Mondoñedo homenajea a Andrea López Chao y a Manuel García Olano

Martín Fernández

CUBA

Retrato de Andrea López Chao
Retrato de Andrea López Chao Archivo Martín Fernández

Ella fue maestra feminista en Cuba y él presidió el Centro Gallego de Buenos Aires

31 may 2021 . Actualizado a las 11:57 h.

Mondoñedo homenajeará el 12 de junio a dos de sus emigrantes más ilustres y solidarios. La primera, Andrea López Chao, maestra, directora del centro de enseñanza del Centro Gallego de La Habana, primera mujer vicepresidenta de Hijas de Galicia y pionera feminista en el I Congreso Femenino de Cuba en 1923. El segundo, Manuel García Olano, presidente del Centro Gallego de Buenos Aires y creador de una Bolsa de Trabajo que ocupó a más de 1.400 paisanos. Si hay algo transversal y que suscita unanimidades son los derechos y la dignidad de la mujer y el empleo y la ocupación. A los promotores del acto ?el alcalde, Manuel Otero, y su antecesora, Elena Candia- no parece faltarles olfato, ni solidaridad, ni sensibilidad social y cultural…

Andrea nació en 1874 en Mondoñedo y murió en La Habana en 1954. Era hija de Antonio López Reimóndez y de Francisca Chao Rodríguez y hermana de Vicente y de Samuel López Chao. Este último, nacido en 1871, fue niño de coro, flauta, clarinete, violinista, tenor y salmista de la Catedral. Se casó en 1898 con Pascuala Díaz Lodeiro, murió en 1910 y tuvo tres hijos: Aurora, María y Jesús López Díaz (1899-1982), también niño de coro y flauta de la capilla de música de la Catedral y empleado de la Imprenta de Edesio Mancebo de la que llegó a ser propietario.

Samuel, Segunda y Fernando

Jesús López Díaz se casó con Ramona González Lorenzo con la que tuvo tres hijos que hoy viven, entre el general aprecio, en Mondoñedo: Samuel (casado con Teresa Otero Lombán), Segunda (con Pascual Ares Robles) y Fernando López González (con Josefa Cruz Sánchez). Fernando ?fuente, con Andrés G. Doural, de estos datos- es el filántropo que donó hace poco de modo altruista el Museo de la Imprenta que, individualiza y distingue a Mondoñedo en Galicia y España.

Andrea L. Chao fue maestra en Paradabella (Fonsagrada) y Lindín, Couboeira y Viloalle (Mondoñedo). En 1904 ganó la plaza de directora del colegio del Centro Gallego de La Habana con un sueldo de 75 pesos oro mensuales. En 1924, ella misma propuso que el centro llevara el nombre de la ilustre penalista ?“cada escuela que se abre es una cárcel que se cierra”- y escritora gallega, Concepción Arenal. Fue directora al menos hasta 1947 según informa el Diario de la Marina del 23 de julio de ese año.

El plantel se creó en 1880 para atender a 109 alumnos. En 1890 eran 1.464 y en 1904, al llegar Andrea, tenía 3.000 alumnos matriculados. El centro duró hasta 1961 en que fue expropiado por el castrismo. Siempre destacó por la calidad y moderna pedagogía de su equipo docente donde destacaron Vicente Fráiz Andión, Núñez Sarmiento, Elisa Losada o Andrea L. Chao. Miles de hijos de gallegos y muchos emigrantes se formaron en sus aulas donde se impartía enseñanza primaria, media, Comercio, Taquigrafía, Corte y Confección, Bellas Artes y Música.

Olano creo la farmacia del centro gallego y una oficina que ocupó a 1.400 paisanos

El otro homenajeado el día 12 será Francisco García Olano. Nació en la calle del Puente en Mondoñedo en 1870 y murió en Buenos Aires en 1933. Era hijo de Venancio García, de Quireza (Cerdedo) y de Guadalupe Olano, de Villalba. Su padre era un canteiro que se casó en Villalba y se avecinó en Mondoñedo por trabajo. Un hijo suyo, hermano de Francisco, fue alcalde de Villalba.

