Borja Montero, entrenador gallego retornado de China: «Volver foi o mellor»

luis conde MONFORTE

ASIA

El técnico, que trabaja para la Federación China de Fútbol, dice que no pasó miedo, pero cree que es lo más adecuado mientras dure esta situación

01 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El entrenador de Pantón que forma parte del cuadro técnico de la Federación China de Fútbol, Borja Montero, ya está de regreso. «Volver foi o mellor», afirma. El brote de coronavirus originado en la ciudad china de Wuhan provocó que la federación recomendara a todos los técnicos, entre ellos a Montero, que abandonara el país asiático mientras dure esta situación. «O pasado día 23 collemos vacacións e desde a federación dixéronnos que tomaramos certas precaucións, e de feito déronnos mascarillas. Pero todo dentro dun ambiente de tranquilidade, xa que onde vivo eu, que é en Mianyang, na provincia de Sichuan, hai 1.000 quilómetros de distancia con respecto a Wuhan. Pero o día 26, xusto antes de comezar de novo os adestramentos, xa me dixeron que o mellor é que me viñera por precaución, e de feito suspendéronse as competicións oficiais», comenta.

El técnico admite que en ningún momento pasó miedo, aunque reconoce que el hecho de volver fue lo mejor. También afirma que a pesar de la distancia entre Mianyang y Wuhan, unas horas antes de venirse salió a un centro comercial y vio a menos gente y con mascarilla. «Vas vendo na televisión que cada vez hai máis mortes e máis contaxios, e aínda que medo non tes, si podes volver para a casa, mellor, así estás uns días tranquilo», añade. Montero llegó a Galicia el pasado miércoles, y lo hizo en un vuelo que salió de Mianyang. Hizo escala en Doha, aeropuerto en el que tuvo que pasar un control. «Foi un de temperatura moi sinxelo, sen máis», dice. A su llegada a Madrid no tuvo que hacer ningún otro control: «Aquí nada. Víñenme para a casa e a facer vida normal ata que marche de novo». Su vuelta a China se producirá cuando se lo indiquen desde la federación del país asiático.

Esta es la segunda etapa de Borja Montero en China. En la primera ocasión estuvo una temporada y media y en esta lleva seis meses. Es el entrenador de porteros del Sichuan FA, conjunto de la federación, y coordinador de guardametas de todas las categorías del ente federativo.

Una gallega en China: «No tengo ninguna intención de irme»

Reside en Shanghái y no sale de casa sin mascarilla, pero no tiene miedo. Así vive el brote de coronavirus

uxía rodríguez

Alejandra Carreira González tiene 23 años y, desde hace año y medio, China es su hogar. Esta bioquímica recaló primero en Pekín para estudiar un máster que, este año, la ha llevado hasta un laboratorio de Shanghái. Allí está viviendo el brote de coronavirus.

«A día de hoy, si vas a un supermercado no hay ni verdura. Lo único que puedes comprar es la típica comida prefabricada. Nada fresco», cuenta. Al virus hay que añadir las vacaciones por el Año Nuevo chino. «Antes de que explotase todo el tema del coronavirus ya me habían adelantado que la ciudad iba a estar desierta. Hasta me habían dicho que comprara comida para toda la semana. A todo esto se ha sumado la alerta», cuenta desde su casa en la ciudad más poblada de China. «La noticia me pilló en Hangzhou. Una localidad que está entre Wuhan y Shanghái. Ese día todo cambió. En mi empresa me dijeron que no volviera al trabajo en dos semanas. Quieren que pase un posible período de incubación por si me contagié durante el viaje», relata totalmente tranquila. «Fui al laboratorio para recoger mi ordenador, pasé por la garita de seguridad y me di cuenta de que alguien me estaba persiguiendo. Llegó un hombre y me midió la temperatura con un termómetro con el que ni siquiera me tuvo que tocar la frente. Como no tenía fiebre pude pasar».

No se plantea volver a Galicia durante estas vacaciones improvisadas. «Pensé en irme unos días a Camboya o Vietnam, pero lo he descartado. Están comenzando a sitiar la ciudad. Muchas autopistas están cortadas y cada vez son más las compañías que han cancelado los vuelos», dice. «Volví a casa en Navidad. Si esto hubiera estallado antes, me hubiera quedado un tiempo más», reconoce. Por ahora, no tiene pensado volver. «En principio, no tengo ninguna intención de irme». Eso sí, no sale a la calle sin protección. «Aquí todo el mundo va con mascarilla a todos lados, yo incluida. Están completamente agotadas. Es imposible conseguirlas. Cuando coges un DiDi (el Uber chino) te envían un mensaje recordándote que tienes que llevarla puesta», cuenta Alejandra.

«Me asusta un poco el momento en el que terminen las vacaciones y la gente vuelva. Esto se va a llenar de personas que han estado en la zona de Hubei. Otra de las cosas que me comienza a preocupar es que estoy viendo cómo muchas universidades están retirando las becas a la gente de aquí. A un amigo mío colombiano que estaba estudiando teatro con una beca muy prestigiosa de la Universidad de California, se la han cortado este mes porque quieren que se vuelva», comenta. «Por ejemplo, en la residencia donde yo estudiaba en Pekín les obligan a medirse la temperatura una vez al día y les han dicho que si salen de allí no podrán regresar».

Aún así cree que la situación se está dramatizando en Europa y asegura que, tanto el Gobierno como los ciudadanos chinos, han reaccionado bien. «Se han quedado con la fama del SARS, pero han aprendido. Además, hay que tener en cuenta la relación entre el número de afectados y la población. No es lo mismo 1.000 contagiados en A Coruña, que 1.000 en una ciudad de 26 millones de habitantes. El porcentaje de muertes también es bajo», reflexiona. «Seguiré extremando las precauciones, pero poniéndonos en el caso de que me contagiara, es una gripe fuerte. No creo que sea para tanto», dice.