Charlamos con la veterinaria ferrolana, que ha dedicado su vida a los chimpancés. Su labor ha permitido proteger esta especie en la República Democrática del Congo. Primero, trabajando para una ONG y después de la mano de la primatóloga más famosa del mundo, la británica Jane Goodall
18 jun 2020 . Actualizado a las 18:17 h.Hasta que nos cuente la historia de Kutu, el chimpancé que le salvó la vida en medio de la selva, Rebeca Atencia (Ferrol, 1977), resumirá su vida. En síntesis, hablamos de una historia de amor por un continente, África y unos animales, los primates. Tras estudiar veterinaria en la Complutense de Madrid, tuvo claro que más que los domésticos, sus favoritos eran los salvajes. Y eso implicaba, si quería convivir con ellos, tener que dejar atrás Galicia y España.
Puso rumbo a la República Democrática del Congo y allí una ONG le dio su primer trabajo en el Parque Nacional de Conkouati-Douli, una gigantesca reserva de más de 5.000 kilómetros cuadrados, donde los chimpancés se pierden entre los árboles en un territorio que linda con el Atlántico Sur.
Aunque después de la mano de Jane Goodall, la afamada primatóloga británica, acabaría en el centro de rehabilitación de Tchimpounga. Allí ha desarrollado su labor más representativa. Protegiendo a una especie amenazada en su hábitat por la caza furtiva y el tráfico ilegal. Hoy, ya como directora del Instituto Jane Goodall pasa más tiempo en su casa en nuestro país que antes.
Un cambio motivado tras ser madre, pero sigue volcada en concienciar en diferentes países africanos de que los chimpancés, son una especie a proteger. Escucha nuestro encuentro bajo estas líneas.