La psicóloga Jennifer Otero Fraga, afincada en Londres, formará parte del Comité Internacional de Mujeres de la Minería del Reino Unido
07 dic 2018 . Actualizado a las 20:32 h.Desde que era niña, defender la igualdad entre hombres y mujeres ha sido importante para Jennifer Otero Fraga, y a partir de ahora tendrá la oportunidad de hacerlo a gran escala en un sector tan conservador y desconocido como el de la minería. Esta joven burelense, de 26 años, licenciada en Psicología y afincada en Londres desde hace seis, acaba de ser elegida miembro del Comité Internacional de Mujeres de la Minería del Reino Unido. «Me vine a Londres para aprender inglés primeramente, y en mi carrera o sales por la rama de recursos humanos o por la médica. Yo salí por la primera para poder ayudar más, para acabar con la discriminación, el acoso laboral y demás, y al final salió el tema de la minería», relata la joven, que trabaja en Search Consultancy, una empresa británica con 700 trabajadores centrada en «el reclutamiento y selección» de personal para diversos sectores. Otero se ha especializado en el minero, donde se encarga de entrevistar y elegir trabajadores que cubran ofertas vacantes en yacimientos de litio, oro, plata, uranio o potasa situados en países como Rusia, Argentina, Chile o Perú. Y es en ese punto donde Jenny ha logrado encajar su vertiente profesional y su arraigada vocación feminista, puesto que en su Burela natal forma parte de Mulleres en Igualdade de Burela (Bumei), una organización sin ánimo de lucro que lucha contra la violencia de género y la exclusión social. «Los ideales que defienden y los talleres que se realizan desde Burela son impresionantes, y creí que estando fuera de España no iba a poder llevar nada de eso a cabo, pero en la minería hay muchísimo trabajo que hacer», señala Otero, que lo primero que impulsó desde el Reino Unido fue un estudio sobre la situación de la mujer en la minería.
Las mujeres, solo el 12 %
«La minería siempre va a hacer falta porque casi todo lo que utilizamos depende de ella, desde las baterías de los móviles y las tabletas a los fertilizantes. Además, si se hace bien, no genera problemas medioambientales y deja mucho dinero, pero en los países desarrollados las mujeres solo suponen el 12 % del personal, y siempre en puestos de aporte, como finanzas o recursos humanos. Solo encontré a dos o a tres conduciendo camiones o de geólogas, pero es complicado», subraya la activista mariñana, que está tratando de fomentar la contratación de mujeres en compañías mineras de todo el planeta. Además del trabajo que desarrolla a diario, la joven imparte charlas, conferencias y actividades sobre igualdad. En los primeros meses del 2019 realizará esta labor en Asia, en países como Tailandia, Indonesia, Malasia, Corea del Sur, Vietnam o Filipinas; y Australia, en ciudades como Perth o Melbourne. «Si queremos seguir avanzando, en el colegio debería haber una asignatura que educara a hombres y a mujeres desde pequeños en la igualdad y en la equidad», concluye.