Tomiño triunfa en Nueva York

Adriana Rey NUEVA YORK

ESTADOS UNIDOS

Adriana Rey

El restaurante gallego es la oferta gastronómica de moda en Manhattan

21 may 2018 . Actualizado a las 12:53 h.

En el 192 de Grand Street, a escasos metros del Soho neoyorquino, se erige la nueva propuesta gastronómica de Manhattan con sabor gallego. Se trata de Tomiño, la taberna que desde hace siete meses hace las delicias de todo aquel que se acerca, con o sin morriña. Un cartel de «Benvidos» recibe al visitante entre vigas de madera de carballo, camisetas del Deportivo y del Celta, una colosal fotografía de varios percebeiros y cuadros ajardinados que simulan el mapa de Galicia. «It’s a part of Spain» (es una parte de España), suelen explicar sus trabajadores a los clientes americanos.

«Lo que ofrecemos es el resultado de nuestras raíces gallegas, lo que cocinaba nuestra madre, mis abuelas o mis tías», explica Marcos a La Voz. Junto a sus hermanos Víctor y Felipe, levantaron este local en homenaje a sus padres, Joaquín González Portela y Milagros Sánchez Vicente, emigrantes gallegos que por trabajo y por amor, cambiaron el municipio pontevedrés de Tomiño por la Gran Manzana. «Tengo familiares que cuando vienen se emocionan», reconoce Marcos conmovido.

Sus relatos de infancia se reparten entre fogones y veranos atlánticos gracias a que a su padre, hostelero de reconocido prestigio, le fue bien tras años de duro trabajo entre Uruguay y Nueva York. Su triste marcha, sin embargo, no ha impedido que los tres hermanos piloten con el mismo éxito la trattoria Trecolori, en pleno Broadway. La taberna Tomiño eso sí, es una apuesta especial para ellos, el «dulce hogar» de quienes, a pesar de haber nacido en pleno barrio de Queens, no pueden disimular un perfecto acento gallego.

El menú delata un cóctel de recuerdos elaborado con el asesoramiento de Lucía Freitas, una de las cocineras con más proyección de Galicia. Y es que Marcos, Víctor y Felipe tenían claro que para lanzar este proyecto debían de conseguir un equipo de chefs con ADN 100 % gallego. Y así fue. Los consejos de Freitas fueron plasmados por los cocineros Fran Novas, procedente de Culleredo (A Coruña) y Rogelio García, neoyorquino pero procedente de una de familia con raíces en Sada y Mera. Ambos pusieron los ingredientes indispensables para que este restaurante se convirtiera en «el mejor español de Manhattan», tal y como dicen buena parte de sus casi 3.000 clientes mensuales, de los cuales el 75 % son españoles, o latinos de raíces españolas.

Vanguardia y tradición

La tortilla de Betanzos, el pulpo á feira o el arroz caldoso con bogavante son los platos estrella de una carta que combina lo más tradicional con lo más vanguardista. Eso sí, al estadounidense hay que educarle. «Poner la tortilla fue un poco aventurado porque cuando el americano ve el huevo escurrirse, le produce un poco de ansiedad», cuenta Marcos.

Gracias a unos proveedores de primera calidad, Tomiño importa las sardinas, los carabineros, los langostinos y el pulpo, además del pan gallego y la cerveza Estrella Galicia, una bebida cada vez más demandada por los neoyorquinos. Otra parte importante de la cocina es el Josper o lo que es lo mismo, «el Ferrari de los hornos». «Solo hay cinco en Estados Unidos», dice orgulloso Marcos sobre este horno de carbón con el que consiguen las temperaturas perfectas para el bacalao o el chuletón. «Es indispensable», coinciden Fran y Rogelio. La aventura neoyorquina de Tomiño también es «un sueño» para estos dos chefs cuyos platos ya han sido degustados por famosos como el grupo musical Molotov, o el jugador de la NBA Hernángomez. «Porque no hay nada mejor que sentirse como en casa», se escucha decir a un cliente desde la barra, que ya es símbolo de la unión entre Galicia y la Gran Manzana.