La azarosa vida de Emelina Miranda y Ramiro Fernández, suegros de Fulgencio Batista

La Voz

CUBA

De izquierda a derecha, Fulgencio Batista, el cardenal Manuel Arteaga, Marta Fernández Miranda, esposa del dictador cubano, y Emelina Miranda, natural de A Pontenova, no de Ribadeo, como tradicionalmente se creía
De izquierda a derecha, Fulgencio Batista, el cardenal Manuel Arteaga, Marta Fernández Miranda, esposa del dictador cubano, y Emelina Miranda, natural de A Pontenova, no de Ribadeo, como tradicionalmente se creía BIBLIOTECA NACIONAL JOSÉ MARTÍ

Una hija de la pontenovesa y del chantadino se casó con el dictador cubano

26 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Emelina Miranda Casais marchó a Cuba para estudiar. Era de una familia acomodada de Vilameá (A Pontenova) y dos tías con buena posición en La Habana la llevaron para educarla en el prestigioso Colegio de las Ursulinas. Ramiro Fernández Ledo llegó en 1910 desde Chantada. Se hizo mecánico y compaginaba su oficio con el de chófer del autobus del colegio. Ahí se conocieron. El azar, más que la prudencia, rigió sus vidas y se casaron. Tuvieron cuatro hijos. La mayor, Marta, los convirtió en suegros del Presidente de Cuba, Fulgencio Batista, y a sus tres hermanos en baluartes de su regimen. Emelina volvió varias veces a España pero Ramiro sólo una, en 1937, para defender la República.

Emelina no era de Ribadeo, como se cree, sino de Vilameá. Su partida de bautismo dice que allí nació el 5 de enero de 1894, registrada como Emelina Miranda Casal aunque en Cuba modificó su apellido por Casais. Su padre, Manuel Miranda, y sus abuelos paternos eran de Vilameá y su madre, Manuela Casal, y los maternos, de Vilaouruz. En su tesis Fulgencio Batista: Cuba a través del personaje, Andrea Alcántara Janeiro dice que la razón de adscribirla a Ribadeo puede ser la división territorial de Javier de Burgos en 1933 que originó las actuales provincias y partidos judiciales. El de Ribadeo incluyó los concellos de Cabarcos, Ribadeo, Trabada, Vilameá y Vilaoudriz. De ahí que en la relación de los Miranda y Ribadeo se entienda éste como partido y no como villa o ayuntamiento.

Dos tías y las Ursulinas

Pardo de Neyra, por su parte, dice que la de Miranda fue una de las estirpes más destacadas de la hidalguía gallega, ligada a las Tierras de Miranda que, en el Antiguo Regimen, formaban Riotorto, Trabada, A Pontenova y zonas de Asturias. En la saga, destacaron, Pedro de Miranda, Caballero de Santiago en 1667. Mariana Miranda, casada en 1817 con el Capitán General de Galicia, Manuel de Latre. Elena Miranda, esposa de Narciso Obanza Alonso, hijo del banquero ribadense. Y Adriano Miranda, que cedió la capilla de San Caetano en 1913 a Celeiro de Mariñaos.

Uno de los hijos de Emelina ?Roberto, general cubano- escribió en sus Memorias que la familia de su madre no era humilde sino que tenía recursos y patrimonio aunque no posibilidad de dar estudios a la niña. La casualidad hizo que dos tías ricas y emigradas en La Habana, que visitaban Vilameá, llevaran a Emelina en 1914 para educarla en las Ursulinas. Querían que fuera una señorita distinguida y una mujer de provecho.

Por su parte, el padre de Ramiro Fernández Ledo, Manuel, participó en Cuba en la guerra mambí. A su vuelta se casó en 1885 en San Fiz de Asma (Chantada) con Rosa Ledo Castro y tuvieron cuatro hijos. Uno de ellos, Ramiro, que nació en 1888, marchó a Cuba para huir del servicio militar. Y en Cuba fue donde el destino se subió al autobus que conducía…

Una primera dama abanderada de causas humanitarias e hija adoptiva de Ribadeo

Cuando Emelina y Ramiro se casaron ella era una adolescente y él un mecánico que tenía un pequeño taller del que la familia vivió largo tiempo. De sus cuatro hijos, Lilia, Roberto, Cecilia y Marta, fue esta última la que dio otra vuelta de tuerca a sus vidas.

