Regresa a casa tras doce años emigrado y con 39 probará la «aventura» de salir a la mar

Melissa Rodríguez
melissa rodríguez CARBALLO / LA VOZ

RETORNADOS

ANA GARCÍA

El malpicán Eloy Blanco Mato, Charli, trabajó en el hotel «máis grande do Reino Unido» y avanza en el papeleo para abrir un local hostelero en su tierra. Una crisis económica lo llevó a Londres y otra lo trajo de vuelta

20 ene 2024 . Actualizado a las 23:37 h.

Con 27 años emigró a Londres con una mano delante y otra detrás debido a la crisis económica que azotaba a España por aquel entonces. Corría el año 2011 y Eloy Blanco Mato (Malpica, 1984), conocido como Charli, que trabajaba en el sector de la construcción, vivió las peores consecuencias en sus propias carnes. Decidió entonces salir al extranjero en busca de una salida laboral, y la encontró. Cuando aún no controlaba muy bien el idioma, empezó haciendo camas en un establecimiento de alojamientos, pero poco a poco fue ascendiendo. Pasó por el departamento de recepción hasta llegar a ser el «encargado nocturno» del Royal National, el hotel «máis grande do Reino Unido», que tiene «1.300 habitacións e 3.000 persoas diarias traballando na época de maior ocupación, aínda que gran parte do ano adoita estar nun 90 %», cuenta.

Han pasado doce años desde que tomó ese camino y Charli ha decidido regresar a casa. Sabía que algún día iba a volver, aunque reconoce que no «tan pronto», pero ahora es la situación que vive el país inglés tras su salida de Europa el que lo ha traído de vuelta, según explica: «As cousas alí xa non están tan ben. Co Brexit desatouse unha crise económica que afecta, sobre todo, ao meu sector», comienza relatando. Él vivió ese proceso político, al que el covid tampoco ayudó: «Durante a pandemia, case toda a xente que traballaba na hostalaría era europea. Entón, moita volveu aos seus países de orixe, porque non había traballo. Houbo moitos despidos. Por exemplo, na miña empresa, nese momento eramos 1.100 traballadores e quedamos só 80», comenta, a lo que añade: «E agora atópanse con que Reino Unido non deixa entrar traballadores libremente como antes. Entón, xorden máis problemas para poder emigrar alí a día de hoxe. Para os que temos un status de residencia non porque temos ata cinco anos para poder vivir fóra se decidimos volver. Pero para os que viaxan agora si. Só deixan entrar xente que consideran que eles necesitan». Como consecuencia, «a hostalaría pegou un baixón importante e a carga de traballo empezou a ser maior». Eso, ligado a que también ya tenía morriña, propició su regreso. «Aquí hai mellor calidade de vida», defiende. Aunque fueron muchos los viajes que hizo para ver a su familia y a los amigos, a mayores de a su querido Celta con la peña London Celtas.

Lleva tan solo unos meses en Malpica, pero está satisfecho con la decisión tomada. Un breve período por tierras gallegas muy provechoso, ya que tras unas semanas de descanso, inició los trámites en el Concello para un proyecto hostelero que quiere desarrollar en la localidad y, mientras tanto, trabajó como taxista y saca la titulación de marinero de cara a embarcar en un cerquero local en marzo para hacer la campaña de la anchoa en el Cantábrico. Es curioso. Procede de una familia marinera, pero nunca sintió curiosidad por sumergirse en este oficio. En cambio, ahora, con 39 años, lo ve como «unha aventura». Le surgió la posibilidad, y quiere aprovecharla para «saber o que é ir ao mar».

A medio plazo, ya trabaja en un proyecto personal: «Unha taberna de viños e pinchos no centro de Malpica. Quero traballar para min, con xente que coñezo, algo máis tranquilo. Téñolle moito apego a esta vila», dice. Tiene un bajo familiar al que le sacará partido.

A toro pasado, considera su paso por la capital londinense como «moi positiva» porque le sirvió para «saír e ver outras culturas», adquirir experiencia a nivel profesional y aprender un nuevo idioma. «Veño para quedar. Moi mal ten que saír todo para volver a marchar», concluye.