Pablo González: «Pasé de ser fan de Lego a trabajar en la sede de la empresa, en Dinamarca»

Ruth Nóvoa de Manuel
ruth Nóvoa OURENSE / LA VOZ

EUROPA

Shine Ibeira

El ourensano forma parte del jurado del nuevo programa de Antena 3 «Lego Masters»

15 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Su trabajo como ingeniero lo llevó a participar en la construcción de túneles en España o de parques eólicos en Rumanía y Kenia. Después montó su propia empresa en Galicia. Pero fue la simbólica figura de un afilador, tan vinculada a su tierra, la que, de algún modo, contribuyó a que su carrera laboral diera un vuelco.

Pablo González (Ourense, 1973) era aficionado a Lego y, cuando se enteró de que la firma buscaba diseñadores, no dudó en enviar su currículo. Remitió, como referencias, algunas de sus construcciones, incluida la del afilador, con un aspecto steampunk, es decir, con un diseño inspirado en la estética de la máquina de vapor. Fue así como lo seleccionaron. Lleva casi seis años trabajando en la multinacional de juguetes. Ahora da el salto a la televisión como jurado de Lego Masters (Antena 3, 22.45 horas), un programa que enfrentará a ocho parejas de aficionados a estas construcciones. Los ganadores se llevarán 50.000 euros.

—Primero afición, ahora trabajo. ¿Cómo fue esa evolución?

—La verdad es que pasé de ser fan a trabajar en la sede de la empresa, en Dinamarca. Era aficionado a la robótica, pero verdaderamente descubrí Lego cuando le regalaron una moto a mi hijo. Fue suficiente para demostrarme todo lo que se podía hacer. A partir de ahí empecé a hacer prototipos y robots.

—¿Cómo está resultando la experiencia en Dinamarca?

—El trabajo está muy bien. Es diferente a España, una forma de vida distinta. Se aprecia mucho el tiempo libre, que yo ahora dedico más al 3D y a la animación.

—Y ahora, en la tele.

—Se trata de un formato que ya se ha emitido en quince países y que aquí va de la mano de Shine Iberia. Suele ir un diseñador de la empresa como jurado. Me enteré de que estaban buscando voluntarios para una selección y me pareció un reto muy interesante para dar a conocer este mundo. Esperamos que triunfe.

—Comparte plató con Roberto Leal, el presentador, y con Eva Hache que, como usted, forma parte del jurado. ¿Cómo resulta esa experiencia para alguien ajeno al mundo de la televisión?

—He descubierto que son unas personas sensacionales, me han ayudado muchísimo. Fue un placer trabajar con ellos. Y me adapté muy bien.

—Algunos de los participantes ya se conocían entre ellos.

—Existe una gran comunidad de aficionados a Lego: hacen exhibiciones, concursos; tienen blogs, foros... Se retroalimentan. Es la forma que tienen de compartir desde la distancia, aunque también organizan convenciones y, por ejemplo, se coordinan para hacer de forma conjunta una construcción: cada uno lleva su parte. Pero otros concursantes eran ajenos a este mundo.

—¿Ser un AFOL (fan adulto de Lego en sus siglas en inglés), como ustedes dicen, es sinónimo de ser un friki?

—El hecho de ser aficionado siendo adulto genera cierto halo de frikismo. Pero lo que pretendemos es demostrar que las construcciones son un medio para expresar creatividad. Otros hacen música o pintan. Lego es uno de los juguetes más creativos que conozco y todo el trabajo que hay detrás para crear cada uno de los sets es impresionante. Lo que pretendemos es inspirar a los niños para que, en el futuro, puedan construir su mundo.

—Porque es mucho más que seguir un manual y montar piezas.

—En tu relación con el juguete hay un salto: de comprar un set y construirlo a, con lo que tú piensas y con lo que tienes, crear cosas.

—¿Alguna temática favorita?

—¡Super Mario! Llevo tres años trabajando en ella y la verdad es que me gusta mucho.

—A lo mejor algún concursante acaba trabajando en Lego con usted.

—Si te apasionas con algo y le dedicas tiempo y esfuerzo, puede conseguir. Pero no lo digo por Lego, lo digo en general (risas).