Adiós al Galicia, icono de Portobello

S.G.Rial LA VOZ EN LONDRES

REINO UNIDO

Santiago Garrido

Tras treinta años de actividad, el día 15 de este mes echará el cierre, y el 22 hará una gran fiesta de despedida. Varias generaciones han pasado por este local

02 abr 2018 . Actualizado a las 18:07 h.

El tercer domingo de este mes, día 15, cerrará el restaurante Galicia de Londres, situado en la calle Portobello Road. Un trozo de tierra gallega en la capital británica, casi una embajada, desde luego sí de sentimiento. Y no solo por llevar el nombre, sino los productos, las tapas, las conversaciones en la barra, el punto de encuentro de tantos amigos, la forma de ser de los dueños... Atrás quedan 30 años de trabajo y clientes de varias generaciones, además de miles de turistas que siempre han recalado en este local.

El Galicia dirá adiós el 15, pero la gran fiesta será el siguiente domingo, el 22. Empezará hacia las 12.30 y terminará nueve horas más tarde. Amigos y clientes están invitados a tomar algo y a brindar por los buenos y viejos tiempos. La clientela es muy variada, con muchos londinenses. Uno de los más famosos es el hijo del roquero John Mayall, siempre en la esquina de la barra con su sombrero y modales exquisitos. A su lado puede estar, tranquilamente, un obrero de la construcción de cualquier punto de Galicia bebiendo una Estrella y comiendo un pincho de raxo. Cosas como estas han hecho que tantos y tantos le hayan cogido cariño al local y lamentan su cierre.

«A todo o mundo lle dá pena que o pechemos; a nós tamén, pero as pernas xa non poden máis», explica Eduardo Lage Porto, de Betanzos. Asiente su socio, José Nieto Alborés, de Esteiro. Ambos llegaron en 1971 a Londres y, antes de la hostelería, también probaron la carpintería, como casi todos los emigrantes de la época. Pero un día de octubre de 1988 decidieron comprar ese restaurante y lo bautizaron como su tierra, al igual que harían también con otro en Croydon. Al principio no lo atendían directamente, pero más tarde tomaron las riendas.

Por sus mesas y cocinas han pasado numerosos trabajadores gallegos. Muchos lo han hecho durante años. Casi desde el principio apostaron por vender Estrella Galicia y ahora despachan más de 40 cajas semanales. Pulpo, chipirones, calamares, sardinas, merluza o rodaballo son habituales de la carta y contribuyen a saciar el hambre de morriña. Aunque por semana la mayor parte de la clientela es inglesa. Los españoles suelen reservarse para el fin de semana. A ver si lo siguen haciendo, porque el local lo ha cogido una compañía inglesa. Habrá que esperar ahora para ver cuál es su nueva filosofía. Pero nada será igual ya.

«A película 'Notting Hill' axudounos moito»

El Galicia está al final de la calle Portobello Road si se empieza a caminar desde la zona de Notting Hill, en el sur. Y no es mala idea hacerlo (es muy fácil acceder en metro, por ejemplo), ya sea el sábado por la mañana, con todos los puestos callejeros, o cualquier otro día, con las decenas de tiendas abiertas, sobre todo de recuerdos, oportunidades o antigüedades. Hay que caminar un buen rato y sortear varios cruces hasta llegar a la zona gallega, pero vale la pena. A cada instante, los turistas fotografían casas, jardines y ambiente. La película Notting Hill insufló vida a este barrio. «Si, a película axudounos moito. Eu vivo máis arriba, a catro portas da casa na que se fixo, e cada dous por tres vexo xente facendo fotos, sobre todo españois e italianos. Pasaron case 20 anos e aínda segue», explica Eduardo Lage.

Cuando empezaron no era una calle tan famosa. «Na parte na que estamos había un certo medo a subir, era máis escura. Pero axiña cambiou e agora é tremendo, é das mellores», añade. No hay más que ver los regueros de caminantes. Eligieron el lugar porque estaba cerca. A unos metros se encuentra el colegio español Santiago Cañada Blanch, donde estaba la Casa de España, y el movimiento de paisanos era relevante. El pionero en esa zona había sido García, un café y tienda de comida y bebidas establecida en 1957, también de origen gallego, y que sigue abierto. Toda una institución de más de 60 años en la capital. A pocos metros hay una plaza con dos establecimientos hosteleros, La Plaza y La Bodega, también gallegos, muy visitados, aunque más recientes. Todo ello crea un microclima especial de Galicia en uno de los lugares más frecuentados de Londres. Y situado a muy pocos metros de la zona portuguesa. No, tampoco aquí hay fronteras que cruzar.

La Plaza y La Bodega, paladar gallego

Antonio Carreira Castro cumplirá en junio 48 años de estancia en Londres, adonde llegó desde su Santa Baia natal, en Vilalba. Como quien dice, toda la vida. Es el propietario de dos locales de Portobello, La Plaza y La Bodega, donde la cocina española son preferentes, también las especialidades gallegas. La Bodega suma ser punto de encuentro de los aficionados deportivistas, también de la música tradicional con músicos emigrantes y, en general, un buen lugar para sentir la presencia de Galicia. Pero antes que hostelero, Antonio se dedicó -y sigue- a la lavandería. La primera empresa forastera del Reino Unido en este sector -explica- fue la suya, en 1976. Desde entonces no ha parado de crecer. Y de trabajar, porque es habitual verlo en cualquiera de sus dos locales, adonde han ido muchos a buscar trabajo. «Cando a crise, recibía 25 currículos semanais, e agora cero. Será que mellorou a economía, e se cadra tamén inflúe o brexit». Asegura que hay trabajo: «Aquí chega unha persoa e ao día seguinte ten traballo. O problema é atopar piso». Antonio, además, es una de las figuras clave en el desarrollo del centro gallego.