Nueve residentes de la comarca de Santiago se beneficiaron el año pasado de unas ayudas de la Secretaría Xeral de Emigración que impulsan proyectos de retornados
03 may 2021 . Actualizado a las 23:30 h.Emprender no es fácil y menos aun si cambias de país en medio de una pandemia, pero hacerlo tiene premio en Galicia. Al menos para los emigrantes gallegos (o descendientes) retornados, que se pueden acoger al plan de ayudas al emprendimiento de la Secretaría Xeral de Emigración. Esta línea contempla cuantías que van desde los 5.000 hasta los 8.000 euros para impulsar sus negocios; la cantidad varía si el proyecto se desarrolla en un concello rural (premiado con dos mil euros más) y si la solicitante es mujer, que se valora con otros mil. El pasado año hubo 42 beneficiados en la provincia de A Coruña, de los cuales nueve residen en la comarca de Santiago: seis en Compostela, una en Ames, otra en Teo y otro en Boqueixón.
El plan no es nuevo y desde su puesta en marcha ya se han beneficiado casi 300 retornados de distintas partes del mundo. La semana pasada, el responsable de Emigración, Antonio Rodríguez Miranda, visitó en Santiago a una de las personas acogidas al plan hace dos años. El beneficiario, Álvaro Montes, volvió de Venezuela en el 2018 y al poco tiempo solicitó la ayuda de la Xunta para montar un negocio de venta en línea de almohadas por encargo. Montes comercializa sus productos, que alivian el dolor de cuello y previenen arrugas y marcas en la cara, a través de su página web (nunuku.com). En esta visita, el secretario xeral de Emigración destacó el valor de quien se atreve a poner en marcha nuevas empresas, consiguiendo a veces crear más puestos de trabajo.
Nueva convocatoria
La Secretaría Xeral de Emigración acaba de lanzar la convocatoria de ayudas de este año, dotada con 800.000 euros. Además, la novedad es que en esta se incluye una línea especial de apoyo a causa del covid. «Somos conscientes das dificultades de emprender e máis nun tempo tan complexo como o que estamos a vivir coa pandemia», apuntó el secretario Rodríguez Miranda. Así pues, el programa contempla una ayuda para los nuevos proyectos y otra para compensar las pérdidas por el covid de los negocios de retornados. El plazo de presentación termina el 30 de septiembre.
Rodríguez Miranda: «Para nós é unha gran vantaxe competitiva»
El secretario xeral de Emigración, Antonio Rodríguez Miranda, afirma que su apuesta por recuperar el talento gallego que está en el extranjero es clara. «Para Galicia é unha gran vantaxe competitiva. Todos os emigrantes, ben galegos ou os seus fillos ou netos, volven cunha experiencia única», señala Rodríguez Miranda, y destaca esa cualidad en un contexto en el que «as exportacións son prioritarias e a emigración do século XX tennos moito que aportar agora na actualidade», añade.
Para captar ese talento, el secretario xeral de Emigración pone el foco en facilitar todo lo posible la integración de los emigrantes cuando regresan a Galicia. «O plan que axuda os retornados que emprenden non é máis que outra peza da nosa Estratexia Galicia Retorna. É un programa totalmente transversal que involucra todos e cada un dos departamentos da Xunta», explica Rodríguez Miranda. En este sentido, subraya, las acciones tienen que estar coordinadas y por eso «tratamos de que cada estamento que saca unha axuda ou un programa pense nas dificultades que pode implicar para alguén que volve».
Esa discriminación positiva se tiene en cuenta, por ejemplo, a la hora de contemplar prórrogas en plazos de presentación de solicitudes; sucede con ciertas ayudas para recién nacidos, que se pueden solicitar los primeros meses de vida de la criatura, mientras que a los que regresan se les tiene en cuenta la fecha de llegada. «Os retornados teñen outras dificultades e no eido laboral moitas veces non coñecen as empresas nin como funcionan», apunta el responsable de Emigración. En cuanto a los perfiles profesionales, la secretaría detecta una variedad que agrupa a trabajadores diversos: desde el sector hostelero, con tanto peso hace décadas, hasta el ámbito digital que crece.
