mudarse a Europa: «Aquí está toda mi familia, incluyendo la de Sarria».