Narón despide al dueño del emblemático hotel Kensington: «Una gran persona y excelente profesional de la hostelería»

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Fallece Manuel Celestino Gregorio, que se formó en restaurantes de Londres donde llegó a ser jefe de sala y regresó a Xuvia para montar uno de los establecimientos más modernos de la época
26 ago 2023 . Actualizado a las 13:22 h.El sueño de Manuel Celestino Gregorio se gestó en Inglaterra. Allí se formó en restaurantes de Londres donde llegó a ser jefe de sala y empezó a darle forma a su deseo de crear un hotel en Galicia. Sobre 1984 regresó a Narón y en 1986 nacía el Kensington: uno de los establecimientos más modernos de la época, auténtico referente de la hostelería en la comarca e icono de Xuvia. Este sábado se conocía el fallecimiento de Manuel Celestino Gregorio, tras una larga enfermedad. Ahora sus amigos lo recuerdan como «una gran persona y un excelente profesional de la hostelería».
Cuatro meses antes de su muerte, el hotel Kensington cerraba sus puertas para ponerse a la venta. Ya entonces Manuel Celestino, que tenía sobre 75 años, destacaba que «es un símbolo de Xuvia, un hotel muy céntrico y el último que queda en la zona». El hotel se sometió a dos reformas, una en 1994 y otra en 2004. Durante su funcionamiento, se trabajaba todo el año y solo se descansaban dos semanas en Navidad. Manuel también tuvo una tienda de deportes junto al hotel, llamada igualmente Kensington (homenaje a los años que pasó en Inglaterra). E impulsó con su amigo Fernando Masafret el equipo de fútbol sala Retina Kensington.
Precisamente Fernando Masafret destaca que «era un gran profesional de la hostelería y tenía una gran calidad humana, trabajó en Inglaterra con su mujer durante muchos años y después regresó a fundar ese referente de hostelería que era el Kensington». Recuerda que «este hotel llenaba en temporada alta sus dos comedores y tenía una mercancía de muy alta calidad, incluso con bebidas muy buenas que llegaban de Londres».
Manuel deja dos hijas y esposa. Y un gran hotel que permanece a la venta en la carretera de Castilla con 27 habitaciones, todas equipadas con baño, restaurante de dos tenedores, cafetería y terraza, además de dos salones para reuniones de trabajo. Un establecimiento a la gran altura de su recordado dueño.