Los escollos de traducir a Pondal al ruso

EUROPA

BRAIS SUAREZ

Dos filólogas de Moscú evalúan la difusión de la cultura gallega en su país

19 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Las filólogas Anna Orlítskaya y Natalia Meteleva ultiman una antología en ruso de poetas españoles, en la que traducen a autores gallegos directamente al idioma eslavo. La edición de su libro está condicionada por el actual contexto de aislamiento político, que disminuye los pocos lazos entre ambas culturas y amenaza las nuevas publicaciones en Rusia.

«Aquí, las editoriales oficiales solo publican poesía escrita hace cien años o más, así que la poesía contemporánea solo se da en editoriales independientes», explica Orlítskaya. Estos proyectos «son iniciativas de entusiastas y casi nunca reciben apoyo ni reconocimiento oficial», a lo que la inestabilidad económica y política actual solo suma incertidumbre.

«Nosotras planeamos incluir obras en todos los idiomas oficiales del Estado español», precisan; el gallego estará representado por Luz Pichel, Chus Pato y Lupe Gómez, a las que eligieron por gusto propio y tras las recomendaciones de la poetisa Sandra Santana, que también se recoge en la recopilación.

El acceso a este universo literario es complicado, dada la escasa difusión. «A veces, el Centro Cultural Iberoamericano, en la Biblioteca de la Literatura Extranjera, organiza presentaciones de libros que incluyen a autores catalanes y gallegos traducidos al ruso. Otras oportunidades son voluntarios que imparten clases de idiomas y el Festival de Idiomas de Moscú, que es muy famoso y en el que hay presentaciones dedicadas al catalán, gallego y euskera», explica Meteleva. La mayoría de autores contemporáneos llegan a través de la editorial independiente Free Poetry, pero siguen siendo los clásicos como Rosalía, Pondal, Curros Enríquez, Cabanillas o Blanco Amor los más conocidos, gracias a antologías de mayor tirada.

El problema de la guerra

Aunque domina el gallego y el castellano, Meteleva está especializada en euskera y planeaba iniciar un período de estudios en el País Vasco: «Existían convenios entre universidades, pero temo que ahora puedan ser afectados por la complicada situación política».

Se trata de una faceta más de cómo la actual guerra afecta al ámbito intelectual y amenaza las carreras con una vocación internacional. Para llegar hasta este punto, Orlístskaya y Meteleva no lo han tenido fácil, ya que el acceso a la cultura gallega en Moscú, a diferencia de otros idiomas de España, exige una gran motivación.

A pesar de su interés por la diversidad lingüística y por las lenguas romances, ambas afirman que «no conocemos organismos oficiales que promuevan el gallego», al que acceden, sobre todo, a través de recomendaciones y lecturas. «Mi conocimiento del gallego es pasivo; lo aprendo a medida que leo y traduzco textos», explica Orlítskaya, que se basa en su dominio del castellano, italiano y latín y se apoya en algunos recursos digitales como el diccionario de la Real Academia Galega, el Digalego, el traductor Gaio o el manual Aula de Galego. Además, también mantiene contacto directo con los autores a los que traduce para resolver dudas.

El idioma más accesible es el catalán, del que hay cursos oficiales, aunque «el euskera se puede estudiar gratuitamente a través del Instituto Etxepare, que ofrece becas al País Vasco», detallan.

Sin embargo, «se cancelaron muchos eventos y festivales a los que podríamos invitar a nuestros autores y leer traducciones», lamenta. «Desde el 24 de febrero ya no está muy claro cómo podemos seguir con nuestros proyectos. Parece que no son tiempos en los que a la gente le interese leer poesía que no trate de temas actuales y políticos. La vida literaria en Rusia parece estar en pausa; la mayoría de las revistas electrónicas dejaron de publicar. Lo único que podemos hacer ahora es esperar y seguir la evolución de la situación», se resignan.

Pero no pierden la esperanza de visitar Galicia: «Nos gustaría visitar esta región algún día, y esperamos que sea pronto. Ahora que conocemos a varias personas de Galicia, sobre todo poetas, tenemos un buen motivo para ir. Además, es una excelente oportunidad para visitar el fin del mundo y ver la costa del océano Atlántico».