Gabadi crea una nueva filial en Estados Unidos para lanzarse a la reparación de barcos cruceros

Beatriz García Couce
beatriz couce FERROL / LA VOZ

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JOSE PARDO

La guerra en Ucrania congeló la opción para la firma naronesa de fabricar tanques para buques rompehielos rusos

15 sep 2022 . Actualizado a las 04:55 h.

La naronesa Gabadi, especializada en la habilitación naval, es una de las empresas de referencia internacional en la reparación de buques gaseros. De hecho, actualmente tiene el liderazgo entre las compañías de reparación de tanques de membrana de buques de transporte de gas, con 11 contratos realizados a lo largo de lo que va de año, nueve de ellos ya culminados y otros dos en curso. La diversificación de su mercado ha sido una de sus principales señas de identidad en los últimos años, junto con una clara vocación internacional que, entre otros aspectos, le ha permitido mitigar la caída de la carga de trabajo, cuando se produjo el desplome del sector naval a nivel nacional. Ahora acaba de dar otro paso en esa dirección, al crear —junto con otros dos socios— una filial en Estados Unidos para adentrarse en el sector de la reparación de cruceros. Se trata de un segmento altamente exigente, pero que deja mucho valor añadido.

La filial americana —Gabadi ya cuenta con otras en Canadá, China y Singapur— ha empezado a operar y acaba de facturar un suministro por importe de un millón de euros.

Por otra parte, la expansión internacional de Gabadi podría haber sido mayor si no se hubiese producido la invasión de Ucrania por parte de Rusia. En el marco de la búsqueda de contratos de nuevas construcciones de buques gaseros, la empresa dirigida por Antonio Llago tenía conversaciones muy avanzadas «de cara a la fabricación de tanques de LNG para unos rompehielos», según se recoge en las últimas cuentas económicas de la firma. El proyecto —presupuestado en entre 200 y 250 millones de euros— se ha quedado congelado por el conflicto bélico.

No obstante, la firma ubicada en el polígono naronés de Río do Pozo ha logrado otros contratos, como el encargo para el programa de las fragatas F-110 para la Armada española, que supone más de 30 millones en un período de diez años, además de la ampliación del pedido ya en vigor para los submarinos S80 que construye Navantia en Cartagena. 

En China

Gabadi cerró el pasado año con un resultado de 1,02 millones de euros, una cifra muy similar a los 1,07 del 2020. La facturación fue superior a los 25 millones de euros, con una caída de alrededor de 5 % sobre el ejercicio anterior. El informe de gestión apunta a que el descenso de las ventas «se debe principalmente a la reducción del volumen de trabajos en China [...], a la caída del mercado de reparaciones del mercado LNG a nivel mundial y a una falta de proyectos de nuevas construcciones. En los últimos ejercicios, la filial con sede en China acometió en el país la construcción de tanques para buques portacontenedores propulsados a gas, pero esos pedidos han llegado a su fin.

Perspectivas de crecer

Pese a que las previsiones para este año apuntalan el descenso en la facturación, el arranque de la filial americana, el programa F-110 y la posibilidad de sellar nuevos encargos podrían posibilitar ventas por entre 25 y 30 millones de euros para el 2023. «Esto supone que el funcionamiento de la empresa no va a sufrir ningún incidente, dado que, debido a la abultada caja, y sus negocios recurrentes, continuará con su actividad habitual con unas perspectivas de crecimiento en el medio plazo muy relevantes», subraya el informe.

Por otra parte, el pasado año también se produjo para la empresa un descenso acusado en la plantilla media, principalmente la eventual. Así, mientras la fija pasó de 112 a 101, el personal temporal se redujo de 123 a 33. Se trata de un cuadro de trabajadores integrado mayoritariamente por hombres, con una quincena de empleadas.