La joven gallega que participa en el diseño del futuro de Europa

Mónica Pérez Vilar
Mónica P. Vilar REDACCIÓN / LA VOZ

EMIGRANTES A CORTO PLAZO

María López, una estudiante coruñesa de 21 años, está participando en el primer panel de ciudadanos que elabora propuestas sobre el futuro de la UE

23 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

A mediados de septiembre arrancó en Estrasburgo una novedosa iniciativa: los primeros paneles de ciudadanos europeos para debatir y hacer propuestas para el futuro de la UE. En esos grupos de discusión participan unas 800 personas. Y entre ellas hay una única gallega. Se trata de María López, una coruñesa de 21 años y estudiante de Derecho.

«Cuando me llamaron pensé, que era una broma», explica la joven. Y es que la selección de los miembros participantes es aleatoria, sin preinscripciones ni voluntarios, para garantizar que sean representativos de la diversidad de los países miembros y sus propias diferencias internas. Por eso María no podía prever que recibiría una invitación a ser una de las protagonistas de la iniciativa que aspira a que sean los propios ciudadanos quienes definan cómo debe evolucionar la UE para adaptarse a los retos de futuro.

«Me explicaron en qué consistía, que habría que ir a alguna sede europea y a otros lugares, que ellos organizarían todo y que se nos pagarían los gastos. Dije que sí de primeras, sobre todo porque implicaba viajar», reconoce divertida.

La primera jornada de trabajo en la que participó tuvo lugar en Estrasburgo. De viernes a domingo, María y sus compañeros se convirtieron en una suerte de eurodiputados, debatiendo en la sede principal del parlamento europeo. «Hacíamos un auténtico horario de trabajo, de ocho de la mañana a seis de la tarde, con una parada para comer. En las sesiones había un moderador, y toda la discusión de grupo se hacía utilizando traductores ¡fue impresionante, funcionaba a la perfección!», explica.

A ella la encuadraron en el panel que aborda la economía, la transformación digital y las cuestiones de educación, cultura, juventud y deporte. «Primero nos pidieron reflexionar sobre cómo vemos Europa en el año 2050 y cómo nos gustaría que fuera. Y luego teníamos que hablar sobre qué propuestas se nos ocurrían para conseguir esos objetivos. Fue muy enriquecedor ver visiones muy distintas. En mi grupo había, por ejemplo, un vasco de unos setenta años, una joven de Estonia, franceses, alemanes... Y fue curioso ver como, a pesar de las diferencias, también compartimos problemas, y conocer las distintas soluciones que se dan en los distintos países».

«Se callan y te escuchan»

Los problemas del alquiler o la conexión de las prácticas universitarias con el entorno laboral fueron solo dos ejemplos de cuestiones que afloraron en su grupo de trabajo. Pero para María, lo más increíble fue la sensación de que la institución que rige buena parte de nuestras vidas la escuchase. «Te preguntan qué opinas, se callan y realmente te escuchan. Cuando habitualmente la única participación que las instituciones públicas quieren de ti es que te limites a votar. Y allí había incluso eurodiputados contentos por nuestra labor», comenta.

Hace unas semanas se celebró la segunda sesión de trabajo, esta vez de forma telemática. La tercera y última tendrá lugar en Dublín, en una fecha aún sin determinar. Una vez terminada la Conferencia sobre el futuro de Europa ¿qué espera la joven coruñesa de esta iniciativa? «¿Qué espero? ¡Que se nos haga caso! Para mí ya ha sido una experiencia impresionante, ya he viajado y conocido gente, pero me gustaría que al menos saliesen adelante algunas medidas básicas», dice. De las propuestas que ha escuchado hasta ahora, ella apostaría fuerte por la creación de un fondo económico para ayudar a los jóvenes europeos a independizarse al acabar sus estudios o las mejoras en educación para el uso de las redes sociales y en la atención mental.