Begoña Vila, astrofísica de la NASA: «De niña siempre miraba al cielo»

GALLEGAS QUE ROMPEN TECHOS

SANDRA ALONSO

Es una de las responsables del telescopio James Webb, que ha difundido sus primeras imágenes

12 jul 2022 . Actualizado a las 19:07 h.

Begoña Vila (Vigo, 1963) atiende la llamada desde Los Ángeles. Son los últimos días antes de que el supertelescopio James Webb empiece a distribuir las primeras imágenes de su emocionante singladura. Begoña, que habla castellano con un ligero acento espanglish, se muestra risueña y afable, pero también un poco nerviosa. No por la entrevista, claro.

—¿Cómo va el proyecto del telescopio?

—Muy bien. Ahora estamos en la parte final, que es la recogida de datos para tener calibraciones y poder analizarlos mejor. El 12 de julio podremos transmitir las primeras imágenes. Ahora estamos constatando que cada instrumento tiene todos los datos y que va bien.

—Es decir, ya tienen la información pero la están componiendo.

—Bueno, algunas partes ya están listas, en otras aún nos hacen falta unas semanas.

—¿Vamos a ver algo espectacular?

—Lo que quiere ver James Webb son las primeras galaxias, las primeras estrellas que se formaron. Sabemos que esas galaxias tienen una forma distinta a la nuestra. Y vamos a saber cómo de lejos están. También vamos a ver la atmósfera de algunos planetas, aunque no sé si en estas primeras imágenes. Y también podrá mirar en nuestro sistema solar. Hay mucho donde escoger. En las imágenes de calibración ya estamos viendo lo increíble que va a ser este observatorio. Estamos todos muy emocionados.

—Y nerviosos.

—Ha sido un período de nerviosismo total. El lanzamiento, desplegar los componentes, enfriarse los instrumentos... Ha sido, y continúa siendo, un proceso de emoción y nerviosismo. Ahora yo creo que estamos un poquito más tranquilos porque a medida que avanzas vas viendo que las cosas salen bien. Ahora es más la emoción sobre lo que vamos a ver.

—Estará bien surtida de tila.

—Estos seis meses trabajamos 24 horas al día todos los días en tres turnos, así que no diferencias un sábado de un martes. Ha ido todo bien, pero hubo momentos en los que no todo fue perfecto. Ha sido un viaje increíble, pero hemos tomado más café que tila. Ahora ves el final y es superemocionante haber sido parte de este viaje. Y un poco triste también.

—¿Por qué cree que será recordado este telescopio?

—Quizás porque vamos a ver las fotos de las primeras estrellas. Hay varias teorías sobre cómo se formaron las galaxias y James Webb nos va a decir cómo pasó. Otro aspecto sobre el que podrá ayudar es sobre esa eterna pregunta de si estamos solos en el Universo. Hoy sabemos que hay planetas alrededor de otras estrellas. Y queremos saber cuántos de esos planetas se parecen a la Tierra. Cuando veamos su atmósfera sabremos si pueden albergar vida. Eso es lo que sabemos que va a buscar, pero como nunca hemos visto el Universo con ese tipo de ojos, todos estamos un poco pendientes de descubrimientos que no esperamos.

—¿Y usted qué pálpito tiene? ¿Hay planetas como la Tierra?

—Yo creo que sí. Aún no sabemos si habrá vida. Nuestra vida es muy especial, pero quiero pensar que esas condiciones se dan en otros lugares. Creo que veremos candidatos de vida. Pero tenga en cuenta que estarán lejísimos, no podemos llegar hasta ellos, así que tenemos que cuidar muy bien nuestro planeta porque no lo hemos hecho muy bien hasta ahora.

—¿Qué tal se vive en Washington?

—Yo he vivido en muchos sitios y hay que tener actitud positiva. Todos los lugares tienen cosas que te gustan y otras que te gustan menos. El centro es muy bonito pero para vivir, quizás me gusta más Canadá.

—¿Se plantea vivir en Galicia en el futuro?

—Voy todos los años. Para mí, Galicia es fundamental. En el futuro pasaré más temporadas. Trabajar allí es más complicado.

—¿Qué echa de menos?

—Me encanta estar al lado del mar y me gusta mucho la tertulia a la hora de comer... Una forma de vivir que me gusta mucho.

—¿Por qué se interesó por la astrofísica?

—Siempre me llamó la atención de noche ver las constelaciones cambiando. Mi madre decía que, de niña, siempre miraba al cielo. Fui buena estudiante y elegí la carrera de ciencias. Allí descubrí la astrofísica, estudié en Santiago y luego fui a Tenerife y me enganché. Después, al extranjero. La vida te va llevando y no hay que tener miedo de los cambios.

—¿Tiene una estrella favorita?

—Me gustan más las constelaciones: la de Casiopea, que se puede ver todo el año. Y Orión.

—¿Pide deseos a las estrellas?

—Sí, siempre. Cuando mis hijos eran pequeños los despertaba para que pudieran ver las Perseidas. Siempre necesitamos deseos.

—Cuando se tiene una idea tan clara de las dimensiones del Universo ¿se piensa de otra manera?

—Lo he ido aprendiendo con los años: lo preciosa que es nuestra vida y lo importante que es darte cuenta de lo que realmente importa. En el día a día todos nos enfadamos o nos molestamos por cosas que, vistas desde arriba, no merecen la pena. Y nos olvidamos de todas las cosas buenas que tenemos, porque las tenemos todo el tiempo. El covid nos dio una idea de lo que era lo primordial. No lo parece, pero nuestra vida es muy corta y hay que mirarla de forma más positiva, más desde arriba.

—Supongo que la astrología le da repelús.

—Ja, ja. Bueno, es interesante, curioso. Yo soy sagitario y, cuando te ponen las características, siempre encuentras alguna cosa que coincide. Tal vez si mirara las de otros signos, también encontraría coincidencias. Me parece entretenido, pero esas constelaciones están muy lejos y decir que influyen... no puede ser. La Luna sí causa ciertas cosas, pero estas estrellas...

—¿Celta o Dépor?

—Celta, je, je. No sigo mucho el fútbol, pero uno de mis hijos, sí.

—¿En qué le gusta emplear el tiempo libre?

—Me gusta el yoga e ir a caminar. Cada día hago algo físico. También me gusta leer, meditar e intento tocar el piano y aprender lenguas. Y quedar con amigos, claro.

—Defínase en cuatro palabras.

—Soy perseverante, positiva, creo que soy buena y trabajadora.

—¿Le gusta cocinar?

—Si tengo tiempo, sí. Soy vegana y me gusta mucho experimentar en la cocina.

—Una canción.

What a Wonderful World, de Louis Armstrong.

—¿Lo más importante en la vida?

—Apreciar la vida, los buenos momentos mientras suceden. Eso es lo que te llevas, no las otras cosas.