Las posibilidades del vacuno gallego en el mercado de EE.UU.

ð£ X.R. Alvite

ESTADOS UNIDOS

La supresión del veto a las importaciones de este tipo de carne procedente de Europa generan expectativas a la producción de Galicia? Gourmet y restauración son dos opciones para exportar a medio plazo

12 ene 2015 . Actualizado a las 08:24 h.

La carne vacuna europea volverá a estar presente en Estados Unidos. Quince años después de que la crisis generada por la aparición de animales infectados por la encefalopatía espongiforme bovina -el llamado mal de las vacas locas- provocase el embargo americano hacia este producto parece que las relaciones comerciales van camino de normalizarse, tal y como anunciaron fuentes del Gobierno de Obama a principios de semana.

La medida que ha sido acogida con cierta satisfacción en el seno de la UE, principalmente en países como Irlanda que, hasta el cierre de las fronteras en el año 2000, acaparaba el 70?% de las exportaciones de vacuno de carne europeo hacia los EE.UU. tiene, sin embargo, una repercusión mucho menor en España y sobre todo en Galicia. De hecho, y al menos a corto plazo, no se espera que esta apertura pueda derivar en beneficios reseñables para un sector que, pese a estar compuesto por más de 14.000 explotaciones, se caracteriza por un escaso dimensionamiento y profesionalización.

Apreciación en la que coinciden desde la Indicación Xeográfica Protexida (IXP) Ternera Gallega que apuntan al hecho de que Estados Unidos es el principal productor de carne del mundo y que, para aquellos estados sin experiencia previa en el mercado americano, les resultará muy difícil hacerse un hueco para colocar su producto. «No noso caso resulta practicamente imposible plantexarse exportacións cara os EE.UU. porque a nosa producción apenas alcanza a cubrir a demanda interna e este tipo de mercados absorben uns volumes importantes dos que nós non disponemos actualmente», apunta José Gómez, secretario de la IXP que apunta además a las dificultades técnicas añadidas que tendría una eventual incursión en el mercado americano. «Exportar aos EE.UU supón optar por unhas técnicas de envasado que garantan, por razóns obvias de lonxanía, unha maior durabilidade do producto. Sistemas que, de certa forma, apagan o aspecto exterior dun producto de gran calidade coma o noso e o fan menos apeticible para o consumidor».

Esto no significa, sin embargo, que Ternera Gallega, cuya carne genera anualmente un valor económico que ronda los 100 millones de euros, no apueste por la internacionalización. De hecho, la IXP está explorando importantes nichos de mercado en Centroeuropa -Alemania, Holanda y Dinamarca, principalmente- donde estas producciones de alta calidad son muy apreciadas.

apertura de mercados

Países estos que junto con Francia ya explotan distintas empresas cárnicas gallegas con excelentes resultados. Es el caso de Betanzos Carnes que durante el 2014 ya colocó más de 1.200 toneladas de carne vacuna en Europa y cuyos socios creen que la apertura del mercado americano puede suponer una oportunidad a medio y largo plazo. «Que se abran novos mercados é sempre bo. O éxito que poidamos ter neles dependerá da capacidade que teñamos para adaptarnos ás súas esixencias e necesidades», señala Javier Lendoiro para quien la carne gallega tiene capacidad para posicionarse en cualquier mercado mundial que se proponga gracias a su extraordinaria calidad.

Por su parte, desde el Clúster Alimentario de Galicia se incide en la necesidad de esperar a los próximos meses para ver cómo se comportan las potenciales exportaciones irlandesas de carne de bovino a EEUU, para poder concluir si es posible que exista alguna posibilidad de penetrar en el mercado norteamericano, y siempre que se levante el veto para el resto de países de la UE, entre ellos España. Su estudio del mercado americano, tal y como reconoce el gerente del Cluster, Roberto Alonso, hace pensar que las dificultades serán muchas. ?«Estamos hablando de un país extremadamente competitivo en el que la tasa de importación, en relación al consumo y a la producción interna, es muy baja. Sus importaciones de carne de bovino fresca o refrigerada proceden de Canadá y México, lo que tiene su razón de ser en el factor proximidad, mientras que las importaciones de carne congelada proceden en su mayoría de Australia y Nueva Zelandia, países muy asentados debido a la extraordinaria calidad de su produccíon». Pese a todo, desde este organismo no se descarta la posibilidad de que la carne gallega pueda hacerse un hueco en el canal gourmet o a través del sector de la restauración.

Temor a la entrada de carne americana

Pese a que responsables comunitarios se afanaron en señalar que la apertura del mercado americano llegaba sin ninguna contrapartida por parte de la UE, entre el sector cárnico se extiende la opinión de que este es un paso previo para que EE.UU. pueda exportar también su producto a Europa. La fructificación de estas relaciones comerciales tendría lugar en todo caso en el marco del denominado Acuerdo Transatlántico para el Comercio y la Inversión (conocido por el acrónimo en inglés TTIP) que lleva meses negociándose y que genera múltiples incertidumbres y preocupaciones en el ámbito agroalimentario. Las principales están relacionadas con la posibilidad de que se abra la puerta a la entrada en Europa de productos que actualmente están prohibidos o bien no se consideran seguros. En el caso de la carne, el temor viene dado por el hecho de que en EE.UU. sí está permitida la utilización de hormonas y promotores del crecimiento en el proceso de cría y engorde de animales.

Varias asociaciones de productores creen que la entrada de materia prima procedente de sistemas de producción que están totalmente prohibidos en Europa resultará imparable y exigen que, al menos, en su etiquetado se haga constar tal circunstancia. Es, según reconocen, un derecho que deben tener los consumidores para poder realizar una correcta elección entre la oferta del mercado.

Hay recelo a la llegada de carne americana tratada con hormonas y potenciadores de crecimiento

La calidad de la carne de ternera gallega con sello propio es de incuestionable calidad