Un test de covid, con firma coruñesa y que funciona con bacterias, ofrece efectividad por 3,5 dólares

J. V. L.

ESTADOS UNIDOS

El biotecnólogo coruñés César de la Fuente durante una conferencia en Afundación el año pasado
El biotecnólogo coruñés César de la Fuente durante una conferencia en Afundación el año pasado EDUARDO PEREZ

El hecho de que sea una prueba biodegradable cobra una especial importancia si se tiene en cuenta que se trata de productos de uso masivo y generalizado

17 ago 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Un proyecto de la Universidad de Pensilvania (Estados Unidos), que tiene al biotecnólogo coruñés César de la Fuente como uno de sus investigadores principales, ha culminado con el diseño de un test para la detección del covid ecológico, efectivo, rápido y barato que, además, promete grandes resultados de cara a la contención de futuras epidemias.

«Esta prueba diagnóstica ecológica prototipo representa un avance significativo en nuestros esfuerzos para combatir el covid-19 y futuras pandemias, brindando una solución asequible, accesible y ecológica para la detección temprana y la potencial contención de brotes», explica De la Fuente.

La clave del avance científico logrado por este equipo está en unas fibras de celulosa producidas de manera natural por la bacteria Gluconacetobacter hansenii. Estas fibras sirven como un sustrato biodegradable propicio para la producción de los biosensores que detectan el SARS-CoV-2 en diez minutos y con un coste de unos 3,5 dólares. Esa celulosa bacteriana se combina con un electrodo a base de carbono modificado con óxido de grafeno y utiliza la enzima humana ACE2, que actúa como su receptor.

Los investigadores han constatado la sensibilidad, especificidad de la prueba que, con la combinación que utiliza, aparte de eliminar la necesidad de utilizar elementos contaminantes, permite la detención precoz de muchas variantes emergentes del covid.

Respetuosos con el medio

Como destacan desde el Machine Biology Group de la Universidad de Pensilvania, el hecho de que sus materiales sean biodegradables y respetuosos con el medio ambiente cobra una especial importancia si se tiene en cuenta que se trata de productos de uso masivo y generalizado. Las pruebas convencionales contienen hasta un 28 % de elementos metálicos lo que dificulta su reciclaje. Además, el resto de componentes son distintos derivados plásticos que implican niveles importantes de contaminación secundaria.

La celulosa bacteriana, por su resistencia mecánica, porosidad, flexibilidad y biocompatibilidad se utiliza en otros muchos procedimientos médicos como el cuidado de heridas o la regeneración de la piel porque no es tóxica y tiene un bajo coste.