De Poio a Turquía fichada por un hotel de lujo para hacer acrobacias y bailar con artistas de todo el mundo

María Hermida
María hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

EMIGRANTES A CORTO PLAZO

Tatiana Fontenla, que lleva desde los 18 años ganándose la vida como artista.
Tatiana Fontenla, que lleva desde los 18 años ganándose la vida como artista.

Tatiana Fontenla, que fue una niña prodigio de la gimnasia y actuó con Juan Magán, da el salto internacional a los 25 años de edad

15 abr 2023 . Actualizado a las 12:36 h.

Tatiana Fontenla, vecina de Poio, es una mujer chicle. Su cuerpo, capaz de doblarse hasta límites impresionantes, de volar o de hacer las piruetas más extraordinarias, se acompaña de una cabeza llena de sueños e ilusiones en la que, desde que era niña, solo hay un objetivo: ser artista. Ahora, con 25 años cumplidos, puede gritar a los cuatro vientos que lo es. Porque lleva desde los 18 años ganándose el pan en los escenarios con los números más variados que uno pueda imaginar, desde espectáculos de acrobacias a bailes pasando por gimnasia rítmica. Acostumbrada a los saltos, ahora va a dar uno que suena vertiginoso, pero que para ella es un reto que afronta con la mayor de las sonrisas: se marcha a trabajar a Turquía tras haberla fichado un hotel de lujo para actuar allí con artistas llegados de las cuatro esquinas del mundo. «Luché mucho para que me llegase una oportunidad así y estoy que todavía no me lo creo», indica ella.

De niña, Tatiana tuvo que insistir una y otra vez para que la apuntasen a gimnasia rítmica. Comenzó con el club As Triscas y enseguida despuntó. De hecho, fue campeona tanto en la categoría individual como de equipos. Se hizo mayor haciendo coreografías sobre los tapices. Y un día, con la mayoría de edad casi recién estrenada, le llegó la oportunidad para trabajar como artista en una compañía de espectáculos gallega. Hizo acrobacias, bailes y performance por toda España, llegando a acompañar en el escenario a artistas con tanto tirón como Juan Magán. Estuvo actuando una temporada en el Hard Rock Hotel de Ibiza. Y un día decidió que necesitaba continuar formándose y miró hacia su ciudad, Pontevedra, para hacerlo. ¿Por qué? «Porque sabía que en la escuela Getting Jiggy Dance Studio está Verónica Aboy y que gracias a ella el baile en Pontevedra está dando pasos de gigante. De hecho, hay bailarinas pontevedresas triunfando en Madrid gracias a ella», explica. Se puso en sus manos y comenzó a bregarse en bailar jazz, danza contemporánea o ritmos latinos. Y también inició un largo período de ensayos en el mundo de la acrobacia. Paralelamente, comenzó a trabajar de profesora en esta misma escuela, para poder seguir viviendo de su faceta de artista.

Tatiana cree que viajar a Turquía para trabajar con artistas de todo el mundo es una «gran oportunidad».
Tatiana cree que viajar a Turquía para trabajar con artistas de todo el mundo es una «gran oportunidad».

En este tiempo en la escuela, se preocupó de hacer un buen perfil en Instagram y colgar fotos y vídeos de su trabajo. En esas estaba cuando vio que una gran empresa de eventos, Seans Organization, buscaba candidatos para trabajar en un hotel de lujo en Turquía. Probó suerte, vieron cómo trabaja, la entrevistaron... y la escogieron. Espera marcharse antes de que acaba el mes a trabajar en el Lujo Hotel Bodrum, ubicado en la urbe con el mismo nombre. Vivirá en el recinto hotelero. Y espera vivir un sueño.

«Me quedan muchos sueños por cumplir, pero creo que este es el principio de uno»

Tatiana Fontela suena nerviosa. Y a la vez emocionada. Está en plena preparación de los documentos, que incluyen la necesidad de un visado, para irse a trabajar como artista a Turquía. Se ríe tímidamente y suspira al preguntarle si no tiene miedo, si haber hecho una prueba y entrevistas a distancia y que ni siquiera haya mantenido ni un solo contacto físico con quienes le contratan no le genera un poco de preocupación: «Me lo pregunta todo el mundo... y es normal. Comprobé todo, es una empresa solvente y está todo en regla. Me hace muchísima ilusión irme con ellos a actuar allí, porque se trata de un hotel en el que hay artistas de todo el mundo». Se le pregunta si cumple así el sueño que lleva teniendo desde niña, e indica: «Me quedan muchos sueños por cumplir, pero creo que este es el principio de uno».

Tatiana, que está orgullosa de poder vivir de su trabajo como artista desde que es mayor edad, porque sabe «que es algo excepcional», dice que a su familia le chocó al principio que vaya a marcharse a Turquía. Pero pronto tuvo su respaldo: «Mi familia siempre me apoyó y ahora mismo también. Me estoy despidiendo de todos porque espero viajar dentro de muy poco tiempo e incorporarme al trabajo. Creo que dar el salto internacional es importante», señala hecha un manojo de nervios. Su intención inicial era buscar empleo en Italia y pasar allí la temporada de verano. Pero los acontecimientos se precipitaron y su futuro inmediato está en Turquía.