Un ingeniero de A Mariña asesora con su tecnológica en cultivos de fresa en Huelva y proyectos aeroespaciales para Europa

Luis Miranda Acebedo (A Pontenova, 1981) era un niño muy tranquilo, pero a la vez curioso y despierto, al que apasionaba montar circuitos electrónicos y motores. «A electrónica chifrábame desde pequeniño, sempre pedía de regalo ese tipo de xoguetes», sonríe este ingeniero de telecomunicaciones mariñano que actualmente desarrolla su carrera en Vigo, donde fundó y dirige con dos socios SC Robotics. Una empresa tecnológica puntera que crea dispositivos que generan datos que se pueden utilizar en inteligencia artificial (IA), la disciplina que intenta replicar procesos similares a la inteligencia humana. Uno de los proyectos más recientes de la empresa de Miranda es visible en algunos de los invernaderos de Huelva donde estos días crecen toneladas de fresa que llegarán a las fruterías gallegas en breve. De esta manera, en la provincia andaluza ayuda a IG4 Agronomía, una empresa especializada en agricultura de precisión, a cuidar los cultivos a través de un «cacharro» que monitoriza parámetros como la humedad o la temperatura de la tierra para decidir cuál es el momento óptimo para regar las plantas.

Pero el trabajo de SC Robotics va es mucho más extenso, puesto que también colabora en un proyecto aeroespacial de seguimiento óptico de satélites con la Libre Space Foundation, amparada por la Agencia Especial Europea y cuya base está en Grecia. El de la industria y el de la cartelería digital son otros dos de los sectores en los que trabaja habitualmente la firma impulsada por un mariñano que también desarrolla en este momento un proyecto «de investigación pura», de I+D+i, para el CSIC (Centro Superior de Investigaciones Científicas) de la mano de una fundación con sede en Cataluña. Miranda, además, presidió hasta hace poco A Industriosa, una asociación sin ánimo de lucro de Vigo que gestiona y promueve un medialab para ayudar a desarrollar proyectos a empresas, makers y comunidades tecnológicas.

 «É unha pena que a falta de infraestruturas faga que A Mariña se estea quedando atrás porque hai moito talento, moito potencial, pero chegar de Vigo a A Pontenova, por exemplo, son case tres horas de viaxe», Luis Miranda Acebedo, ingeniero de telecomunicaciones de A Pontenova

Estudió en el colegio y el instituto de A Pontenova, antes de hacer Telecomunicaciones

Tras cursar la antigua EGB en el colegio público de A Pontenova, Luis Miranda Acebedo estudió en el IES Enrique Muruais antes de desplazarse a Lugo para completar el Bachillerato Tecnológico en el instituto Politécnico. Una etapa de la que guarda grandes recuerdos. «Tiven un equipo de profesores boísimos, que ademais dos coñecementos que me transmitiron, contaxiáronme a súa paixón e a motivación para seguir aprendendo», destaca un profesional muy emprendedor que posteriormente estudió Telecomunicaciones en la Universidad de Vigo. Tras trabajar en una empresa más de una década, antes de la pandemia del covid decidió crear SC Robotics junto con dos socios: Daniel Pérez, de Leiro (Ourense), y Xabier Crespo, de A Guarda (Pontevedra). «É unha pena, pero se quixese desenvolver un proxecto así na Pontenova, non podería», lamenta.

Participa en un proyecto enológico pionero en Viña Costeira con la ribadense Nigal

Aunque desarrolla su trabajo en Vigo, Luis Miranda Acebedo está en contacto casi continuo con A Mariña, su comarca natal, y su empresa ha colaborado con firmas que tienen su sede aquí. El proyecto más destacado hasta el momento recibe el nombre de «Libatio», y es impulsado por la empresa ribadense Nigal para la firma vinícola Viña Costeira. También participa en él otra empresa con vínculos en A Mariña, Indominus.

Control de fermentación

«O que fixemos nós neste caso foi crear un dispositivo electrónico a medida, especializado en monitorización remota, que se colaca na tapa da cuba onde se garda o viño e mide a temperatura, a humidade, a presión, a concentración de osíxeno..., e saca fotos para ver se, por exemplo, medran bacterias», detalla el profesional pontenovés.

Esos sensores ayudan a los especialistas en enología a controlar el nivel de fermentación del vino sin necesidad de abrir las barricas: una operación que acostumbra a implicar la entrada de osígeno, con el consiguiente aumento del riesgo de que el vino «se pique» y se acabe estropeando. La ribadense Nigal se encarga de controlar y analizar los datos que ofrecen los sensores y enviárselos de manera periódica a Viña Costeira.

---

---

---