El gallego Jorge Martínez renueva la experiencia de visitar el Empire State

Javier Becerra
Javier Becerra REDACCIÓN / LA VOZ

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El arquitecto de Celanova es el director de la reforma del mítico edificio neoyorkino

21 oct 2019 . Actualizado a las 16:34 h.

Si hay un gallego en la luna, también lo hay en lo más alto del Empire State Building. Se llama Jorge Martínez, tiene su origen en Celanova y es arquitecto del estudio Thinc Desing de Nueva York. Actualmente se encuentra trabajando en la reforma de varias plantas del Empire State Building, uno de los símbolos de la Gran Manzana y seguramente el rascacielos más famoso del mundo. Se encuentra en la fase final del proyecto, la relativa a la planta 80. «La vamos reformar totalmente y a convertir en un observatorio -explica-. Lo cierto es que tengo por delante trabajos muy ilusionantes, pero sé que cuando termine aquí me va a dar mucha pena dejarlo».

Normal. Martínez, que mezcla la cadencia americana con al acento gallego, está haciendo historia. De hecho, con su proyecto han habilitado, por ejemplo, una nueva entrada al edificio por la calle 34. «Es la primera entrada nueva que se hace en el edificio desde los años treinta», explica. Esta es la primera fase ya finalizada de un proyecto que busca ofrecer «una experiencia totalmente nueva para el turista».

También está listo el segundo piso, uno de los que más bocas abiertas están generando entre los visitantes. Si hasta ahora esa planta apenas servía para hacer cola hasta la llegada del ascensor, ahora «se da una experiencia interactiva que hace que uno no se dé cuenta de que está haciendo cola». Desde la simulación de un King Kong exterior que llega al edificio amenazante a apelaciones de las diferentes películas en las que sale el edificio, se ofrece un nuevo modo de acceder al interior del gigante.

El siguiente trabajo del equipo de Jorge Martínez tuvo lugar en la planta 86, la más conocida del edificio. «Es donde se sale afuera, a la terraza. Lo que se ve en las películas. Lo hicimos más amplio y cambiamos materiales. No se pudo hacer mucho cambio, porque está controlado por patrimonio», detalla el arquitecto, que la semana pasada veía como se inauguraba la cuarta fase, la correspondiente a la planta 102: «Es en la antena. Se accede con otro billete de compra». En teoría, ahí se encuentran las mejores vistas de la ciudad.

El del Empire State Building no supone el único reto de altura que ha asumido el gallego. En el pasado se encargó del museo del 11-S, erigido en memoria de los fallecidos en los atentados del World Trade Center. Y en su futuro más inmediato se encuentra la finalización de un pabellón en la Expo de Dubai 2020.

Mientras tanto, aprovecha para regresar a Galicia siempre que puede. «Tengo a toda mi familia en Celanova y voy todos los veranos» ¿Algún reto arquitectónico aquí? «En Galicia no importa la altura, lo que importa es el patrimonio cultural. Son edificios con tanta importancia o más. No se puede decir que la catedral de Santiago sea menos icónica. Me encantaría hacer algo allí», dice.