Volver en pandemia
«O ano pasado foi raro tamén para os regresos, pero si que houbo movemento. Notamos que hai moita iniciativa emprendedora de traballadores que se adiantan ás dificultades que poidan ter as empresas nas que traballan», señala Rodríguez Miranda a modo de balance de la pandemia.
Adriana Lueiro (Canadá): «En nuestro ámbito no funciona el boca a boca, hay que meter anuncios»
De regreso en Teo, aporta sus años de experiencia con empresas extranjeras
B. C.
El trabajo de Adriana Lueiro, una santiaguesa retornada de Canadá, es doble. Por un lado ofrece servicios de desarrollo web para empresas, generalmente internacionales, que en vez de contratar un empleado optan por solicitar sus servicios de forma puntual cuando tienen mucha carga de trabajo. Por el otro, su proyecto se centra en «el desarrollo personal y profesional de mujeres», tal y como ella explica. Y en ambos casos trabaja acompañada de su pareja y socia, Camila Rondinini, con la que se embarcó en este negocio de doble vertiente asentado en Teo -si bien trabajan en remoto desde Santiago- y acogido al programa de ayuda al retornado emprendedor de la Xunta, a través de la Secretaría Xeral de Emigración.
En su caso, el apoyo de 8.000 euros que recibió fue de especial ayuda para la segunda parte de su negocio, que comercializan bajo su marca personal y del mismo nombre. «La ayuda vino muy bien porque en el tema de los cursos nos hacía mucha falta para la publicidad en línea. En el ámbito en el que nos movemos no funciona tanto el boca a boca y hay que meter anuncios en Facebook, para lo que se necesita dinero sobre todo al arrancar», explica Lueiro, con formación en márketing y coaching, y que conoce cómo es el trabajo con empresas extranjeras y en remoto tras haber trabajado varios años con ellas, al igual que su socia, que por su parte se especializa más en el desarrollo web. «Mi experiencia está en el trabajo en línea y por eso sé lo que demandan las empresas y necesitas para que te contraten para un trabajo en remoto. Y Camila, también por su experiencia, sabe cómo conquistar a las empresas extranjeras», afirma Lueiro.
«Empezamos este proyecto porque hay muchos cursos que ayudan a montar un negocio online o a hacer un currículum, pero nunca tienen en cuenta cómo vive las cosas una mujer», señala Lueiro, que afirma haberse dado cuenta de que «muchas mujeres fracasan en estos cursos porque tienen muchas inseguridades, entonces trabajamos esta parte».
Los cursos duran tres meses, son en línea y se organizan en dos sesiones semanales: una de clase y otra de tutoría, en las que dan distintas claves para que las alumnas ganen confianza. «Ayudamos a las mujeres a trabajar su mentalidad, su confianza y, una vez que se sienten confiadas, a comunicar sus habilidades y conseguir un nuevo trabajo fuera del marco de profesiones que siempre les han enseñado», describe. Y además, Lueiro y Rondinini trabajan herramientas y acciones concretas como «los pasos para conseguir un trabajo o la forma de comunicarte en una entrevista».
Crecimiento
En cuanto a la recepción de sus formaciones en línea, Adriana Lueiro destaca que están teniendo clientas, aunque no tantas como les gustaría e indica que para crecer como empresa necesitan más personal y, por tanto, también más recursos. «Nos hace falta movernos más rápido y contar con ayuda contratando más gente para poder crecer. Dos personas solas no llegan porque para atraer a la gente tenemos que crear los cursos, hacer márketing de contenidos y demás. Y lo hacemos todo nosotros dos», cuenta Lueiro.
