El militar de A Pontenova que formó a Reyes, Ceballos y otros 20 futbolistas de élite

ESPAÑA EMIGRACIÓN

Destinado por el ejército en Andalucía, Manolo Gavín se volcó con la inagotable factoría de talentos de la Escuela de Fútbol de Utrera, que dirige desde 1995

27 oct 2023 . Actualizado a las 15:02 h.

«José Antonio Reyes y Dani Ceballos son los que más nombre tienen, pero también sacamos a Álvaro García, que está en el Rayo Vallecano y el año pasado marcó para ganar al Barcelona, Moi Delgado en el Racing de Ferrol, Matos en el Burgos, Juan Muñoz, que está en el Zaglebie de la primera división en Polonia, o Esteban Orozco, que jugaba en la máxima categoría de Rumanía y es un héroe en Guinea Ecuatorial porque metió el gol en el 87 para ganar a Argelia en la Copa de África. Creo que, en total, son 22 los futbolistas que pasaron por aquí y llegaron a la élite», repasa Manuel Gavín Reigada (A Pontenova, 1962), el director de la Escuela de Fútbol de Utrera.

Mecánico del Ejército del Aire, Morón de la Frontera, en la provincia de Sevilla, fue su «destino forzoso», pero en la pelota y la búsqueda de talentos encontró un refugio para sobrellevar la morriña lejos de A Mariña lucense. «La academia se fundó en marzo del 88 y yo entré en septiembre. Primero fui monitor, en el 92 me hicieron coordinador y desde 1995 soy el director», detalla.

Antes de emigrar desde Galicia, a los 24 años, fue futbolista y después se formó como entrenador: «Mientras estudiaba FP en Lugo jugué en el Estudiantes Comercial y luego estuve un año como sénior en el Riotorto, antes de marcharme a la Academia Militar de Gijón. Después saqué todos los títulos hasta entrenador UEFA Pro y entrené en Preferente, Tercera y Segunda B, al Utrera, y fui director deportivo del CD Alcalá. En el mundo del fútbol andaluz soy una persona bastante conocida».

Jugó en el Estudiantes Comercial de Lugo y el Riotorto, fue entrenador y llegó a Segunda B con el Utrera y director deportivo del CD Alcalá

Manolo Gavín, no obstante, renunció a buscar una salida como técnico al fútbol profesional por no asumir el «riesgo» de dejar un trabajo de militar que compatibilizó con sus tareas al frente de una cantera reconocida entre las mejores de España. «Aquí se juega al fútbol-7 y filtramos a 15 chicos por curso que compiten en las liga provinciales. Los mejores pronto se marchan al Betis o el Sevilla», dice de una entidad afincada en una localidad de 50.000 habitantes y que actualmente trabaja con 650 promesas de 3 a 12 años y ha visto un fuerte auge reciente en su sección femenina. En el caso de las niñas, cuentan con equipos de la Escuela de Fútbol de Utrera hasta los 16 años. 

El director de la cantera utrerana junto a uno de sus pupilos, Israel Bascón, que llegó a jugar en Champions con el Betis, pasó por el Mérida, Xerez y Albacete y, retirado en el 2016, es concejal de Deportes de Utrera.
El director de la cantera utrerana junto a uno de sus pupilos, Israel Bascón, que llegó a jugar en Champions con el Betis, pasó por el Mérida, Xerez y Albacete y, retirado en el 2016, es concejal de Deportes de Utrera.

«Reyes era único»

Prueba del buen trabajo del pontenovés en Utrera es la gran cantidad de jugadores que catapultó a la élite: «Es una satisfacción enorme verlos llegar a Primera División. Son iconos para nosotros, referentes para los niños que siguen entrenando aquí, y por eso lo más importante es que son buenas personas, que vuelven aquí, nos ayudan en lo que pueden...».

En la enorme nómina de talentos descubiertos por Manolo Gavín hay dos que sobresalen especialmente: el malparado José Antonio Reyes, exjugador del Arsenal, Real Madrid, Atlético y Sevilla, entre otros, y Dani Ceballos, actualmente a las órdenes de Carlo Ancelotti en el Bernabéu. «Hay un elemento que es clave para saber si un jugador puede llegar. Ellos con 7 u 8 años hacían cosas que no podían hacer los de 12 y 13. Especialmente Reyes era único, tenía una inteligencia futbolística superior a todos los demás que he visto y con 15 años ya estaba debutando en Primera», rememora del pentacampeón de la Europa League, fallecido en un accidente de tráfico en el 2019.

Fiel a sus raíces: «Fui a ver al Lugo cuando subió en Cádiz e iré contra el Antoniano»

Tras 37 años afincado en Andalucía, Manolo Gavín no olvida sus raíces en A Pontenova, una localidad que visita con mucha frecuencia. «Ahora que estoy prejubilado, voy seguido. Mi madre está en Meira, mis suegros en A Pontenova y tengo una hija de 26 años que trabaja en A Coruña, pero normalmente teletrabaja desde A Pontenova», cuenta.

Además, el director de la Escuela de Fútbol de Utrera confiesa una especial simpatía por un CD Lugo al que apoya cuando le es posible: «Fui a verlo cuando ascendió en Cádiz, en el 2012. Estuve con Carlos Mouriz y Antonio Bouso. Casi siempre que ha venido por aquí, traté de asistir. Lo vi en una eliminatoria de la Copa del Rey contra el Betis y el miércoles iré a animarlo a Lebrija contra el Antoniano».

Su pasión por el fútbol continúa intacta tras toda una vida pegado al balón, pero Gavín tampoco pierde su orgullo mariñano y lucense tras casi cuatro décadas.