En 1938, Marta contaba con 15 años y el coche del entonces coronel Fulgencio Batista la arrolló cuando circulaba en bicicleta por el Vedado. Él la visitó a diario en el Hospital Militar y en 1945 se casaron, tras divorciarse él de su primera esposa, Elisa Godínez. Ya casados vivieron entre Nueva York y Daytona Beach, en Florida. Él vivía retirado de la política. Ejerciera el poder de 1933 a 1939 con un gobierno títere y de 1940 a 1944, de forma democrática y constitucional, un periodo tras el que se exilió en Estados Unidos.

Una especie de Eva Perón

Al regresar, en 1952, dio un golpe de Estado y fue Dictador de Cuba hasta el 1 de enero de 1959 cuando huyó del país tras el golpe de Fidel Castro. Fue en esta última etapa cuando Marta se convirtió en Primera Dama, copó todo el protagonismo y catapultó a su familia. El batistato la aprovechó por su belleza y juventud y la convirtió en abanderada de causas humanitarias. Una especie de Eva Perón ?le llamaban Marta del Pueblo o Marta del Pobre- que no se inmiscuía en política sino en labores sociales.

A Batista ?de origen humilde y mulato- nunca lo aceptó la aristocracia cubana y ella fue su mejor propaganda. Su labor y fama traspasaron fronteras y se sucedieron los homenajes. En octubre de 1957, el Concello de Ribadeo, presidido por Pancho Maseda, la nombró Hija Adoptiva por ser su madre «natural de este antiguo Condado» y por «sus atenciones y caridades con los hijos de esta Comarca en Cuba». No fue el único homenaje a la familia. En julio de 1953, su madre, Emelina, fue homenajeada por el Centro Gallego de Madrid con una cena en el Hotel Ritz. Asistieron un joven Fraga Iribarne; el presidente de la Diputación de A Coruña, Diego Delicado; el alcalde de Betanzos, Tomás Dapena; Lobo Montero; etc.

El marido regresó a España en 1937 para defender la República y los otros tres hijos apoyaron el batistato

El matrimonio de Marta con Batista cambió la suerte de su familia que se entregó con fervor al batistato. Y eso que el padre, Ramiro, regresó a España en 1937 para defender la República cuando su hermano Ramón fue detenido e inhabilitado por los franquistas. Al llegar, él mismo fue encarcelado dos meses en Lugo antes de que le obligaran a volver a Cuba. Cuando Batista dio el golpe de Estado el 10 de marzo de 1952, la casa de Emelina sirvió para recluir a los detenidos. Y el propio Ramiro se quedó en Kuquine, la finca del dictador, con un pelotón para defender la familia y los bienes en caso de fracaso…

Todos se enriquecieron con cargos y acciones en empresas y sociedades ligadas a Batista. Marta ?que hizo una gran labor en dispensarios infantiles, hospitales, apoyo al arte, etc.- figuró en el Guiness World of Records en 1962 como una de las mujeres más ricas del mundo. Su hermano Roberto fue general, ministro de Deportes, dueño de hoteles y socio de Codeco, la constructora del gobierno. Lilia se casó con Carlos Salas, Ministro de Sanidad en 1957. Y Cecilia, con Rafael Saladrigas, hijo de un ex presidente y secretario de Obras Públicas en tiempos de furor constructivo en Cuba.

La suerte de la familia se torció la Nochevieja de 1958 cuando el castrismo tomó el poder en el que sigue 62 años despues… Batista, Emelina y su familia salieron al exilio en tres aeroplanos. Llevaban una fortuna que algunos ?Guillermo Jiménez, entre otros- cifran en 300 millones de dólares. Y dejaban atrás una vida azarosa, turbulenta, agitada… Emelina murió en Madrid en 1968, Batista en Marbella en 1973 y Marta en Palm Beach en 2006. Todos fueron enterrados en Madrid.