Un nieto de Manuela Mon, emigrante de San Cibrao, exporta chorizos a Cuba

MARTÍN FERNÁNDEZ VIZOSO

CUBA

Miguel Ángel Alvelo envía a Centroamérica chorizos de primera calidad

05 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Muchos años despues de que su bisabuela, Manuela Mon López, de San Ciprián (Lugo), marchara a Cuba, su bisnieto, Miguel Angel Alvelo Céspedes, regresó a Galicia en el 2001 y, con ayudas de la Xunta para retornados, abrió Comercial Alvelo en Baiona (Pontevedra). Su abuela guardó su pasado en una maleta y subió al barco en 1920.

Cuando bajó de él en Camaguey, se ganó el pan regentando un colmado en el que el producto estrella eran unos chorizos parecidos a los que recordaba de su infancia. Cien años más tarde, su bisnieto exporta a Centroamérica chorizos de primera calidad, al estilo casero, ahumados en aceite y en conserva. En su edición de lujo, los empaqueta en una maleta de madera. A la vida le gustan las simetrías, los paralelismos y los contrastes.

Manuela Mon nació en San Ciprián (Lugo) en 1901 y se casó en 1920 con Manuel Castelao Linares, de Avilés. El matrimonio emigró a Cuba y se instaló en Camaguey donde ella abrió una tienda de productos españoles en una calle próxima a la Audiencia Provincial. Su buena ubicación hizo que el lugar fuese muy concurrido por personal de la judicatura pues tenía, además, un cómodo aparcamiento.

En su tienda, Manuela elaboraba unos chorizos, al estilo de los que recordaba en su infancia, que obtuvieron gran aprecio del público. Con el tiempo, el negocio fue creciendo y ofrecía tambien servicio de hospedaje y fonda para compatriotas emigrantes.

Manuela y Manuel tuvieron cinco hijos: Alfonso, Guillermo, Enma, Carmen y Angela, la abuela de Miguel Angel, el empresario de Comercial Alvelo y tio de Alvelo, el futbolista del Celta de Vigo retirado en 1988 tras un accidente de tráfico que le produjo una lesión medular irreversible.

Miguel Angel, siguiendo la estela de su bisabuela, heredó el gusto por la calidad en la restauración y desde Baiona puso en el mercado chorizos de primera calidad con una original y lujosa presentación. Con un precio asequible y en dos tipo de lata ?de 500 y de 1.000 gramos-, Alvelo escogió ese material por ser mejor para la conservación y el transporte y porque cumple con la normativa fitosanitaria de las aduanas.

También porque garantiza un largo periodo de caducidad al asegurar hasta cuatro años para la consumición del producto en óptimas condiciones.

Para la edición de lujo, Alvelo -que está casado con Elena Pérez Pardo, profesional de la distribución de productos gourmet de Galicia- diseñó una maleta de madera en la que caben los dos formatos elegidos para llevar al mercado esa conserva. Está inspirada en la figura del emigrante gallego y, en especial, de su abuelo, Miguel Alvelo Gil, de San Mamede da Torre, en Taboada (Lugo). Por el momento, Chorizos Alvelo se distribuyen en Centroamérica a través de agencias de viaje, logística y transporte a Cuba, tiendas “duty free” y distribuidores de importación y exportación.

El Miño, la famosa marca del lucense Severino Abuín

El chorizo siempre estuvo presente en la cultura gastronómica de Cuba. A principios del siglo pasado, eran célebres los llamados “trevijanos” de la empresa Trevijano, Armas y Cía. Pero los de mayor fama, prestigio y consumo fueron Chorizos El Miño, de la firma Abuín, López y Cía fundada por el lucense Severino Abuín en 1925. Llegó a contar con 50 trabajadores y se radicaba en Calzada de Ayestarán 361 de La Habana.

Abuín nació en Lugo en 1904 y emigró a Cuba en 1920. Comenzó de cajero y luego fue vendedor de una compañía importadora. En 1925 creó su propia empresa Chorizos El Miño. El negocio le fue bien y en 1930 amplió instalaciones y se casó con la lucense Generosa Varela.

En 1947, Abuín construyó una nueva planta en La Habana y comenzó a exportar productos cárnicos a Estados Unidos. Los chorizos iban enlatados en manteca de cerdo, en latas grandes para restaurantes y tiendas y en más pequeñas para consumo del hogar. La fachada de su edificio en la calle Ayestarán se convirtió en una gran vidriera en la que exhibía sus productos. Llamaba la atención por su pulcritud, sus enchapes de mármol y granito y sus grandes paños de vidrio.

En 1962, el castrismo le confiscó la fábrica y regresó a Galicia. Sólo estuvo un año y marchó a los Estados Unidos para volver a empezar de cero. Se asoció con una empresa de salchichas de New Jersey y en 1969 ?con 65 años cumplidos- se independizó. Construyó en la ciudad de Elizabeth su propia empresa, denominada 814 Américas Inc., y siguió elaborando chorizos El Miño y otros productos al estilo español. La firma, que hoy continúa en funcionamiento, destaca en su web que produce “con el mismo orgullo, empeño, calidad y dedicación de toda una vida del señor Severino Abuín”. Las instalaciones que le confiscaron en La Habana son hoy sede de Cubacatering, fábrica cubana de embutidos y fiambres para consumo de pasajeros de avión.

Una empresa de Tapia exporta a los EE.UU. un caldo gallego que denomina Vegetable Soup

Los chorizos El Miño, de Severino Abuín, tienen particular aceptación en Estados Unidos, Cuba y Puerto Rico. Los gallegos que visitan esos países y los encuentran, se sorprenden pues se trata de un producto de la tierra pero, en este caso, fabricado en los Estados Unidos, concretamente en la ciudad de Elizabeth, Nueva Jersey. Salen al mercado de la mano de la empresa 814 Américas Inc. en la que el recuerdo del gran emprendedor lucense sigue muy presente. Tanto es así que, a pesar de la nueva denominación de la compañía, siguen añadiendo la frase “formerly know as S. Abuín Packing” para que quede claro que los chorizos galaico-norteamericanos continúan haciéndose con la misma calidad e iguales ingredientes que determinara su fundador.

La empresa abrió otras líneas de mercado, tambien exitosas, con los chorizos Riojano y los salamis Higueral. Pero la marca más importante sigue siendo la gallega El Miño, por el prestigio asociado al producto.

Otros artículos gallegos gozan de igual crédito y reputación, sobre todo en Miami y Puerto Rico. En la mayoría de los supermercados de esos países se pueden encontrar latas de caldo gallego, eso sí, made in USA… Son tres las principales cadenas que lo ofertan: dos americanas que lo presentan como Galician Brand Soup y como Collard Green Soup y con ingredientes básicos como tocineta, jamón molido y chorizo. El tercer tipo de caldo gallego es de importación: lo elabora la firma Albo en Tapia de Casariego (Asturias) y lo denomina Vegetable Soup…