Fallece en Ferrol el escritor e ingeniero José Luis Antón Miranda

R. Loureiro

ESTADOS UNIDOS

CESAR TOIMIL

Autor de numerosos libros, pasó buena parte de su vida en América

16 ene 2019 . Actualizado a las 18:02 h.

Ferrol ha perdido a otro de sus hombres de letras, José Luis Antón Miranda. Y con él también a un brillante ingeniero. El novelista, que en su juventud fue oficial del Ejército de Tierra, y que como ingeniero desarrolló una intensa labor profesional en países como Venezuela y los Estados Unidos de América -donde trabajó para la General Motors-, encarnaba, con una elegancia y una afabilidad que fueron señas de identidad a las que no renunció nunca, algunas de las más grandes esencias del alma ferrolana. En él tuvo siempre su reflejo el espíritu de una ciudad en la que, como muy bien recordaba Gonzalo Torrente Ballester, se dieron la mano, desde el siglo de las Luces, la pasión por las Matemáticas y el cultivo de la imaginación. Autor prolífico de cerca de treinta novelas, con títulos como La antorcha se apaga, Campanadas de muerte o Las noches de Gerardo, José Luis Antón era un magnífico conversador, que estuviese donde estuviese siempre llevaba a Ferrol consigo. Un verdadero caballero, al que nadie habrá oído hablar mal de otra persona jamás. Gran amigo de la cultura inglesa -había completado su formación en Inglaterra-, siempre tuvo un aire un poco británico. Y durante una larga y fructífera vida, mantuvo su afabilidad hasta el final.

Además, José Luis Antón siempre fue un hombre muy cariñoso y familiar. En el año 1956 contrajo matrimonio en la catedral de Santiago con Pipa Fernández, hija de Alberto Fernández, fundador de la Fábrica de Lápices, en una boda espectacular de la que dieron buena cuenta las crónicas sociales de la época. Y juntos, ya de la mano, construyeron una familia que muy pronto se vio ampliada con la llegada de cuatro hijos y dos hijas -José Luis, Alberto, Jorge, Fernando, Mari Pepa y Fátima-. En la memoria de todos ellos, como en la de sus nietos, su extensa familia y sus innumerables amigos, permanecerá imborrable ya para siempre su recuerdo.