Felipe Estévez (Brasil) «Ahora estoy aprovechando para crear»
Al frente de Viaje Cartesiano, junto a su esposa, ahora en Santiago, ofrece asesoramiento en comunicación digital y contenidos para empresas ligadas al sector del turismo
B. C.
Asesorar a clientes para que comuniquen mejor en los entornos digitales es el día a día de Felipe Estévez Alves, un brasileño de padre gallego que se ha acogido al programa de emprendimiento para emigrantes retornados de la Xunta. Su progenitor (natural de Monterredondo, cerca de Ourense) se fue a Brasil con ocho años junto a su madre -la abuela de este asesor- y allí vivió Estévez hasta que hace año y medio decidió venirse a España para estudiar un máster de comunicación digital en la Universidade de Vigo.
Psicólogo de formación, el brasileño se centra ahora en la comunicación orientada al sector turístico. «Con el máster me reconvertí un poco, pero la psicología tiene mucho de comunicación, porque si conocemos a las personas sabemos cómo comunicar», sostiene el joven, que realizó prácticas con la Mancomunidade do Salnés mientras cursaba su formación en España. Ahora es autónomo, vive en Santiago y sigue trabajando para la mancomunidad, aunque también para otros clientes, como la empresa asiática FeiyuTech, a los que ofrece servicios con su asesoría Viaje Cartesiano. Entre lo que hace Estévez están las estrategias de márketing digital, la divulgación de actividades turísticas y, sobre todo, la creación de contenido.
«Trabajamos bastante con vídeos. El año pasado hicimos un tramos de la variante espiritual del Camino que pasa por O Salnés. Allí creamos contenidos para Instagram y Facebook, sobre todo vídeos y fotografías», explica Estévez, que comparte trabajo con su esposa, también psicóloga. Entre los valores que quieren destacar en lo que a comunicación turística se refiere está el slow travel; una tendencia a la hora de conocer países que huye del ajetreo y que Viaje Cartesiano entiende como «un instante de autorreflexión, una oportunidad para ponerse en contacto con otros».
La empresa tiene su germen en Brasil, pero cuando llegaron a España se enteraron de la ayuda de la Xunta para emigrantes o descendientes con intención de emprender. «Me enteré del programa de emprendimiento porque un equipo de la Xunta para retornados me contactó. En mi caso fueron 5.000 euros y fue una gran ayuda para la tecnología. Sobre todo para nosotros porque necesitamos un ordenador potente que soporte los programas de edición de contenidos», señala este profesional de la comunicación digital, que reconoce que la caída del turismo a causa de las restricciones sanitarias ha perjudicado bastante su negocio. «La pandemia afectó mucho a los planes que teníamos, porque al final nos centramos en el turismo y la situación es la que es», matiza.
Otros proyectos
Mientras la situación no mejora, este brasileño y su esposa invierten el tiempo en sacar adelante otros proyectos menos dependientes del turismo extranjero. «Ahora estoy aprovechando para crear», destaca Estévez. Entre sus planes está un libro sobre la experiencia del Camino y la divulgación de Galicia, así como unas ilustraciones para otro libro dirigido a niños que va a sacar la Mancomunidade do Salnés. «Enseña los potenciales turísticos de la región y habla del turismo para las personas que viven en el propio lugar», indica Estévez, ahora que los pocos turistas potenciales son los propios residentes.
Karina Lomba (Argentina): «Esto será un emprendimiento para cuando me quiera jubilar»
El producto principal será una cama innovadora suspendida sobre el suelo que tendrá un precio de unos 800 euros
Borja Casal
Abuela de Pontevedra, abuelo de Lugo y una vida en Buenos Aires (Argentina) que Karina Lomba dejó atrás para emprender en España. Esta monitora de pilates ya trató de emprender en su país, con un local en el que empezó con una colchoneta para practicar ese deporte y que luego fue ampliando, pero decidió probar suerte primero en Madrid y luego en Bertamiráns, donde reside actualmente. «Vamos a arrancar de vuelta», pensó al ver las ayudas al emprendimiento de la Xunta para emigrantes retornados. Lomba tiene la doble nacionalidad y una idea que está a punto de salir del horno; una cama especial para practicar pilates. «Es una colchoneta que está en una estructura de metal y se eleva diez centímetros sobre el piso. Ya la mandamos fabricar en una empresa de A Coruña y el primer prototipo lo recibiré en breve», explica Lomba, que venderá el producto a través de Kalewa -que significa «en el aire» en hawaiano, cuenta-, una tienda en línea en la que ya está trabajando gracias al plan de ayuda.
