Marina Casas: «Finlandia me ha abierto la puerta laboral que siempre esperé»

Alejandro García Chouciño
A. g. chouciño A CORUÑA

EUROPA

Esta coruñesa encontró su empleo en el país nórdico gracias a una empresa de reclutamiento

28 oct 2020 . Actualizado a las 08:57 h.

Fue en segundo de carrera cuando Marina Casas Vázquez (1988) supo que su futuro sería lejos de España. «Sentí que tenía que salir a explorar y que A Coruña y España se me iban a quedar pequeñas tarde o temprano», explica esta coruñesa. Ante este sentimiento, Marina se propuso un plan para cuando obtuviese el título de odontóloga poder irse a descubrir mundo.

En un primer momento barajaba Reino Unido como principal alternativa, sin embargo, un portal de búsqueda de empleo en la Unión Europea le llevó más al norte: «En el verano del 2012 me llegó una oferta en la que buscaban médicos y dentistas para trabajar en Finlandia. Era una empresa de Estonia que prometía salarios voluminosos, curso de idioma intensivo pagado y mientras tanto vivienda y pensión completa en Tallin». Casas confiesa que en un primer pensó que se trataba de un timo, pero finalmente se convirtió en el pasaporte para emprender su aventura.

«Le gustó que escribiese que había estado en el coro infantil de la Orquesta Sinfónica de Galicia»

Tras unos meses de formación en Estonia, que se tomó como su «Erasmus» particular, la empresa de reclutamiento le consiguió unas entrevistas en el país finés. Pese a que aún no dominaba el finlandés, consiguió atraer a la entrevistadora con su currículo. «Le gustó que escribiese que había estado en el coro infantil de la Orquesta Sinfónica de Galicia». Un dato que le hizo conseguir su primer empleo en Finlandia.

«Aquí hay menos odontólogos en proporción que en España»

Una vez se adaptó al país nórdico pudo hacer una comparativa de cómo se encuentra su gremio: «Las profesiones de salud, como todas las demás, están reguladas por números clausus y se siguen anualmente las estadísticas y se regulan el número de plazas en las universidades según los requisitos. Aquí hay menos odontólogos en proporción que en España». Señala que en Finlandia «hay un sistema de odontología pública que los españoles no tienen. Como si la salud bucodental estuviese en una burbuja paralela que no tiene nada que ver con la medicina. Es curioso».

Por ello, Casas afirma que Finlandia le ha abierto «la puerta laboral» que siempre esperó. «Voy a estar eternamente agradecida y a intentar ofrecer lo mejor de mí».

A principios de este año, logró empezar como dentista que se especializa en un centro de salud homologado por la Universidad de Helsinki. «Son tres años y es como una especie de MIR en el que tratas a pacientes del área específica que vienen referidos al centro de salud por otros compañeros generalistas y estás supervisado por un tutor. Ha sido dificilísimo porque entran muy pocos al año. En todo el país pueden ser cinco o seis por especialidad», relata Casas.