¿Qué les pasará a los gallegos que viven en Reino Unido?

REINO UNIDO

Una quinta parte de los emigrantes españoles que viven en el país son de Galicia y atienden expectantes a las consecuencias que tendrá para ellos el «sí» al Brexit

24 jun 2016 . Actualizado a las 17:53 h.

La decisión de la mayoría de los británicos de salir de la Unión Europa no tendrá efectos prácticos hasta dentro de, al menos, dos años. Sin embargo, los gallegos que viven allí ya temen las consecuencias que esta decisión política puede tener para su vida. Más de 12.300 gallegos están inscritos en el padrón de residentes en el extranjeros del INE y suponen una quinta parte del total de españoles que viven en algún punto de la geografía británica. Y todos ellos pueden convertirse en inmigrantes en situación irregular al dejar de ser ciudadanos comunitarios y perder así los beneficios que el acuerdo Schengen de libre circulación y residencia ahora les concede.

El resultado, sin embargo, no les ha pillado por sorpresa. «La opción Brexit parecía la más probable en los días previos, pero albergábamos alguna illusión de que el Remain pudiese ganar, viendo las últimas encuestas de la noche», explica Olalla Ferro, una gallega que lleva dos años y medio viviendo en Londres y que trabaja en el sector financiero. De hecho, reconoce que la salida de la UE no solo le afectará en el plano personal, sino también en el laboral: «Mi empresa ofrece servicios integrales a accionistas y compañías; realizamos operaciones diarias dentro del Mercado británico, europeo y mundial así que en el día a día, mi trabajo se verá afectado con el Brexit».

La realidad es que, a lo largo de la campaña electoral, no se ha dejado muy claro lo que ocurrirá con los ciudadanos extranjeros que viven en Reino Unido. El portavoz de la Subcomisión de Extranjería del Consejo General de la Abogacía Española (CGAE), Francisco Solans, ha incidido en que la situación «dependerá de ellos» y de «lo fuerte que vayan a dar el portazo» a la Unión Europea, informa Europa Press. «Lo previsible», según este experto, es que se acojan al estatuto que hoy tienen los noruegos, los suizos y los islandeses. Esto implica que se saldrán de la UE pero se mantendrán dentro del Espacio Económico Europeo y por tanto, de su libre circulación y residencia, a no ser que quieran otra cosa, «porque no hay que olvidar que gran parte de la campaña del Brexit ha girado en torno a la inmigración y en ese aspecto, se quedarían igual que ahora», ha comentado.

Noruega, Suiza, Lienchestein e Islandia tienen un estatuto de libre circulación y establecimiento, con sus tarjetas de ciudadano comunitario, y están sometidos a la normativa europea al respecto en las mismas condiciones que los ciudadanos de la UE.

Pero la colonia gallega en el Reino Unido mantiene la incertidumbre y la desconfianza, y este sentimiento se aprecia sobre todo en los que llevan menos tiempo residiendo en territorio británico. «Non sei moito como está a cousa, preguntei polo Facebook e parece que aos que xa estamos traballando aquí non nos pasaría nada», explica Susana. La preocupación queda difuminada entre algunos de los que llegaron con sus maletas en las oleadas migratorias de los años 50 y 60 o los que saben que sus conocimientos son necesarios para el funcionamiento de la economía británica. «Aquí requieren informáticos, enfermeras, médicos, personas cualificadas. Lo que temen es la llegada de indios o árabes que carecen de cualificación, pero esos van a continuar llegando aunque abandonen la UE», explica Fernando, un informático de A Coruña que lleva siete años en el Reino Unido.

Olalla no oculta su preocupación y traslada el clima de inseguridad que se respira en su entorno. ¿Vamos a poder seguir trabajando aquí?. ¿Nos veremos obligados a tramitar farragosos procesos para conseguir una working visa? ¿Se verán recortados nuestros derechos?, son preguntas que se hacen y que comparten con el resto de emigrantes. Y destaca que la desinformación es alarmante. «Excepto un breve comunicado de la embajada, nadie se ha molestado en informarnos». Aunque también saben que hasta que las negociaciones no concluyan, no podrán valorar hasta qué punto se verán afectados.

Auge del racismo

Más allá de cómo pueda cambiar su situación legal, otra de la preocupación de los emigrantes es el auge de los sentimientos racistas que deja patente el resultado del referéndum. «Tiene que ver más con la idea de xenofobia que con la de independencia y eso es una pena», reflexiona Paloma, otra emigrante que lleva en Londres cuatro años. Y recuerda que todos los inmigrantes son necesarios para mantener el estado británico. «Muchos bares tienen trabajadores cualificados, los polacos les han estado construyendo las casas desde hace 15 años; también les necesitan», dice.

Hay emigrantes que se han planteado, no solo volver a su tierra, sino emigrar a otros países europeos. «No estamos dispuestos a que se vean recortados nuestros derechos. Ya bastante duro es estar lejos de tu familia, como para ahora sentirte también fuera de Europa», concluye Olalla Ferro.