«La pasión es algo principal y hay que tirar siempre hacia adelante»

María Guntín
María M. Guntín LUGO / LA VOZ

REINO UNIDO

Mateo Díaz Rodríguez acaba de conseguir una beca de la Fundación Barrié para estudiar un máster en Reino Unido

08 jul 2019 . Actualizado a las 16:04 h.

Mateo Díaz Rodríguez (Monforte de Lemos, 1996) acabó la carrera hace un año. Estudió Relaciones Internacionales en la Universidad Complutense de Madrid. Ahora, acaba de obtener una de las becas de la Fundación Barrié para estudiar en el extranjero y estudiará un máster en Reino Unido que se centra en conflictos, seguridad y desarrollo

Durante este año estuvo colaborando con Unicef Galicia como voluntario. «Esto cambió mucho mi perspectiva de las cosas. Me fui a Belgrado dos meses para ayudar a personas refugiadas», explica Mateo. Su labor allí fue, principalmente, de orientación. «Les explicábamos sus derechos como personas solicitantes de asilo. También llevábamos a cabo una labor de orientación e información», explica este joven, que también cuenta cómo ha vivido en apenas un año una de las experiencias más enriquecedoras de su vida. Aunque en un principio quería ir a un campo de refugiados, finalmente optó por acudir a Belgrado.

Después, en enero empezó unas prácticas en la Representación Permanente de España ante Naciones Unidas, en Roma. Allí estuvo casi seis meses, hasta hace un mes que regresó.

-¿Por qué decidió solicitar una de las becas de la Fundación Barrié?

-Llevaba con esa idea en la cabeza un par de años, pero sabía que no cumplía los requisitos suficientes. Entonces lo que hice es que, al terminar la carrera, continué formándome.

-¿Por qué este máster en particular?

-Muchos posgrados me llamaban la atención. Este, por ejemplo, me permitirá llevar a cabo una investigación durante las prácticas, que tienen una duración de tres meses. A mí me gustaría hacerla en África.

-¿Por qué en África?

-Creo que hay muchos desafíos, especialmente en África subsahariana. Además, es un país que me parece culturalmente muy atractivo y que necesita ese compromiso. Creo que hay muchos retos por resolver y muy interesantes, aunque es una zona bastante olvidada.

-¿Lo suyo es vocación?

-Yo no sabía que existía mi carrera. La encontré buscando las competencias de cada uno mientras hacía bachillerato. Entonces decidí que podía encajar perfectamente. Descubrí mi vocación dando pequeños pasos durante la carrera.

-¿Cuáles son sus otras pasiones?

-Una de mis grandes pasiones es el voleibol y también el de playa. Jugué en el Club Emeve de Lugo durante los dos últimos años en los que viví en Monforte. También me encanta viajar y leer, aunque es algo que quiero hacer más a menudo.

-¿Qué le diría a alguien que aún no ha encontrado sus pasiones?

-Yo no sé si valgo o no para lo que estoy haciendo, pero lo que sí tengo claro es que la pasión es algo principal y que hay que tirar siempre para adelante. Aunque pueda parecer imposible trabajar en sitios como la ONU o Unicef, yo siento que cada vez estoy más cerca. Es pasión y motivación. A veces nos lo pintan todo muy negro, pero lo que tengo claro es que cuando te pones a buscar oportunidades, las acabas encontrando.