Ya es casualidad: en apenas dos meses abren en Suiza dos locales comandados por vecinos de la zona, con ambiente gallego (estética, productos, clientes) y nombre de origen indudable y hasta similar. De uno ya hemos hablado, juego de palabras incluido: A Nosa Taberna, en Berna, la capital del país, a cargo del zasense José Antonio Calvo, hasta ahora (lo deja el domingo) a cargo del centro gallego de la ciudad, en el que llevaba ocho años, que ahora pasa a manos portuguesas. A Nosa Taberna será un local de tapas, sobre todo, y seguramente contará como clientes buena parte de los más de 500 gallegos (la mayoría, de la zona) que residen allí.
A Nosa Costa (incluye el más específico La Paille) ya funciona en Delémont, otra meca de la emigración comarcal. Está a cargo de la laxense (de A Torre) Teresa Domínguez, esposa del empresario vimiancés Francisco Ordóñez, que lleva ya muchos años vinculado al movimiento asociativo en la localidad, y sin duda aprovechará este espacio (heredero de otro que hacía las veces de centro español) en el centro del pueblo para aglutinar a muchos emigrantes. De momento, para el día 28 de este mes ya ha preparado una actuación de (nada menos) las Cantareiras de Ardebullo, además de una disco factory y gogós. Galicia en Suiza, un capítulo más.
XESÚS BÚA
En Santiago. No tan lejos como a Suiza, pero también a fuera de la comarca, se fueron las artistas muxianas Teresa Búa y Susana Llorente (conocida como Yano Yoro), para exponer en el Museo do Pobo Galego. En concreto, en una iniciativa a favor de Proxecto Home, que inauguró esta semana Feijoo. Buenas obras para buena causas.
José Manuel Casal
Arquitectura. Viaje inverso: de A Coruña a Carballo. Fue el trayecto de la arquitecta Beatriz Moar, del Concello de A Coruña, para charlar sobre urbanismo y comercio, tan en boga últimamente. Lo hizo en el Fórum, ante escaso público. Pero el que fue tuvo la suerte de ver por dónde van las cosas en otros puntos del país.