La historia «gallega» de Ohana Tanzania

Alejandra Plaza ZÚRICH

SUIZA

Cedida por la fundación Ohana Tanzania

Una pareja ourensana une Suiza y Tanzania en una causa humanitaria

11 dic 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

En el corazón de Suiza, una pareja gallega —decidida a marcar la diferencia—, junto con varios colaboradores apasionados, ha iniciado un proyecto que ha extendido sus raíces hasta África, específicamente en Tanzania.

Esta pareja valiente, formada por Estela Yánez y Diego Pérez, dos ourensanos asentados en Suiza, junto con Noemí Barrio y Marie Dutrannoiis, ha dado vida a Ohana Tanzania, una organización no gubernamental que nació de una llamada profunda a la solidaridad y la acción. El impulso para fundar Ohana Tanzania se materializó durante un viaje a África, donde la pareja se enfrentó a la cruda realidad de la falta de acceso a la educación en ciertas regiones.

La semilla de ayuda fue plantada y la determinación creció. En enero del año pasado, la líder del proyecto decidida a hacer un cambio tangible, regresó sola a África. Allí, la idea de construir una escuela en Zanzíbar cobró vida. En un giro inspirador del destino se cruzó con el madrileño Diego Armando García quien hace tres años lo dejó todo atrás para emprender una nueva vida en África. Es el fundador de la asociación Aheri en Bukoba, Tanzania.

Aheri ya estaba haciendo grandes avances con un orfanato y, tras una conversación llena de esperanza, surgió la posibilidad de unir fuerzas. Diego García propuso construir la escuela al lado del orfanato, ya que compartir recursos facilitaría la realización de ambos proyectos. La propuesta fue recibida con entusiasmo y así comenzó la búsqueda de fondos. La pareja ourensana y sus colaboradores exploraron diversas opciones para recaudar dinero y, finalmente, decidieron organizar una comida benéfica en Suiza. La comunidad respondió con gran generosidad y el evento resultó ser un éxito rotundo. Lo que hizo que esta comida benéfica fuera aún más especial es que parte de la comida y los postres fueron elaborados y donados por la asociación cultural A Roda, donde la mayoría de sus integrantes son de A Costa da Morte y de Bergantiños. Las mujeres de la asociación se unieron al esfuerzo preparando deliciosos postres como un gesto solidario. La colaboración entre estas organizaciones no solo demuestra la unión de comunidades a nivel local e internacional, sino que también destaca la importancia de la solidaridad intercultural. Cada plato, cada sonrisa, muestra y representa el esfuerzo colectivo para construir un futuro mejor para unos niños cuyas carencias son muchas.

El proyecto no se detiene aquí. Con el dinero recaudado y el espíritu renovado, este joven matrimonio y su equipo tienen planes para organizar una gala benéfica en Ourense. Esperan que el Ayuntamiento les brinde la oportunidad de llevar a cabo este evento en el auditorio ourensano que, seguramente, contribuirá aún más a la causa de Ohana Tanzania y de la Asociación Aheri. Para ello, explican, la concejala del área les está aportando una gran ayuda y colaboración en el proceso.

En un mundo donde a menudo escuchamos historias desafiantes, estas personas nos recuerdan que la empatía y la acción pueden marcar la diferencia.

La obra de Ohana Tanzania no solamente desarrollará una escuela, sino también lanzará puentes de esperanza y oportunidades para aquellos que más lo necesitan.

La historia de esta fiesta benéfica es un recordatorio poderoso de que, cuando las manos se unen, el cambio es posible.

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