García Olano emigró a Buenos Aires en 1887 y fue comerciante de éxito y respeto. En 1905, cuando un grupo de gallegos fundó el Banco de Galicia, fue elegido síndico para cuidar los intereses de los accionistas. Luego pasó a formar parte del gobierno de una entidad que hoy es el mayor banco comercial privado del país y está en manos de descendientes de la familia gallega Escasany y de las argentinas Ayerza y Braun Menéndez.

El mindoniense fue presidente del Centro Gallego de Buenos Aires de 1923 a 1926. En su mandato, creó la Farmacia Social, incrementó los socios de 9.818 a 16.076 y creó una Oficina de Trabajo para ayudar a emigrantes que llegaban desprotegidos. En solo dos años, dio trabajo a 1.400 paisanos.

Adquirió también seis fincas colindantes con el edificio del Centro Gallego para ampliar sus instalaciones y servicios y el terreno en el que se asienta el panteón social en La Chacarita.

 García Olano -uno de los mejores presidentes de la historia del Centro Gallego que dejó un superávit de 287.197 pesos- fue el encargado de recibir el histórico vuelo del avión Plus Ultra en 1926 que enfervorizó a la colectividad y le dio autoestima y supremacía frente a otras colectividades. Hasta el presidente argentino, Marcelo T. Alvear, se hizo socio del Centro Gallego.

Pidió un cambio de rol de la mujer en la familia y la sociedad

Andrea López Chao (1874-1954) se casó con el mindoniense Santiago Ares Cabanillas (1873-1912) con el que tuvo dos hijos: Aurelio, casado con Estela Freijo, murió en 1969 sin hijos; y Oscar, unido a una hermana de la anterior, Graciela Freijo Valdés, murió en 1945 y tuvo tres hijos, Isabel, Sergio y Oscar.

Andrea enviudó con 38 años y dos niños de 8 y 9 años. Siguió al frente del colegio del Centro Gallego y participó en movimientos de vanguardia que germinaban en Cuba. Así, tomó conciencia de lo que denunciaba la feminista Hortensia Lamar: «Una fuente abastecedora de la prostitución es la inmigración. La española que viene honrada a trabajar y reunir dinero para mandar a su aldea. Muchas sucumben en la travesía y otras aquí, donde las sociedades regionales no les dan protección alguna. La mayoría es explotada por paisanos, primos o el novio. Y así va rodando a la abyecta esclavitud».

Desde su origen, el Centro Gallego funcionaba en torno a los hombres y excluía de sus servicios a las mujeres. Periodistas como el barreirense J.R. Somoza, Blanco Torres o Mercedes Vietto denunciaron esa situación y la marginación étnica y de género de la mujer. Andrea se sumó a esa lucha y participó, junto a Solidaridad Pontevedresa, en la creación en 1917 de Hijas de Galicia para ayudar a las desamparadas emigrantes que solían trabajar de criadas, sin derechos, mal pagadas o arrojadas a la prostitución.

Su primer dirigente fue Avelino Pérez Vilanova. Y de A Mariña fueron tres los presidentes: Luis Cotarelo Reinante (1933-1935), de Ribadeo; el riotortense Antonio Bouso (1942-1944 y 1946-1949) y Luís Fernández Albo, de Viveiro, (1949 ? 1951).

Desde sus inicios, los hombres gobernaban Hijas de Galicia. Pero en 1919 se reformó el Reglamento para dar entrada a mujeres y la primera en hacerlo, como vicepresidenta fue Andrea. En 1924, la sociedad abrió el Hospital Concepción Arenal y en 1938 su

Balneario. No hubo sociedad de mujeres igual en el mundo. Cuando fue intervenida por la dictadura castrista era la de mayor número de socias del país: 101.057.

En su representación, y por el respeto social que tenía, Andrea fue elegida para intervenir en el I Congreso Femenino de Cuba en 1923. Andrea denunció los abusos; defendió la familia como base de regeneración social por medio de la educación y la tradición; y demandó un cambio radical del rol de la mujer en la familia y en la sociedad para ser eje transformador de ambas en la búsqueda de una sociedad mejor.