Ángeles Delgado, presidenta de Fujitsu España: «Estamos más presentes en la vida de los gallegos de lo que se imaginan»

Javier Armesto Andrés
javier armesto REDACCIÓN / LA VOZ

GALLEGAS QUE ROMPEN TECHOS

PACO RODRÍGUEZ

La compañía nipona es un referente en biometría y trabaja en la tecnología que identifica el mapa de venas de la mano

01 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Economista por la Complutense, Ángeles Delgado nació en Sevilla en 1962 pero con un año se trasladó a Galicia, donde vivió en A Coruña hasta los 14. Hace unos días participó en Santiago en el foro Reinvéntate, organizado por la Asociación Española de Directivos, para reflexionar y compartir experiencias sobre la cuarta revolución industrial: «Es un cambio profundo impulsado por la tecnología, igual que sucedió en la primera revolución industrial pero con tres diferencias: estamos hablando de tecnologías disruptivas, que se están desarrollando a enorme velocidad y que nos impactan en nuestra vida personal, profesional y la sociedad en su conjunto», explica.

-Fujitsu no es tan conocida por el público en España, al no estar presente en el mercado de consumo. ¿Cómo explicaría su trabajo?

-Estamos más presentes en la vida diaria de los gallegos y de los españoles de lo que se imaginan. Por ejemplo, cuando vamos a un cajero automático, de los que Fujitsu tiene el 30 % del parque en España y además están fabricados aquí; o todo el software de las redes de autoservicio de banca. O cuando vamos al médico, Fujitsu está gestionando los centros de datos de la sanidad pública del 40 % de la población. O cuando vamos por una autopista de Abertis, en la cual gestionamos el mantenimiento de todos los servicios electrónicos. O cuando vamos a un juicio, Fujitsu se ocupa de la grabación en el 80 % de las salas de vista en España. O cuando en el mundo de la pyme tenemos que incorporar tecnologías digitales, migrar al cloud

-Un campo que despierta mucha preocupación es el de la biometría. ¿Se ha perdido ya el miedo a utilizar medios como el reconocimiento facial o la huella digital para pagar o pasar controles de seguridad?

-Precisamente un banco español, CaixaBank, ha sido el primero del mundo en lanzar cajeros con reconocimiento facial, desarrollados por Fujitsu, y ya no es necesario que llevemos nuestro PIN. Vamos a tener que invertir en privacidad de los datos, en identidad biométrica. Llevamos muchos años trabajando en la tecnología palm vein, un reconocimiento del mapa de venas de la palma de la mano, que es único en cada uno de nosotros.

-Los expertos alertan de que el número de ciberataques se va a multiplicar por tres el próximo año.

-A medida que avanzamos hacia un mundo más conectado también tenemos una mayor exposición a los ciberataques, y de hecho gran parte de los que se producen no son declarados. Es un tema importante para las empresas y que tiene que ver con la tecnología, tanto con el reconocimiento biométrico como con sistemas de prevención y detección de posibles ataques. Y tiene que ver también con la cultura y concienciación de las personas. Es muy necesario trabajar con expertos que están desarrollando algoritmos que puedan predecir una situación de ataque, que conocen bien las vulnerabilidades que tiene una empresa y que invierten constantemente en I+D.

-Otra de las áreas en las que su empresa es un referente es la inteligencia artificial (IA). ¿Qué avances vamos a ver en este campo a corto plazo?

-La IA ya ha llegado a un grado de madurez importante y vamos a ver cómo se empieza a aplicar en el entorno de las empresas y las industrias. Por ejemplo, todo aquello que tiene que ver con el sensoring, que las máquinas desarrollen sentidos que hasta ahora eran propios de los humanos como la vista, el reconocimiento de imagen. Y se aplica en campos como el control de calidad en la industria, la seguridad de las ciudades o el control del tráfico. También estamos trabajando en el mundo del machine learning, en el desarrollo de algoritmos que hacen que las máquinas hagan mejores predicciones. Un ejemplo en el área de la salud: trabajamos con la Fundación Hospital San Carlos en un equipo de científicos de datos y de psiquiatras que mejore la capacidad de predecir el desarrollo de enfermedades mentales.

-Hay otra revolución en ciernes, la computación cuántica. ¿En qué consiste?

-Posibilita realizar cálculos con infinitas combinaciones. No se trata solo de cálculos con muchos datos, que es lo que hace la supercomputación; nosotros llevamos mucho tiempo trabajando en esto y de hecho el primer supercomputador que hubo en Galicia era de Fujitsu. Esto es aplicable a miles de problemas de la vida real: al portfolio de inversiones de un banco, a la combinación de robótica en plantas de automoción, a las miles de rutas para optimizar el tráfico en una ciudad... Los computadores cuánticos verán la luz en el plazo de unos diez años.

-Un reciente estudio de Fujitsu decía que la fuerza laboral es clave para el éxito empresarial. Sin embargo, en España muchos ingenieros tienen que emigrar a otros países y los que se quedan tienen sueldos inferiores a la media europea. ¿Cómo se explica esto?

-Necesitamos más conocimientos en el área de la ingeniería, de la tecnología, de las matemáticas y vemos con preocupación que está disminuyendo el número de estudiantes en estas disciplinas y muy especialmente el de mujeres. Pero también hablamos del desarrollo de otras habilidades que van a ser importantes en el mundo digital, como la capacidad de aprender, de colaborar, de gestionar incertidumbre, de gestionarse a uno mismo. Es un espectro muy amplio de capacidades y actitudes, no solo conocimientos, y esa es una asignatura que no tenemos resuelta como país.

-¿Cómo afecta a Fujitsu la guerra comercial entre China y EE.UU. Y cuál es la posición de su compañía al respecto?

-Somos una compañía japonesa con más de ochenta años de historia, que trabaja en 120 países y tiene 140.000 empleados. En un mundo globalizado esto afecta a todos y genera un entorno de mayor incertidumbre, pero tenemos que convivir con ello y desarrollar nuestro negocio.

-En España tienen 1.800 empleados, ocho sedes comerciales, «datacenters», centros de gestión… pero ninguno en Galicia. ¿Por qué?

-Estamos presentes, no tenemos una delegación directa pero tenemos una red de partners (socios) y un canal de distribución al que capacitamos y en el que invertimos sostenidamente todos los años, que hacen que las empresas gallegas puedan acceder también a la tecnología y los servicios de Fujitsu. Evidentemente nos gustaría aumentar nuestro nivel de negocio dentro de la comunidad gallega, y más yo, que tengo una importante ligazón emocional con Galicia, que es la tierra donde pasé mi infancia.