Roberto Leiras, neurocientífico: «Hemos descubierto unas células en el cerebro que detienen hasta la respiración»

Monica Torres
Mónica Torres TUI / LA VOZ

EUROPA

Mónica Torres

El tudense es coautor de una investigación clave para el abordaje del párkinson de la Universidad de Copenhague

29 ago 2023 . Actualizado a las 02:03 h.

Una investigación del departamento de Neurociencia de la Universidad de Copenhague ha descubierto cómo unas células nerviosas del cerebro pueden detener todos los movimientos del cuerpo, incluso la respiración. El estudio, con gran impacto en la comunidad científica internacional, tiene ADN gallego. Roberto Leiras González, natural de Tui, es uno de los cuatro neurocientíficos que están detrás de este hallazgo que abre la puerta a un mejor abordaje de la enfermedad de párkinson.

Biólogo y doctor en Fisiología por la Universidad de Santiago, el profesor Leiras, de Pazos de Reis, forma parte del departamento de Neurociencia que dirige el prestigioso científico Ole Kiehn. Es un equipo de élite en neurociencia a nivel mundial al que Leiras se incorporó en el 2014, cuando estaba en el Instituto Karolinska de Estocolmo y con el que se trasladó a Dinamarca en el 2017. Su estudio en ratones demuestra que el tratamiento de los problemas de la marcha en el párkinson con estimulación cerebral profunda (ECP) podría optimizarse dirigiéndose a neuronas específicas del tronco cerebral, beneficiando a millones de pacientes.

«Hemos encontrado un grupo de células nerviosas en el mesencéfalo que, cuando se estimulan, detienen todo movimiento. No solo caminar, sino todas las formas de actividad motora. Incluso hacen que los ratones dejen de respirar o lo han más lentamente y el ritmo cardíaco se ralentiza», explica el profesor.

Indica que «los animales se quedan congelados, como cuando un perro detecta el olor de una perdiz. Este descubrimiento ofrece novedosa información sobre los mecanismos fundamentales que controlan el movimiento».

Cuando los investigadores dejaron de activar las células nerviosas, los ratones iniciaron el movimiento exactamente donde se detuvo. «Lo que es tan especial es que, una vez activadas, estas células nerviosas hacen que el movimiento se detenga o se congele. Es como poner una película en pausa.», dice. Ese patrón de pausa y reproducción, apunta «es único, no se parece a nada que hayamos visto antes ni a otras formas de detención del movimiento que nosotros u otros investigadores hayamos estudiado».

Las neuronas manipuladas por los investigadores se encuentran en el mesencéfalo, en el núcleo pedunculopontino (PPN), y se diferencian de otras presentes en esta estructura «porque expresan un marcador molecular específico llamado Chx10». «El PPN está presente en todos los vertebrados, incluidos los humanos, por lo que, a pesar de que el estudio se realizó en ratones, pensamos que este fenómeno también podría darse en humanos». Estas neuronas no se activan por el miedo aunque mucho se haya oído hablar del fenómeno de bloqueo por miedo extremo.

«Estamos seguros que esta detención del movimiento no es una respuesta defensiva por miedo si no que es parte del proceso de concentrar la atención en un estímulo relevante», afirma.

El estudio puede ayudar a entender síntomas del párkinson. «El bloqueo motor o el enlentecimiento de los movimientos son síntomas característicos de la enfermedad. Nosotros especulamos que estas neuronas del PPN podrían estar sobreactivadas en estos pacientes, lo que provocaría los bloqueos motores, por lo que el estudio, que inicialmente se centró en entender los mecanismos fundamentales que controlan el movimiento en el sistema nervioso, podría ayudarnos a entender la causa de algunos de los síntomas del párkinson y otras patologías que afectan al control motor», concluye . Además, el hallazgo, añade, «hará más efectiva la aplicación de estimulación eléctrica en pacientes que presentan bloqueo de paso».

El neurocientífico recuerda que a finales de los 90 se iniciaron estudios en enfermos a los que se aplicó estimulación cerebral profunda, una técnica quirúrgica que implanta electrodos para estimular con electricidad áreas específicas del cerebro en el en el PPN, un núcleo implicado en el inicio de la locomoción y que es donde se encuentran las neuronas Chx10 estudiadas en este trabajo. «Aplicando aquella técnica se redujeron los síntomas en algunos pacientes, pero en otros aumentaron los bloqueos motores. Los nuevos hallazgos pueden ayudar a entender esta discrepancia ya que las neuronas Chx10 se encuentran en la parte anterior del núcleo PPN mientras que las implicadas en iniciar la marcha se localizan en la parte posterior, por lo que especulamos que la estimulación en el PPN para mitigar los bloqueos del paso será más efectiva si se limita a la parte posterior del núcleo», considera. De esta forma, concluye, «se evita la activación de las neuronas de la parte anterior, lo que provoca un bloqueo motor».