El largo viaje de un viveirense hasta dominar la fórmula 1 con Verstappen
EUROPA · Exclusivo suscriptores
Exfutbolista y triatleta, Pablo Terroba se aficionó al motor de niño, ha vivido en siete países y es ingeniero químico de ExxonMobil en el box de Red Bull
04 dic 2023 . Actualizado a las 22:03 h.«Todos los pasos que he ido dando en mi vida han contribuido a esto», asegura Pablo Terroba Seara (Viveiro, 1993), recién coronado campeón del mundo de fórmula 1 con la escudería Oracle Red Bull Racing. Apasionado del deporte desde niño, estudió Ingeniería Química en la Universidade de Santiago de Compostela y, en formación constante, vivió en seis países extranjeros hasta instalarse en la República Checa como trabajador de ExxonMobil. Ahí se postuló para contribuir como analista de carburante y combustible al tercer título de Max Verstappen en la máxima categoría del automovilismo.
«Fui a 12 carreras, más la de las inundaciones en Imola, y las ganamos todas. Cuando empecé, pensaba que iba a cumplir un sueño, pero ha sido todavía mejor, como el guion de una película. A nivel profesional no se puede pedir más, todo fue perfecto, y en lo personal es una pasada verte junto a los pilotos, los team manager, celebrities como David Bisbal, Beckham, Courtois...», relata un mariñano que realizó un máster en Sostenibilidad de Biotecnología en Bolonia y considera que su punto de inflexión vital llegó en el tercer curso de carrera, al irse de Erasmus a Saint-Éttiene.
«Pasé un año en Francia y cambió mi vida por completo. No me atrevía mucho a viajar y desde entonces no he parado», cuenta Terroba, al que sus avances académicos y laborales llevaron a hacer mudanzas al país galo, Italia, Finlandia, Barcelona, Irlanda, Bélgica y la República Checa. «Trabajé en Bruselas para el laboratorio Baxter y en febrero del 2022 comencé en Praga con ExxonMobil. Tenía un puesto en el que me encargaba de comprobar el certificado de calidad de nuestros productos. Era interesante, pero tenía menos acción», apunta.
«Al enterarme de que mi empresa colabora con Red Bull en la fórmula 1, en cada mitin le decía a mi supervisor que sería la persona más feliz del mundo con ese cargo. Cuando quedó vacante, consideraron que yo era el más cualificado», explica un hombre que alimenta su pasión deportiva desde su niñez e infancia en el CEIP Santa Rita de Galdo y el IES María Sarmiento.
«Jugué al fútbol en las categorías inferiores del Viveiro desde los seis años. No llegué al primer equipo, aunque sí jugué un amistoso de pretemporada contra el Deportivo y es un recuerdo que me va a quedar para siempre. Luego estuve en el Xove Lago y el Sacido. Empecé de extremo zurdo y al final era mediocentro defensivo, pero lo dejé porque sufría mucho por problemas de pubalgia», relata centrado ahora en los triatlones.
«Ya hice dos maratones, el de Praga y otro de montaña. También corrí la Camovi de 21 kilómetros en Viveiro, y mi próximo objetivo es un medio ironman», dice Pablo Terroba, que, sin embargo, se enamoró de los deportes de motor desde la distancia: «Recuerdo los dos mundiales que ganó Fernando Alonso. Todos los domingos me sentaba con mi familia a verlo».
«En Brasil y México me llevé una muy grata sorpresa, es un orgullo que valoren mi trabajo»
El ingeniero de Viveiro fue parte en la aplastante superioridad de Max Verstappen y Red Bull: «Sinceramente, sabíamos que, si todo iba normal, éramos el coche más rápido en carrera. A una vuelta, Ferrari nos dio problemas, pero los domingos tuvimos más ritmo. Sumar el RB19 y Verstappen es tremendo. Su capacidad para no cometer ningún error es increíble. Es insaciable. Como decía Luis Aragonés, solo piensa en ganar, ganar y volver a ganar».
Sin cambios importantes en el reglamento del próximo curso, su equipo debería seguir la misma línea: «No podemos confiarnos, empezamos de cero y el deporte no entiende de pasado, pero hasta el 2026 no habrá grandes cambios y deberíamos seguir siendo muy competitivos».
Terroba es feliz en un gigantesco engranaje hacia los triunfos: «Nuestra empresa se conoce poco en Europa, pero en Brasil y México me llevé una muy grata sorpresa. También hice un seminario online sobre los productos Mobil 1 en Colombia. Es un orgullo que valoren mi trabajo».
Ahora, pasará Nochebuena con la familia de su padre en Logroño y Nochevieja en Viveiro. Su próximo objetivo es el Mundial 2024.