De Madrid a Lugo para apostar por la cosmética natural a base de miel

María Guntín
María Guntín LUGO / LA VOZ

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Oscar Cela

Yara Rodríguez es una madrileña asentada en Lugo que elabora geles, champús y hasta jabones; ha sido seleccionada por la Fundación Juana de Vega para desarrollar su proyecto

06 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Yara Rodríguez Pérez decidió mudarse a Galicia en 2015. Madrileña de nacimiento, regresó a su raíces maternas para buscarse la vida, explorar nuevas aficiones y conectar con el campo y los animales. Ella, que pertenece al sector forestal, se ha reconvertido en apicultora, dispuesta a crear una línea básica de productos de cosmética a base de miel y venderlos a través de una página web , y es ahora una de las cinco seleccionadas por la Fundación Juana de Vega para desarrollar un proyecto. «Te ayudan a poner tu proyecto sobre el papel. Plasmas tus ideas y te vas organizando. Empezamos en febrero y acabamos en octubre. La idea es desarrollar nuestra miniempresa», explica Yara.

Un sinfín de productos

Moldes, olores y texturas se entremezclan en la casa familiar de Yara, que elabora labiales, champús, geles, cremas e incluso jabones. Para ello, utiliza, vino, miel y un sinfín de hierbas más, que incluyen ortiga, hierbabuena, romero, laurel, caléndula e incluso lavanda. «Se conservan muy bien, todos llevan miel, que tiene un papel antiinflamatorio, antioxidante, fortalece el pelo..., y junto con el resto de aceites crea una sinergia y se potencian los principios activos de las plantas». Además, estos productos están recomendados para pieles atópicas o sensibles, ya que no incluyen conservantes artificiales ni parabenos.

Cuando llegó a Galicia, esta madrileña encontró trabajo en una empresa de madera y aunque actualmente ya desarrolla numerosos productos de belleza e incluso elabora cestas para eventos o regalos particulares, son por ahora un complemento salarial, pero no un modo de vida. Sin embargo, esto es lo que le gusta: «La cosmética natural está muy en auge porque está libre de tóxicos y es más sostenible. Muchas famosas ya se decantan por ella y la parte mala es que cada vez hay más competencia», explica. Para formarse, hizo un curso de cosmética apícola en el año 2018, y continuó con la formación dos años más tarde. Lo demás, lo aprendió de forma autodidacta, «a base de meterme en grupos de Internet y probar recetas»

Dos años después de aterrizar en Vigo, parroquia de Santalla do Alto (O Corgo), Yara montó unas colmenas, pero se dio cuenta de que necesitaba espacio. Entonces lo dejó y tiempo después, consiguió un terreno en Castroverde. Con la llegada de la pandemia de coronavirus decidió ponerse «en serio» e ir un paso más allá para desarrollar una afición que la tiene encandilada. Actualmente, tiene 10 colmenas.

Ungüentos y propóleo

«Ahora mismo lo que me funciona es el boca a boca, pero yo quiero salir al mercado, profesionalizarme», cuenta. Además de jabones o productos de belleza, ofrece ungüentos de árnica para los moratones y propóleo, que es bueno para las defensas y muy difícil de conseguir.

Yara mira al horizonte pensando en su futuro en Galicia y por ello está buscando una casa en las cercanías de la ciudad amurallada: «Ya me acostumbré al ritmo de vida en el campo. No estar metida en un piso tiene muchas ventajas, entre ellas, poder promocionar y apostar por este proyecto», añade.