Artistas gallegos a prueba de «brexit»

rita álvarez tudela LONDRES / CORRESPONSAL

REINO UNIDO

El Reino Unido ofrece un entorno propicio y oportunidades para las carreras de creadores

18 abr 2018 . Actualizado a las 19:01 h.

Londres y Edimburgo son dos ciudades cuyas escenas artísticas convocan a creadores de todo el mundo y donde tampoco faltan los gallegos. Son casos como el de Víctor Hugo López Borges, un vigués que ha trabajado en la réplica a tamaño real que el museo londinense Victoria & Albert tiene del pórtico de la Gloria. López Borges se ha especializado en el uso del yeso, en particular en obras de arte islámico que se encuentran en el V&A, el Louvre de París, la Alhambra o el Metropolitan de Nueva York. Pero además, trata de estar en contacto con España y Galicia, en concreto, para colaborar con alumnos de la Escuela Superior de Restauración en Pontevedra. «No siempre es posible coger a todos los estudiantes que solicitan hacer prácticas, es un proceso muy formalizado, pero siempre abrimos las puertas a un par de ellos varios meses», explica. Este vigués es un gran crítico de las consecuencias del brexit y predice que será «un gran desastre». Aunque se siente arropado en Londres, donde llegó en 1999, no deja de pensar que está como en un «mal sueño» del que aún no ha conseguido despertarse.

De Vigo a Brighton

Más al sur, en Brighton, se encuentra Arantza Vilas, artista del textil con un estudio propio famoso por sus vestuarios para cine y televisión, en especial para la serie Juego de tronos. Casada con un británico y madre de una hija, es de las gallegas que «vino e hizo del Reino Unido su casa». Vilas valora vivir y trabajar en entornos y con personas de espíritu internacional, donde lo que cuenta son «las aportaciones que haces y no de dónde vienes o el acento que tienes». Ella llegó hace dieciocho años para estudiar un máster en diseño textil en la Central Saint Martins, becada por la Fundación Barrié. «Soy emigrante en cuanto que emigré, pero fue mi curiosidad la que me llevó a migrar, no la necesidad». Con el brexit a la vuelta de la esquina, lo ve como «una tragedia» que pondrá barreras para desarrollar cosas. «El resultado del referendo fue un jarro de agua fría para los que llevamos aquí tiempo y no solo le tenemos cariño al país que hemos hecho nuestro, sino es que además es donde pagamos nuestros impuestos».

A la ciudad de Glasgow acaba de llegar Héctor Salgueiro para unirse a la Orquesta Sinfónica Escocesa de la BBC, donde será el segundo de trompa. Tras dos años de duras pruebas, hace un mes por fin se pudo incorporar a la orquesta con plaza fija. Del Reino Unido valora la tradición musical y aprecia que haya un público que llene los auditorios. Previamente había vivido en Alemania, donde estudió un máster en interpretación, pero ve lejano regresar a España: «Me gustaría poder volver, pero las posibilidades están muy difíciles; por ahora solo he trabajado en orquestas y no hay tantas plazas libres».

A Escocia también acaba de regresar la escenógrafa coruñesa Ana Inés Jabares-Pita tras unas semanas en Florida investigando pintura y realidad virtual para aplicar al teatro. A partir de ahora volverá a estar a caballo entre Londres y su adorada Escocia, donde aprecia el teatro de muy buena calidad, el ambiente contemporáneo y la oferta musical. «Es un buen sitio para estar y para que salgan proyectos», explica.

La fotógrafa Noela Roibás es de las que tampoco para mucho en Londres. Acaba de volver de Australia, Indonesia y Nepal, donde ha estado haciendo la segunda parte de su serie fotográfica Love After The Quake. Roibás lleva en la capital británica más de siete años. Es de las artistas que ve el brexit como sinónimo de racismo. «Es muy desagradable para todos. Si me echan da igual, me iré a Galicia o, simplemente, si se pone la cosa fea y empiezan a echar a gente de países que no les caen en gracia, también me volvería a Galicia. En Pontevedra tengo mi casa y a mi gente», explica. Su única súplica es que haya un cambio para el sistema actual de autónomos en España, que considera injusto: «Podrían aprender del Reino Unido, donde pagamos en función de lo que ganamos, y así estoy segura de que mucha gente con talento volvería a trabajar a Galicia muy contenta».