«Los 8.000 euros de la Xunta me vinieron muy bien. Estoy sumamente agradecida porque pudimos comprar una máquina, armar la tienda online, pagarle a la herrería y demás trámites», la bonaerense, que actualmente trabaja como monitora en un gimnasio con centros en Santiago y O Milladoiro. Su intención es vender su cama por unos 800 euros, lo que la haría mucho más competitiva que las camas de madera que rondan los 2.500 y tendría, además, un valor añadido: «Al estar suspendida, tienes que dominar más el cuerpo para no caerte y hacer los ejercicios. Es un producto innovador y no hay nada así en Europa», añade Lomba. Y el cliente final podría ser un estudio de pilates, profesionales con estudio propio o cualquier particular, dado que también sirve para practicar yoga o distintos tipos de gimnasia aérea.
Mientras no recibe el prototipo, Lomba ya piensa en formas de darle salida una vez lo reciba. Entre sus ideas está la de contar con embajadoras del producto, conocidas en el mundo de pilates y con seguidores en redes sociales, para que promocionen su cama. Por el momento ya tiene algunas pensadas, con las que contactará cuando arranque. De esta forma, apunta la emprendedora, se crearían sinergias y saldría ganando todo el mundo. «Les voy a proponer que hagan la capacitación para que puedan tener su recurso de ganancia», describe, «y si la gente tiene buenas referencias del producto, se interesará por la máquina y además de beneficiarme yo, también se beneficiará la empresa que me las fabrique». En definitiva, crear un círculo para salir ganando todos.
El día de mañana
Karina Lomba reitera su agradecimiento al programa de ayudas y a las personas que la atendieron en la Administración. «Han sido superatentos, cosa que en Argentina no pasa», señala. Y todo para emprender no tanto pensando en el hoy, sino más bien en el día de mañana. Esta monitora de pilates destaca su carácter emprendedor, pero con su idea busca adelantarse a los años que están por venir. «Esto será un emprendimiento para el día de mañana cuando me quiera jubilar, que una ya está cansada», concluye.
Manuel Sangiao (Inglaterra): «Paso más horas con los vídeos que en el taller»
Sangiao, retornado a Boqueixón, enseña carpintería en su canal de Youtube
B. C.
Manuel Sangiao es youtuber, pero su contenido no tiene nada que ver con los videojuegos, los tutoriales de cocina o de belleza. Este vecino de Lestedo (Boqueixón) tiene un canal de carpintería que va camino de los mil suscriptores a este y al otro lado del charco. Bajo el nombre de Lápiz de Carpintero, Sangiao sube vídeos en los que explica desde el trabajo con madera hasta la restauración de una barbacoa oxidada o el montaje de una bicicleta.
Sangiao estuvo ocho años en Londres (Reino Unido) gestionando gimnasios, spas y centros de ocio, pero se acabó por venir para cuidar a su madre y luego llegó la pandemia. Por ser retornado, este carpintero digital pudo acogerse al programa de emprendedores de la Xunta, con el que obtuvo 7.000 euros. «Fue un tremendo balón de oxígeno», resume Sangiao, que empezó con el canal en Londres y ahora está ultimando una página web para vender sus propios productos. «Tablas de cocina, de carnicero, lapiceros, mesas... todo lo que la gente vaya demandando», explica risueño, un trazo que seguramente haya influido mucho para conquistar a su público. Gran parte de su audiencia está en América Latina, concretamente en México -su gran nicho-, y el potencial de su contenido está en que sus vídeos se ven una y otra vez. «Se les puede sacar rendimiento a largo plazo porque quien quiera hacer algo seguramente vea el vídeo varias veces para enterarse bien. Y luego están las nuevas generaciones que quieran aprender, que también los verán», destaca.
