Sin canas por cinco euros

María Doallo Freire
María Doallo OURENSE

RETORNADOS

Agostiño Iglesias

La Peluquería Low Cost llevaba poco más de un mes abierta cuando comenzó el estado de alarma

24 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

José Tomás Dosil y María Gabriela Villavicencio llegaron de Venezuela hace año y medio. «Mis padres son emigrantes retornados y decidimos venir a su tierra, a Santiago», dice José Tomás. «Tenemos dos hijas, y a las tres, como buenas venezolanas, nos encanta estar arregladas así que buscamos una peluquería a la que poder ir a hacernos las uñas o peinarnos, sin que nos supusiese un gran gasto», relata Gaby. Así conocieron la Peluquería Low Cost. «Nos encantó desde el primer día y como queríamos invertir en nuestro propio negocio, decidimos movernos a la única capital gallega que no contaba con una y nos vinimos para Ourense», continúa. Abrieron sus puertas en la calle Doctor Fleming a finales de enero y sus precios todavía no han dejado de sorprender a todo el que pasa por allí. Cortes y peinados desde 6,50 euros y tinte a tan solo 5, entre otros servicios. «Utilizamos productos italianos de muy buena calidad, pero como son de la marca de la propia franquicia podemos abaratar los costes ya que no tenemos que gastar en distribuidores ni en nada», apunta José Tomás. Apenas un mes después de abrir sus puertas en la capital ourensana se decretó el estado de alarma. En cuanto la desescalada se lo permitió levantaron la persiana. «Ha sido una situación dura pero poquito a poco estamos recuperando a nuestros clientes», explica José Tomás. El equipo de Peluquería Low Cost lo completan Sulay Angie y las hermanas, Olga y Luisa Guzmán. «Queremos que todo el mundo pueda venir a la peluquería, tenga la economía que tenga, y además abrimos a mediodía», dice Luisa. Entre los cambios que el covid-19 ha implementado en el local está el de necesidad de cita previa y el de la distancia de seguridad. «Estamos atendiendo a unas quince personas diarias, así que seguimos con muchas ganas, como cuando abrimos», termina el empresario.