Elena Morenza, emigrante ourensana en Frisia: «Cuando sea viejita volveré a casa»
EUROPA
Da clases de español y es «coach» en una escuela de gestión hotelera en los Países Bajos
15 may 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Después de cuatro años en Harlingen, en Frisia (Países Bajos), Elena Morenza Labrador (Ourense, 1982) vive feliz en el extranjero. Antes pasó por Inglaterra, Irlanda, Alemania y Bulgaria y, aunque vuelve con frecuencia a su tierra, todavía no se plantea un regreso definitivo. «Cuando sea viejita volveré a casa. Mientras tanto, a disfrutar de la vida», explica.
Después de estudiar un máster de enseñanza de español como segunda lengua en Santander, presentó una solicitud para las Secciones Bilingües del Ministerio de Educación y ese fue su billete a Bulgaria, su última parada antes de Harlingen. «Estuve cuatro años en Varna, una maravillosa ciudad en el Mar Negro, donde pasé una época inolvidable enseñando lengua española, cultura, historia y arte. Me llevo unos alumnos maravillosos y unos amigos estupendos», cuenta Elena Morenza, que fue entonces cuando protagonizó uno de los programas de Españoles en el mundo.
Su mudanza a los Países Bajos es una historia de amor. Ella viajaba a casa por Navidad y, como desde Varna las conexiones no son fáciles, hizo noche en Sofía, la capital búlgara. Esperando en el coche lanzadera del aeropuerto por otro pasajero, un chico holandés le preguntó de dónde era: «Yo siempre digo que soy de Galicia y no es que haya tanta gente que sepa donde está. Pero, para mi sorpresa, esta persona había estado en Sada y ya surgió la conversación». Una cosa llevó a la otra y la llama prendió pese a la distancia. «Quedábamos para vernos en Berlín, en Chipre, en Roma, en Múnich, en Varna... Él siempre me decía que buscara trabajo por Holanda y eché currículos en algunos colegios en Holanda sin ninguna expectativa», cuenta Elena.
Pero, a finales de agosto del año 2019, recibió la llamada de una universidad de gestión hotelera y hostelería para una entrevista de trabajo. «Y, mira que es casualidad que está a veinte kilómetros de Harlingen, que es la ciudad donde vive», explica la ourensana, que así es como acabó en Holanda: «Ya llevo aquí cuatro años. Tengo un contrato fijo y no tengo pensado cambiar». Su trabajo en la NHL Stenden en Hotel Management School le encanta. Es un centro con alumnos internacionales «con una metodología DBE (Design based education) en la que los estudiantes trabajan con empresas reales del mundo de la hostelería para mejorar, innovar y aprender de los errores». Ella es una de las profesoras que los guía en ese proceso y además es «coach», maestra de español y coordinadora, junto a su equipo, de los cursos superiores de la academia.
De los Países Bajos dice que lo que más le gusta es ir en bici a todas partes. «Cuando llega la primavera aparecen todos los tulipanes de distintos colores y el deseado sol. Sale un rayo de sol y ya está todo el mundo en la calle y en las terrazas cual lagartija», bromea Elena, que en invierno echa en falta más vida social: «Me gusta la nieve y el hielo, pero cuando llueve la ciudad se vuelve triste y vacía. A ello se añade la forma de ser de los holandeses, que «llevan una agenda a todas partes, hasta para tomar un café tienen que mirar en ella y puede que consigas quedar dos semanas después».
Todo cambia cuando vuelve a Ourense, algo que hace siempre que puede. «Incluso cuando estaba más lejos, al menos dos veces al año siempre volvía», explica Elena, que solo faltó en unas Navidades, las primeras de la pandemia, pero cenó con sus padres vía internet. «Es algo que llevo dentro, quizás sea la morriña, pero no puedo evitar volver a mis sitios, a mi Rock Club, a mi Moruno y todas estas callejuelas que me han visto crecer», resume.
Harlingen, una ciudad «tranquila» junto al mar
Elena vive en Harlingen, «una tranquila ciudad al lado del mar», con mucha tradición náutica. La antigua Cutty Sark (ahora Tall Ship Race), programada en A Coruña en este 2023 se celebró allí el año pasado. También es el puerto de ferris para ir a las islas de Waddensea. «A los holandeses les encanta patinar sobre hielo. Por eso, en Frisia, cuando se congelan los canales todo el mundo sale a patinar», añade.
Trayectoria vital
Ha vivido en media Europa. Nació en Ourense en 1982, pero el futuro de Elena Morenza estaba más allá del Padornelo. Estudió en Salesianos. «Siempre disfruté aprendiendo y me interesé especialmente por los idiomas», cuenta la ourensana, que entre los 13 y los 16 años pasó un mes de cada verano en Inglaterra e Irlanda para aprender inglés. Fue su primera experiencia en el extranjero, pero luego vendrían más. Después de cursar Filología Inglesa en Santiago, empezó Filología Hispánica pero le surgió la oportunidad de cubrir una baja en Salesianos como profesora de inglés. Siguió dos años más en otros colegios de Ourense y empezó a prepararse las oposiciones, pero se dio cuenta de que no era lo suyo. Entonces empezó su trote por Europa. Acabó Filología Hispánica por la UNED mientras aprendía alemán en Alemania, trabajó en dos colegios gaélicos en Limerik (Irlanda) y su última parada antes de llegar a Holanda fue como profesora en Varna, una ciudad búlgara junto al mar Negro.