Nace OllarBlick, un puente de unión entre Galicia y Suiza con imágenes y objetos

Santiago Garrido Rial
s. g. rial CARBALLO / LA VOZ

SUIZA

ABELENDA

Dos hijos de emigrantes, uno en cada país, activan una red que busca mitigar la melancolía de la distancia

20 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La emigración en Suiza no es lo que era, dada la proliferación de medios de transporte regulares (aviones, autobuses, taxis, obviamente los vehículos particulares), los de comunicación, y desde luego las redes sociales, que permiten a muchas personas de Galicia o de alguno de los 26 cantones helvéticos saber la vida familiar, vecinal y hasta el tiempo que hace en su lugar de origen o destino antes que los propios residentes en ese punto.

Pero la melancolía de la distancia es inevitable, y a veces se mitiga con webs o espacios en las redes sociales en los que se comparten imágenes o vídeos o hasta se pueden conseguir objetos alusivos. Nada nuevo, pero es un granero que hay que alimentar y, si es posible, diferenciar del resto, como hizo en su momento el portal Global Galicia de La Voz, activo para todo el mundo.

En esa parte de las nuevas iniciativas nace OllarBlick, nombre que aúna la visión, el mirar, en gallego y en alemán, escogiendo este idioma como nexo, como también podría haber sido el francés.

Detrás de él están Xosé Abelenda, con largo historial de trabajo sindical en Suiza, que es un gran aficionado a la poesía y a la fotografía, y que sigue con su actividad profesional en tierras helvéticas, y Teresa Álvarez, apasionada de la artesanía, que tiene en marcha un proyecto paralelo denominado Las Telitas de Teresa, y que desarrolla su actividad profesional en el área de Telecomunicaciones de la Universidade de Santiago.

OllarBlick es, por tanto, algo que se crea como un complemento a su actividad diaria, y que surge a raíz de las vivencias de ambos como hijos de emigrantes, que incluye «o sentido de pertenza tanto a Galicia coma a Suíza», explica Abelenda. «Residimos durante distintas épocas da nosa vida nos dous países, e sentímonos en parte helvéticos e en parte galegos, tanto cultural como socialmente, unha ligazón que creou non só un proxecto, senón tamén unha gran amizade», añade. Abelenda es de Grixoa de Esternande, y familiarmente vinculado a Coristanco y Carballo, y Teresa es de Castriz, también xalleira, en la zona limítrofe con la comarca de Bergantiños.

En los meses que lleva en marcha esta idea, en sus redes ya tienen más de 700 adeptos, que pueden ver vídeos y fotografías de uno y otro país que se escapan de lo convencional (no está la catedral, la Torre de Hércules o el Jet d'Eau de Ginebra, por citar tres símbolos) para buscar imágenes de senderos, cascadas o paisajes de las parroquias de la zona de las que partieron tantos miles de emigrantes desde los años 60, y también de localidades suizas de pequeño tamaño en las que se asentaron.

Y no todo es web: aquellas personas que, en vez de quedarse con la foto en su ordenador o dispositivo móvil deseen conservarlas en tazas, camisetas, bolsos o paraguas, entre otros objetos, pueden adquirirlas. La taza como elemento antimorriñento recuerda aquella idea de Pinto & Chinto que en su día entregó La Voz también con la vista puesta entre Galicia y Suiza. El primer punto de venta físico de estos objetos, por cierto, acaban de abrirlo en una tienda de Negreira, pero también se realizan envíos por mensajería en caso de interés. Una mirada múltiple, aderezada con comentarios y aportaciones de usuarios, al enorme universo gallego-suizo, a dos mil kilómetros pero muy cercano, que sigue dando de sí en el día a día.