«Las maletas no suelen perderse; en el peor de los casos viajan en otro avión»

María Cedrón REDACCIÓN / LA VOZ

REINO UNIDO

La gallega Alicia Mouriz supervisa la gestión de equipajes en el aeropuerto de Heathrow

01 jun 2016 . Actualizado a las 06:58 h.

Un viaje soñado. Una maleta perfectamente organizada para que quepan dentro los modelos de día, trajes de noche, esas botellas de perfume que no entran en el equipaje de mano, un regalo... La aventura empieza incluso antes de subir al avión. Al aterrizar puede ocurrir que el equipaje facturado no vaya con usted. Ocurre sobre todo en los vuelos con enlace. No llega porque la maleta no fue lo rápido que debería para embarcar en su mismo vuelo. Lo mismo puede ocurrir a la valija que custodia un traje para ir a la boda de un sobrino o el atuendo para dos días de congreso. Estampas como estas pueden resultar habituales en los aeródromos de todo el mundo. En Heathrow (Londres), uno de los aeropuertos con más tráfico aéreo del globo, hay una joven ingeniera lucense que trabaja para que eso no ocurra, para que la maleta vaya en el mismo vuelo que su dueño. Alicia Mouriz trata de que el viaje soñado no deje de serlo por un fallo de la tecnología. La gestión de maletas depende de ella.

Es graduada en ingeniería de Caminos, pero ya antes de hacer su equipaje para poner rumbo al Reino Unido, fue seducida por el universo aeroportuario. Trabajó para la empresa constructora encargada de ampliar la pista de Alvedro, en A Coruña. Puede que para estar más cerca del cielo o de las aventuras de los millones de pasajeros que usan cada día las autopistas del aire.

«En el Reino Unido comencé trabajando en el departamento de estructuras. Ahora soy Project Manager para la gestión de maletas», cuenta a través del teléfono. Está contenta. El trabajo le gusta.

«Resulta complicado»

Su labor pasa porque la gestión de las 60.000 maletas que pueden pasar un sábado de verano (temporada alta) por la T5 del aeródromo londinense avance y cada día vaya mejor. «Resulta complicado porque todo es hecho de modo tecnológico. En aeropuertos más antiguos no dependen tanto de la técnica como en esa terminal abierta hace ocho años», explica esta joven ingeniera que no ha cumplido aún los treinta.

Y es ella la indicada para resolver el jeroglífico al que probablemente han dado tantas vueltas aquellos que han sufrido un extravío. ¿Por qué hay tantas pérdidas de equipaje? Ella contesta muy segura: «Las maletas no suelen perderse, en el peor de los casos viajan en un avión diferente al de su propietario, pero antes o después son enviadas a su destino».

Lo que nota en su experiencia británica es el modo diferente que tienen de trabajar en Inglaterra con respecto a España. El ente que gestiona Heathrow no depende del Gobierno central, como ocurre aquí, donde Aena es un ente público. «En general hay más reuniones de unos con los otros. Lleva mucho más construir algo que ahí en España. La burocracia es mucho mayor porque no quieren que ocurra nada. Trabajan mucho para prevenir», cuenta. Y podría relatar muchas anécdotas más, pero las hay que son top secret. Quedan en la intimidad del aeródromo.