Ubaldo Rueda: «Recordo estar a dous metros de Sartre en París vendendo el o xornal»

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

EUROPA

Conoció la morriña gallega cuando tuvo que abandonar la capital francesa

11 ene 2016 . Actualizado a las 10:17 h.

Alguno creerá que Ubaldo Rueda nació como director del instituto Rosalía de Castro, pero no, «solo» lleva en el cargo treinta años y desde 1977 como profesor de este emblemático e histórico centro. Nació en A Vide, una parroquia de Monforte de Lemos, y con 19 años se fue a París un verano para sacarse unos ahorrillos. Llegó en septiembre del 68, «collín os coletazos, pero todo o ambiente ao redor do maio do 68 estaba vivo». La capital gala era en aquel momento «o centro do mundo». Tanto que Ubaldo se afincó allí y decidió que no quería volver a España. «Había unha morea de intelectuais, recordo estar a dous metros de Sartre vendendo el o xornal, chamábase La causa del pueblo, e vendíao nos mercados con Simone de Beauvoir». El primer trimestre lo becaron y en enero comenzó a estudiar en la Universidad de París 8 y en la Sorbona, «fixen filosofía e literatura francesa, era o que quería facer. Daquela podiamos estudar o que queriamos, eran outros tempos, creo que o que menos che preocupaba era se atopabas traballo ou non», dice entre risas.

Pero en 1977 sus amigos le convencieron para que se presentase a unas oposiciones de instituto. Era la primera convocatoria importante de la Transición. Ubaldo lo tenía claro, lo intentaría, y si aprobaba pediría una excedencia para volver a París. Aprobó, pero justo ese año cambió la normativa y se impidió pedir este permiso durante el primer curso. Y fue así como este monfortino de nacimiento y parisino de adopción acabó en Santiago. «Apenas o coñecía, pasara un día antes de irme a París». Cuando llegó a Compostela conoció lo que era la morriña, pero en su caso al revés, ya que no era por salir de Galicia sino por regresar. «Tiña unha morriña de París que non podía con ela, entendín o que era a morriña galega naquel momento».

Allí tenía su vida y su pareja y todo se quedó en la ciudad francesa, pese a que aprovechaba todas las vacaciones para regresar a la capital gala. Lo curioso de este profesor de francés es que su único destino educativo fue el instituto Rosalía de Castro. Llegó en el 77, cuando Santiago «vibraba ao ritmo dos estudantes». Al aterrizar en Compostela se fue a vivir a un piso de universitarios en la calle Santiago de Chile. «Naquel momento era un lugar de festa permanente, proxectábanse películas dun edificio ao outro. Nese sentido, a cidade tiña moitísima vida». Recuerda lo sorprendente que le resultó dar clase en un instituto femenino, «non foi doado; tampouco é que fora complicado, pero para min era sorprendente». De aquellos años recuerda el cuadro docente, Alfonso Faci, Rita Posse, Isidoro Millán, Alfredo Llecha, y sobre todo Ana María Platas, quien además era jefa de estudios. «Teoricamente ela debera ser a directora naquel momento pero non quixo», apunta Rueda. Y fue así como asumió ese cargo, «facíame ilusión, era un instituto no que se podían facer moitas cousas». Destaca Ubaldo que el ambiente estudiantil ya era muy positivo, lo que se sumaba a estar en un edificio histórico.

Y no ha cambiado. Para este director los problemas de convivencia y la apatía de los estudiantes no es tal. «Eu non vexo ese problema. Mira cantos cristais hai no edificio e rómpense dous ou tres ao ano. E case sempre sen querer. Cando eramos críos os cristais voaban a pedradas nas escolas e nos institutos», dice.

Nombre. Ubaldo Rueda Soto, nacido en A Vide (Monforte) en 1948.

Profesión. Profesor, director del IES Rosalía de Castro.

Rincón elegido. La fuente frente al instituto, «un lugar emblemático onde os nosos alumnos se atopan como no seu patio de colexio».