El Deportivo Galicia, el equipo del Centro Galego, ayuda a jóvenes recién llegados a la ciudad a aprender inglés e incluso a encontrar piso o un puesto de trabajo
20 mar 2015 . Actualizado a las 12:29 h.Cuando uno llega a Londres con su inglés de juguete, el trabajo en el aire y el bolsillo flaco, la adaptación al Reino Unido parece como escalar el Everest. Por suerte siempre hay alguien dispuesto a echar una mano. El Deportivo Galicia de Londres, fundado por el Centro Galego en 1968, es mucho más que un equipo de fútbol. El deporte en su caso es una vía de integración para los jóvenes que llegan a la metrópoli; muchos de ellos, gallegos.
La Voz les acompañó a lo largo de un entrenamiento en el Lindford Christie Stadium, donde el Deportivo, que juega en una categoría equivalente a nuestra Preferente, paga la friolera de 5.000 euros al año por entrenar una hora cada jueves, de 8 a 9 de la tarde. Más otros 350 euros, como mínimo, por cada partido. Y sin ayudas; básicamente con las aportaciones de los jugadores.
Sobre el césped, la ONU: franceses, argentinos, italianos, marroquíes, sierraleoneses, españoles... Las camisetas del Mánchester se mezclan con las de Paris Saint-Germain, Boca Juniors, Barcelona y, por supuesto, Dépor y Celta.
«Poder jugar aquí al fútbol es una maravilla, hace que todo sea más fácil -dice el coruñés Pablo García Martínez, que viste la elástica blanquiazul-, porque siempre hay alguien para echarte una mano, sobre todo al principio, cuando llegas a la ciudad y no conoces a nadie. Ahora hacemos nosotros lo mismo con los chicos nuevos».
Pablo, de 34 años, perdió su empleo como crupier en Madrid a causa de la crisis. Tuvo que hacer las maletas. «Los comienzos en Londres fueron duros -admite-. Empecé de friegaplatos en un restaurante, pero en un par de meses me pasaron a la cocina, donde aprendí un montón. Ya con cierto manejo del idioma envié currículos a varios casinos y me cogieron en Grosvenor, una cadena muy potente en el Reino Unido, y ahora estoy contentísimo trabajando en lo que me gusta».
El entrenador del Deportivo Galicia se llama Leo Decabo. Sus padres son de Camariñas y O Carballiño, pero su acento denota que él ya nació en Londres, donde intenta conservar sus raíces. «Este equipo, en el que tenemos 63 fichas, combina el deporte con los valores -destaca-. Ayudamos todo lo posible a los chicos que van llegando. A buscar piso, a conseguir trabajo, a integrarse si no conocen a nadie... Muchos no dominan el idioma, pero nosotros empleamos siempre el inglés, así que... seis meses aquí y lo hablas perfectamente».
Nacidos también en Londres, aunque con la cabeza cada día en la tierra de sus padres, son los jugadores Alexander Rodríguez, con familia en Carnota, y Álex Pazo, en Vigo. Tienen 17 y 16 años, respectivamente, y sueñan con vivir cuanto antes en España. «Al menos un año, después de los estudios», coinciden.
Héctor Vilar, Neco, es de Ferrol, donde entrenó durante cinco años al alevín A del Racing. Llegó a Londres hace tres años y medio con un título de Empresariales que en España tenía de adorno. Empezó también de friegaplatos y compartía con nueve personas un piso de un solo baño. Hoy le va bastante mejor: «Trabajo tres días en una tienda, mientras los otros cuatro estudio otra carrera, Magisterio. Acabo de terminar», se enorgullece. Con su contrato a tiempo parcial cobra «más de lo que ganaría en España». Ahora solo comparte hogar con su novia. Del Deportivo Galicia habla maravillas, «porque ayuda mucho a los que acaban de llegar».
Ahora, el sueño de todo el equipo es conseguir un patrocinio que les permita ascender de categoría, lo que les daría la posibilidad de disputar la Copa inglesa y enfrentarse tal vez al Manchester United o al Chelsea. ¡Casi nada!
«Seis meses aquí y hablas el idioma perfectamente», asegura Leo, el entrenador