El viaje de México hasta A Lama de las cenizas de las Armida, madre e hija de 66 y 25 años

María Hermida
María Hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

MEXICO

Armida madre e hija, que tenían un gran parecido físico y que fallecieron prematuramente en ambos casos.
Armida madre e hija, que tenían un gran parecido físico y que fallecieron prematuramente en ambos casos.

Las dos murieron muy jóvenes en el país azteca pero Germán, marido de una y padre de la otra, las trae para que descansen juntas en Galicia, como ellas querrían

22 oct 2025 . Actualizado a las 10:16 h.

Germán Hermida, uno de los cientos de vecinos de A Lama con el corazón e incluso el cerebro permanentemente dividido entre su tierra natal y México, llegará esta semana a Galicia. No será un viaje más para este hombre que, como tantos emigrantes de este municipio pontevedrés, está acostumbrado a saltar el charco con facilidad; porque, como se consuelan en A Lama cada vez que toca coger las maletas «para vir, hai que ir». Germán viene esta vez a Galicia con una misión que probablemente le rompa y le sane el corazón a la vez, si tal cosa es posible. Porque trae consigo las cenizas de su esposa, fallecida con 66 años, y de su hija mayor, que murió con 25. Las dos se llamaban Armida, el sábado tendrán un funeral conjunto en la parroquia de Xesta y sus restos permanecerán en el cementerio de esta parroquia.

Para entender lo que ocurrirá el sábado, ese funeral emotivo de madre e hija, hay que remontarse a décadas atrás. Germán emigró a México siguiendo a todos sus vecinos. Allí conoció a una mexicana de pura cepa, Arminda, que era norteña. Tuvieron hijas y la mayor le pusieron de nombre Armida, al igual que su madre. La niña creció yendo y viniendo de México hasta A Lama y tenía tanta vinculación con la tierra de su padre como su propio progenitor. Es probable que, de no fallecer, acabase haciendo el camino de vuelta definitiva a Galicia.

Pero, en el año 2009, su vida se truncó en México. Un problema respiratorio que la mantuvo hospitalizada varios días terminó con su vida. Tenía solamente 25 años. Sus padres la incineraron y pensaban traer sus restos a Galicia. Pero finalmente colocaron un entrañable altar en su casa, donde descansaba Armida. Sus amigos iban allí a llevarle flores, pero con una condición: que le pusiesen gerberas, que eran las que más le gustaban. 

La madre falleció en el verano

Sus padres continuaron viajando a Galicia de cuando en cuando, aunque menos que cuando ella vivía. Y este verano hasta A Lama llegaron malas noticias de la familia de Germán. Armida madre, con solo 66 años, fallecía el pasado mes de julio también por causas naturales en México.

Desde ese momento, al padre y marido, Germán, empezó a rondarle por la cabeza la idea de traerlas a las dos hasta Galicia y que sus cenizas pudiesen descansar aquí, en el panteón de piedra que la familia construyó en el cementerio de Xesta.

Finalmente, ese viaje se realiza esta semana y, este sábado, hay un funeral conjunto por madre e hija. Será a las seis de la tarde y en él se rezará por Graciela Armida Rascón González y Armida Angélica Hermida Rascón, que es como oficialmente se llaman las dos. La esquela conjunta le llamó la atención a algunos vecinos del municipio de A Lama, que las conocían, querían y extrañan a las dos. Todos destacaban la gran relación de esta familia con la parroquia de Xesta y lo activas que eran las dos vecinas tanto a la hora de organizar fiestas como en las más diversas causas sociales de la parroquia.

Precisamente, el funeral conjunto de Armida madre e hija se celebrará pocos días después de que en Cotobade también enterrasen juntos a una progenitora y a su hijo. En este caso, se trató de dos personas que fallecieron con escasas horas de diferencia, que llegaron a coincidir velándose en Pontevedra y que finalmente tuvieron un funeral conjunto en Borela, el lugar de Cerdedo-Cotobade al que ambos pertenecían.