La fotógrafa Ruth Matilda Anderson, en Galicia 90 años después

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Un documental que se rueda en diversos lugares de Galicia recuerda el viaje que hizo con su padre

05 mar 2018 . Actualizado a las 12:53 h.

La fotógrafa estadounidense Ruth Matilda Anderson está de nuevo en Galicia. El primer viaje tuvo lugar hace casi cien años: comenzó en 1924, y tuvo un recorrido que la llevó por aldeas, villas y ciudades. El resultado es conocido por muchos, ya que el ingente material gráfico ha servido para varias exposiciones en distintos puntos de Galicia. En Vilalba, por ejemplo, se instaló el pasado otoño.

Por Vilalba, casi 100 años después, vuelve a pasar aquella curiosa viajera. El prodigio es posible gracias al cine, puesto que el documental «A viaxe de Ruth» relata el viaje que la fotógrafa, fallecida en 1983, hizo con su padre. Diversos parajes de Santaballa, entre ellos la escuela habanera, se convierten este fin de semana, con la colaboración de Amigos da Liga Santaballesa, en escenarios del trabajo, ideado por Jaime Pardo Valdés y por Xosé Reigosa.

Estreno en septiembre

Sarria y Lugo serán los lugares en los que tendrá lugar el rodaje el próximo fin de semana. El contenido combinará las imágenes captadas por la fotógrafa con las actuales de esos mismos lugares. El documental, que durará 52 minutos, se estrenará previsiblemente en septiembre. Historiadores como Ramón Villares y Miguel Anxo Seixas y profesores como María Vázquez y Manuel Sendón colaboran con los autores de este trabajo.

«Son fotos fantásticas. Custoulle entrar en acción, pero cando entrou...»

Jaime Pardo Valdés ya conocía la escuela que se construyó en Santaballa, a principios del siglo pasado, por impulso de los emigrantes en Cuba, porque rodó un documental en el edificio. También conocía la obra fotográfica de Anderson desde hacía tiempo, y esa admiración se convirtió en motor de la iniciativa ahora concretada y dirigida por él.

Xosé Reigosa no solo tuvo la idea, sino que en la película visita los mismos lugares a los que llegó la fotógrafa en los años veinte. Hay también actores, que encarnan los personajes de Ruth Matilda Anderson y de su padre, Alfred. El autor de trabajos como «Son fotos fantásticas. Custoulle entrar en acción, pero cando entrou...».  El autor de trabajos como «A chocolateira» destaca que la fotógrafa, procedente de un mundo muy distinto, hizo un esfuerzo por acercarse al mundo que se abría ante sus ojos.

PALACIOS

Oficio no le faltaba, ni mucho menos. «Tecnicamente era moi boa», dice. «Son fotos fantásticas», asegura. Su interés por captar el contenido de los lugares a los que le dirigía su cámara la llevó incluso, recuerda Reigosa, a intentar aprender gallego. «Custoulle entrar en acción, pero cando entrou...», explica. La fotógrafa captó una Galicia que aún tenía un claro componente rural, incluso en las principales ciudades. De todos modos, Reigosa subraya que Anderson supo, sobre todo, plasmar «a humanidade das persoas».

Para llevar a cabo este trabajo, manifiesta Pardo Valdés, hay una ayuda de la Fundación TIC, aunque se han pedido también colaboración a la Agadic y a la Diputación de Lugo.