«Los suscriptores que me comentan dicen que el contenido es bueno y la forma de explicar también. De hecho, alguno me dice que me abra canal de Twitch, que allí hay más dinero que en Youtube», apunta Sangiao, que trabaja una media de ocho o diez horas al día durante toda la semana. «Paso más horas con los vídeos que con la carpintería en el taller y ahora con la web habrá que hacer envíos, llevar la contabilidad y demás. Y cuando no trabajas, estás mirando Youtube a ver qué funciona», concluye el youtuber.
Ana Lucía Barcia (Brasil): «Foi unha axuda motivante para orientarme cos produtos naturais»
Recibió una ayuda de la Xunta para llevar adelante su proyecto emprendedor en Santa Comba
Emilio Forján
Sus padres, oriundos de Santa Comba, regresaron a Galicia después de una larga trayectoria de casi cincuenta años en la emigración y dentro de un sector, el de la restauración, que no atraviesa su mejor momento en Brasil. Regresaron en diciembre del 2018 y fue cuando Ana Lucía Barcia comenzó a buscarse la vida aquí. «Empecei facendo cursos, pero a cousa está complicada para todos. Si estiven traballando dous meses nunha tenda de recordos en Santiago, pero na tempada, e logo veu a covid, polo que collín unha época mala», apunta esta emprendedora que tenía claro que lo que perseguía era abrir su propia tienda en Santa Comba.
«Como veño dunha familia de emprendedores, xa tiña gañas de abrir unha tenda. Busquei apoio coa Cámara de Comercio de Santiago e veume moi ben, apoiándome co plan de negocio, se ben tardei un tempo e houbo momentos en que case desistín, porque é un proceso moi buracrático», indica Ana Lucía.
Tras despejar dudas, tenía claro hacia donde orientar su negocio y tuvo acceso a un microcrédito de CaixaBank, y así fue como la ayuda concedida por la Xunta de Galicia para emigrantes retornados resultó el espaldarazo definitivo para poder llevar a cabo su iniciativa de negocio: «Foi cando me decidín a abrir unha tenda física no baixo que temos en Santa Comba. Foi unha axuda moi motivante», precisa. Su objetivo ahora es abrirla el próximo junio.
Con todo, Ana Lucía cuenta ya con su propia página web: nosomundoverde.com, donde se pueden adquirir productos naturales y ecológicos, tanto en la parte alimenticia como de utensilios del hogar. Explica que tomó como referencia una gran empresa de Brasil denominada Mundoverde, que, dice, «inspiroume porque vende produtos vitamínicos e de alimentación máis saudable, así como unha parte de complementos para o fogar». De esa gran empresa brasileña, a la emprendedora xalleira siempre le gustó su modelo de negocio «xa que aquí non hai moito e agora está en auxe».
Confianza
En cuanto a sus expectativas, Ana Lucía Barcia aclara que tiene depositada mucha confianza e ilusión por este negocio: «Queremos traballar con entregas a domicilio e ir facéndonos un oco para chegar ao maior público posible», para lo cual cuenta con su formación profesional mediante cursos y prevé incorporar a su hermana, mayor que ella y periodista de profesión. Asume que el apoyo emprendedor que obtuvo de la Xunta le resultó de gran ayuda, por eso, ahora mismo, está centrada en el lanzamiento de su iniciativa.
Noso Mundo Verde es un establecimiento de productos herbodietéticos, productos naturales y ecológicos, que pretende incentivar la vida saludable y la búsqueda de bienestar. «Ofrecemos unha gama de produtos naturais aos nosos clientes para promocionar saúde e benestar», y quieren estimular una reeducación alimenticia basada en el cuidado de la salud, así como el equilibrio, «pois vemos ao ser humano de modo integral, é a unión do corpo, mente, espírito, e a natureza», expone la emprendedora en su página web.