La muerte de tres gallegos en Biarritz hace 50 años, el crimen que ETA nunca reconoció

La Voz REDACCIÓN /LA VOZ

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Los tres jóvenes asesinados: Humberto Fouz, Jorge García y Fernando Quiroga
Los tres jóvenes asesinados: Humberto Fouz, Jorge García y Fernando Quiroga

Vitoria homenajea hoy a los tres gallegos asesinados por la banda terrorista

24 mar 2023 . Actualizado a las 16:01 h.

Con motivo del 50 aniversario del asesinato de tres gallegos a los que ETA confundió con policías en Biarritz, adonde habían ido para ver la película El último tango en París, la ciudad de Vitoria les rendirá homenaje mañana en un acto organizado por el Gobierno vasco que se celebrará en el Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo. Los familiares de José Humberto Fouz Escobero, Fernando Quiroga Veiga y Jorge Juan García Carneiro siguen reclamando medio siglo después «saber dónde se encuentran los restos mortales de las víctimas de una infamia terrorista sin resolver».

Gracias a la intervención parlamentaria de hace años de la ahora exsenadora vasca del PSE-PSOE Coral Rodríguez Fouz, sobrina del desaparecido Humberto Fouz, el entonces ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, tuvo que reconocer a los tres jóvenes coruñeses como víctimas del terrorismo.

Fue un 24 de marzo de 1973 cuando los tres muchachos viajaron a Francia para ver la célebre película El último tango en París y nunca más se supo de ellos. Los tres se habían asentado en Irún para buscar trabajo. Primero, Humberto, quien tenía allí una hermana, Isabel. Poco después, sus dos amigos siguieron sus pasos hasta esa localidad vasca en la que comenzaron a trabajar.

Un viernes decidieron ir a ver la película de Bernardo Bertolucci y, como el sábado no habían vuelto, Isabel y su marido dieron aviso a la policía. Al llegar el lunes y no tener noticias de ellos, cundió la alarma. Y pese a las pesquisas familiares jamás aparecieron. El sumario fue cerrado en 1975, sin novedades de ningún tipo.

La banda terrorista ETA jamás reconoció el secuestro, tortura y asesinato. Investigaciones posteriores llegaron a la conclusión de que, como publicó La Voz en su día, «los trabajadores coruñeses desaparecieron después de que los confundieran con policías. Podrían estar enterrados junto al etarra Pertur en una fosa común de la banda». Según Mikel Lejarza, el topo infiltrado en ETA, los sometieron a crueles torturas para que revelaran actividades de la Guardia Civil.